Salomón Chertorivsky aseguró que Agustín Carstens, al frente del Banco de México (Banxico), frenó la posibilidad de que la Conasami pudiera discutir un aumento al salario mínimo mucho más alto, al menos, que alcanzara la línea de bienestar establecida por la Coneval.

La crítica se suma a la de la Coparmex, que al conocer la decisión de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), reprochó que no se hubiera considerado su propuesta de llegar a los 95 pesos, lo que aseguran, podría alcanzar esa línea establecida para combatir la pobreza.

La Conasami aprobó este martes un incremento al salario mínimo de 10% aplicable a partir del primero de diciembre, es decir, que ahora será de 88.36 pesos. "No se trata de un ajuste menor. Hace cinco años el salario era apenas de 60 pesos y el salario ha tenido una recuperación del 45% en términos nominales", dijo el Presidente Enrique Peña Nieto al celebrar la decisión.

Pero para la Coparmex, el incremento es "limitado". Lo mismo para el funcionario capitalino que ha empujado la discusión desde hace ya varios años.

"A todas luces no es suficiente", dijo Chertorivsky en entrevista radiofónica, quien explicó que a pesar de que ya estaba todo sobre la mesa para un mejor avance, "otra vez la decisión se quedó a medias".

En su opinión, el gran responsable de esto es Agustín Carstens. "Todavía en algunos actores impera un tema más ideológico, más de algunos años y no han reparado en revisar toda la evidencia empírica, robusta que existe para México, para el mundo", asegurando que los temores que se tienen al respecto, de que pudiera impactar negativamente en la economía -principalmente en cuestiones inflacionarias- no han resultado así.

"En particular el banco de México y su Gobernador metió miedo, sin dar un argumento más detallado, más fino, simplemente metió medio y lleva a la Conasami a tomar una decisión en medio", acusó, refiriéndose también a la propuesta más elevada de la confederación patronal que preside Gustavo de Hoyos. 

Públicamente Carstens ha sido el mayor opositor al alza salarial. Ya desde mediados de año en sus minutas de las juntas de Gobierno del banco central se leía la inquietud sobre este tema. Entonces ya alertaba de presiones a la inflación por "una tendencia a la alza de los costos laborales". 

El discurso comenzó a replicarse en otros espacios y se hizo más evidente tras la visita del Primer Ministro, Justin Trudeau, cuando el gobernador del Banxico criticó el discurso del canadiense, al señalar que "no era sostenible" un alza salarial. 

Pero la presión por un incremento ya era evidente. En tanto que la Coparmex se había vuelto muy activa en el tema, el mismo Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aceptó que ya había un consenso para subir el salario, pero también hablaba de "prudencia".