En las primeras horas de hoy jueves tuvo lugar una reunión en el edificio Eisenhower en Washington DC en la cual un grupo de senadores republicanos presionaron al representante comercial Robert Lighthizer para dar por terminada su propuesta de cláususla Sunset que sometería a revisión al TLCAN cada cinco años.  Si Lighthizer cede y al mismo tiempo Canadá se sienta a la mesa de negociación hay chances de que haya nuevo Tratado este mismo mes.

Hoy jueves Lighthizer se reúne en DC con Ildefonso Guajardo y Jesús Seade, jefe negociador designado por AMLO. El lunes se sumaría a las pláticas Chrystia Freeland, canciller canadiense.

Fuentes de la capital estadounidense confirmaron a LPO que la reunión fue organizada por el senador republicano de Texas John Cornyn. Lo apoyaron otros pares como Ted Cruz, Lindsey Graham, Pat Roberts, Rand Paul y Cory Gardner. El pasado lunes según la prensa de EU estos mismos senadores conversaron a puertas cerradas con el secretario del Tesoro Steve Mnuchin.

Giros del destino. En el tramo más decisivo de la renegociación, los demócratas guardan un perfil bajo, prácticamente ausente. Los republicanos, en cambio, se mueven a toda velocidad por sus nexos con el empresariado que desea salvar el TLCAN a toda costa.

El discurso de los senadores para con Lihghthizer es que EU ya sale bien ubicado con el nuevo eje de la negociación: habrá más contenido regional y México aceptará discutir los salarios del sector automotriz. Ya hay elementos para resaltar en la campaña por la elección de medio termino.

Lighthizer, que es el inventor de la cláusula Sunset, solo dará marcha atrás con ese objetivo si así se lo pide Donald Trump. No por nada en otras reuniones del representante comercial con legisladores él ha dicho que su único público, lo único que le importa, es Trump.

Los senadores de Texas son los más interesados además por temas electorales. Los demócratas están creciendo en la carrera por el Senado y los empresarios condicionan apoyos monetarios a grandes esfuerzos en pos del TLCAN. La ausencia del acuerdo en plena guerra comercial que detona aranceles casi todas las semanas ubica a Texas en una posición por demás comprometida.