El TLCAN ya genera divisiones en la política doméstica canadiense. El Partido Conservador, principal fuerza de oposición, dice que el gobierno de Justin Trudeau está aprovechando la renegociación del tratado para instalar una agenda social y política que está demorando la conversaciones con EU y México.

El jefe conservador Andrew Sheer dijo a la prensa de su país que hay muchos empleos en juego en la renegociación y que "no debe utilizarse para instalar temas de la agenda del gobierno, sino que debe ser una renegociación concreta y veloz".

Sheer dijo algo muy similar a lo que se cree en el cuarto de junto de México. La agenda de la canciller Chrystia Freeland en temas ambientales, de género y de pueblos originarios podría terminas demorando excesivamente las conversaciones.

En la ronda de CDMX Canadá planteó que pretende que los tres miembros del TLCAN suscriban pactos ambientales que son los mismos del TPP. Esto choca con la postura de los negociadores de EU que quieren priorizar otras cuestiones. Además, Donald Trump viene de retirar a su país del Acuerdo de París.

Esa decisión fue muy cuestionada por Trudeau que tiene una fuerte plataforma ambiental en su administración. El Gobierno mexicano teme que este tema desarrolle disputas excesivas porque de ocurrir podría estirar los tiempos y el TLCAN quedaría envuelto en la campaña presidencial de México así como en las elecciones de medio termino de EU lo cual paralizará al Congreso en Washington.

En México los negociadores de Canadá colocaron sobre la mesa de discusión el texto del Acuerdo de París lo cual irritó a los estadounidenses. Por eso sobre un tema blando como ecología, sobre el cual se esperaban lograr acuerdos, no ha habido prácticamente avance alguno en esta segunda ronda.