Andrés Manuel López Obrador ha sido un duro crítico de los incrementos en las obras de infraestructura durante sexenios anteriores, sin embargo, el Tren Maya, uno de los proyectos emblemas de la 4T, no ha dejado de sufrir impactos al alza en su costo.

En 2018, el Tren Maya contemplaba una inversión de entre 120 mil millones y 150 mil millones de pesos, con una longitud de mil 525 kilómetros, sin embargo, desde entonces, los pedidos para incrementar su presupuesto no han parado, sin embargo, en 2020 ya se reportaba un incremento de 19% a 139 mil millones de pesos. Y los incrementos siguen.

En una entrevista para el diario Milenio, Rogelio Jiménez Pons dio a conocer un incremento de 30%, pues ahora se calcula que la obra en el sur del país cueste por arriba de los 200 mil millones de pesos. Si se compara con el presupuesto original, el porcentaje de incremento es mucho mayor.

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De acuerdo con el funcionario, esto se debe a que el proyecto "tendrá un mejor y mayor alcance", destacó principalmente que la mitad de las vías serán de doble vía y el otro 50% será eléctrico. En este escenario, han aumentado los pedidos presupuestarios a Hacienda por parte de Fonatur.

Si bien la economía mexicana está luchando por dar señales de recuperación, el funcionario asegura que hay recursos para la obra: "Se están liberando recursos públicos, cada vez hay más ahorro y los aspectos macro económicos del país se encuentran bien", dijo.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, ha dicho, en sus primeros discursos públicos, que en el presupuesto para 2022 se le seguirá dando peso a las obras torales de este gobierno. Será el 8 de septiembre cuando entregue el Paquete Económico y se pueda conocer a detalle el etiquetado de esta obra.

En opinión con LPO, el analista Ignacio Martínez, coordinador de LACEN-UNAM, hay otros factores que pueden explicar estos incrementos, como es la inflación, que en su opinión pueden implicar hasta un alza de 15% en los materiales, así como cuestiones propias de los terrenos, que "suelen enfrentar este tipo de obras", pero también destacó que habría de revisarse qué tanto de estos incrementos se relacionan con las obras paralelas al tren: como proyectos de desarrollo, o derechos de vías, entre otros.