Este lunes fuentes cercanas a presidencia confirmaron que desde Los Pinos se le pidió a Agustín Carstens no dejar su puesto en junio, como había anunciado, sino hasta finales de año, como ya había adelantado LPO.

El rumor se desató hace una semana, luego de las evidentes diferencias entre Hacienda y el organismo financiero por el devenir de la economía y en un momento donde se agitaban las aguas por impulsar a José Antonio Meade como su sustituto.

Entonces ya surgía el dato de que Carstens ocuparía su nuevo puesto en el Banco Internacional de Pagos (BIS) hacia diciembre. "En Suiza no están apurados, me dicen que me tome el tiempo que haga falta, el cargo allí es mío", señaló Carstens en algunas llamadas en esos días, como relató La Política Online.

Según relató el diario la agencia Reuters, el portavoz de Presidencia, Eduardo Sánchez, confirmó que el presidente Enrique Peña Nieto le pidió alargar su estadía hasta noviembre -información que aún no es anunciada oficialmente-.

Y es que efectivamente, la situación en el mercado ya se estaba enturbiando más, agregando la incertidumbre que provocaba la sucesión. Como se ha informado, el mejor posicionado no es el más querido entre los banqueros.

Alejandro Díaz de León es sin duda al que se le ven más chances de llegar pero el mercado se siente más identificado con nombres como Alejandro Werner -aunque sin posibilidades-, con Manuel Ramos Francia o incluso como con Ernesto Zedillo, incluso con mayor prestigio que el propio Meade.

La situación se complicaba mientras una creciente volatilidad en el mercado financiero acecha, pendiente a las acciones en Estados Unidos respecto a la relación comercial con México y el Tratado de Libre Comercio.

Y el gobierno también tiene sus tensiones respecto al destino del Banxico. "Las elecciones de mitad de año también están enturbiando el ambiente", reconocen economistas en diálogo con LPO.

"Por estos argumentos, podríamos inferir que un acuerdo político que posponga la salida de Carstens contribuirá a que la incertidumbre sea menos. Trataer que los temas políticos no contaminen el ambiente económico", señala.

Y es que la salida original del gobernador del Banxico estaba prevista para junio, mes en que el Estado de México decidirá a su nuevo gobierno, en unas elecciones que ya los precandidatos reconocen como "la más reñida".

Al gobierno le asusta el avance que está logrando la izquierda por parte de Morena, "Si ganara Delfina Gómez cimbraría el corazón de este gobierno". 

Por ahora se enfrenta ante el alfil de Atlacomulco, Alfredo del Mazo y Josefina Vázquez Mota, que se lanza asegurando la unión de los panistas. Mientras que el PRD sigue en una pelea interna pero que todo apunta a Juan Zepeda.