LPO había adelantado que José Antonio González Anaya buscaba culpables por la crisis desatada en el ámbito financiero tras el hackeo a la banca mexicana. Finalmente la primera baja fue en Banxico, donde presentó la renuncia la directora general de Sistemas de Pagos y Servicios Corporativos del Banco de México, Lorenza Martínez.

Su salida se presenta hoy de modo edulcorado como una renuncia ya digitada, pero lo cierto es que en la última hora del martes tras reunirse con directivos de la PGR y el Cisen, el secretario de Hacienda definió la salida de esta funcionario cercana a Carstens.

En septiembre del año pasado Carstens operaba para que Martínez fuera incorporada a la junta de gobierno del banco central como subgobernadora. La funcionaria tiene 12 años de experiencia en la entidad y también ha trabajado en la SHCP como Titular de la Unidad de Seguros y Pensiones y en la Secretaría de Economía como Subsecretaria de Industria y Comercio. 

Un ejemplo de economía ortodoxa pero que está muy enfrentada con Manuel Ramos Francia. Esto a simple vista no sorprende porque Ramos Francia acumula conflictos casi con todas las figuras de peso de la entidad. El problema con Martínez detonó cuando esta era directora de estudios económicos del Banxico.

Ramos Francia la veta para la Junta porque alega que no tiene experiencia en los temas de estabilidad financiera y la tradicional estabilidad monetaria. Señala que sus pocas publicaciones no avalan conocimiento o investigación en estos temas y no tiene experiencia operativa en mercados. Luis Videgaray tampoco la avalaba. El escándalo cibernético fue la chance de estos actores de retirarla del cargo.

Banxico finalmente reconoció el hackeo, han mantenido oculto el monto robado, que especialistas calculan en 820 millones de pesos. Según autoridades, 4 bancos e instituciones financieras han presentado cinco denuncias que han sido concentradas por el MP en una sola carpeta de investigación.

Las autoridades financieras sospechan que los hackers lograron robar el dinero en una operación en la que pudieron haber recibido el auxilio de empleados de las instituciones bancarias.