Un escenario de incertidumbre respecto al devenir del TLCAN, la posibilidad -por un momento- de que pudiera quebrarse reabrió una exigencia al Gobierno desde amplios frentes: México ya no puede pensar su desarrollo económico solo en relación con otros países. 

Personajes como Carlos Slim hablaron de mirar al mercado interno, lo mismo que académicos, que comenzaron de nuevo la vieja discusión de impulsar una política industrial, carente en el país. 

Al llamado se une Dani Rodrik, economista y catedrático de Harvard expresó ante diputados que para el desarrollo económico de México es indispensable que mire a su interior y se enfoque en impulsar una política industrial, disminuyendo su dependencia al exterior del país.

Durante la conferencia magistral: "Un nuevo mundo ¿una nueva estrategia de desarrollo?", organizada por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, (CEFP) de San Lázaro, Rodrik explicó que se debe financiar fundamentalmente en el crecimiento industrial al interior del país y menos en la globalización y el comercio internacional.

Puntualizó que "la globalización no debe verse como una estrategia de desarrollo", especificando que no se trata de dar la espalda a los acuerdos económicos internacionales como el TLCAN, del cual reconoce "bondades".

Pero señaló que el crecimiento económico de países como México requiere fincarse "en el crecimiento e integración industrial interior, a través de una colaboración estrecha entre el sector público y el privado, para eliminar lo que no ha funcionado" y fortalecer lo útil, productivo y eficiente, a fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo.

En ese escenario, propuso ya no apostar todo al comercio internacional, como base del desarrollo nacional, sino a una "integración de la actividad productiva nacional, creando políticas industriales desde el sector gubernamental".

Esa es su propuesta para reducir la brecha existente entre los dos méxicos: uno altamente industrializado y productivo, con empresas muy competitivas, y otro con industrias que tienen muy baja productividad y trabajadores mal capacitados.

Y respecto a la próxima renegociación del TLCAN, consideró que "no registrará cambios sustantivos, sino solamente en algunos sectores como el azúcar o el acero".