El gobernador de Banxico participó de dos reuniones internas el día de ayer martes en las cuáles señaló que la inflación se está desacelerando. El dato que recalcó varias veces es que la cifra estimada por Banxico  para el primer trimestre era de un 5.5 de inflación general y finalmente fue del 5.3.

Juegan a favor de la entidad dos factores inesperados a finales del año pasado. El tipo de cambio atraviesa la temporada electoral sin alteraciones de gran calibre y la Reserva Federal de EU mantiene por ahora sin cambios el costo del dinero.

Son datos relevantes especialmente para José Antonio González Anaya, que en sus incursiones a Los Pinos ha prometido en reiteradas ocasiones que este año la inflación será menor lo cual será una ventaja electoral para el PRI.

En paralelo también parece haber ingresado en un impasse el plan de Roberto Campa de discutir una nueva suba al salario mínimo, lo cual habría incrementado la presión inflacionaria.

Con este panorama, la zona que asoma como causante de posibles turbulencias es la resolución del TLCAN que de no concretarse de manera favorable podría generar un brote especulativo.