Como suele ocurrir en los supuestos de la economía mexicana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiende a tener una perspectiva más positiva que la del mercado. No fue la excepción en le entrega del Paquete Económico 2018, pero esta vez, los expertos ven con preocupación el optimismo presentado por José Antonio Meade.

Los supuestos de los que partió la SHCP para pensar el presupuesto del próximo año contemplan un crecimiento de la economía entre el 2 y 3%, con una inflación del 3% y un tipo de cambio promedio de 18.1 pesos por dólar.

Con ello, Meade asegura que el último año de Enrique Peña Nieto al frente de la presidencia, se logrará un superávit que casi alcance el 1%, una deuda que representará el 47.3% del PIB, con un gasto por 113 mil millones de pesos más de lo aprobado en este año.

Las dudas no tardaron en aparecer. "Hoy en día lo que puede dar estabilidad macroeconómica solo es desde el punto de vista de los precios petroleros. Pero si consideramos que el próximo año seguiremos con tasas de interés altas y esto desincentiva inversiones y el tipo de cambio continúa volátil por las elecciones y la renegociación del TLCAN, será complicado alcanzar el estimado del PIB", explicó el economista Julio Soto, de Consultores Internacionales, en diálogo con LPO.

Cuartoscuro

El analista Esteban Polidura de UBS, consultado por LPO, no descarta un escenario parecido a enero de 2017 replicado un año después, con un dólar en sus niveles más altos.  Pronóstico efectuado recientemente por el Bank of America.

También contemplando los riesgos del proceso electoral, el consenso de analistas que realiza Banxico apostaba por un crecimiento económico para México en 2018 de apenas por arriba del 2%. Según Soto  para lograr los objetivos propuestos, el país tendrá que tener un crecimiento de 2.5%. "Este paquete parece que depende totalmente del crecimiento del PIB. Si el PIB no crece como estima Hacienda, se verá debilidad en los Ingresos y se presionará al gasto", indicó.

Lo que el especialista recalca es que para este paquete el Gobierno está dependiendo principalmente de los ingresos tributarios y no tributarios -que están 16.41% por arriba del año anterior, un incremento considerable-. 

"No es un presupuesto que motive el crecimiento económico ni la inversión. Este gasto no va apoyar el crecimiento económico", señaló el economista. Que recordó que este rubro también estuvo frenado en este año y el mayor impulso provino del consumo. "Pero ningún país logra sostenerse solo por el consumo", alertó.