Siguen los ajustes al aza para en los pronósticos económicos para México. Este martes fue el Banco Mundial (BM) en que revisó su estimado al alza al pasar de 0.9% proyectado a inicios de año a 2.5%, para el cierre de 2023. Si bien es una mejora considerable, aún queda debajo de los estimados del gobierno y es menor al crecimiento de 3% del año pasado. 

Además, para 2024 el banco también considera un crecimiento menor, en 1.9%, en un contexto donde considera que la economía mundial "se encuentra en una situación precaria".

El nuevo estimado del banco resulta optimista en contraste con otros cálculos en el mercado, por ejemplo, en el consenso que realiza Citibanamex el estimado es de 1.9%; mientras que Banco de México (Banxico) espera que sea de 2.3%, en ambos casos resultó en un aumento considerable respecto a sus consideraciones de inicio de año.

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Sin embargo, resulta menos optimista que el gobierno mexicano. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) considera un crecimiento de alrededor de 3%, mientras que a inicios de este mes, el presidente López Obrador se mostró incluso más optimista al considerar que la economía crecerá 4% al cierre del año, pues argumenta que ha habido una muy buena recuperación de empleos, además de la captación de remesas.  

Las mejores expectativas se explican principalmente por un desempeño económico mejor al esperado a inicios de año, en donde las exportaciones dejaron de ser el principal motor para el Producto Interno Bruto (PIB) sino el consumo, factor que seguirá jugando un papel clave para el país en lo que resta del año, de acuerdo con el informe de este martes del BM.

No obstante, el nerviosismo persiste sobre los impactos de las altas tasas de interés, sobre las que Banxico ya advirtió que mantendrá por al menos dos años. 

Vale decir que la expectativa económica para México por parte del BM sobresale del promedio estimado para América Latina y el Caribe, cuyo crecimiento se espera para el cierre de este año en 1.5%, una desaceleración desde el 2% del año pasado.

Estas perspectivas se enmarcan en una visión pesimista a nivel global, donde también advierten una desaceleración de 3.1% en 2022 a 2.1% al cierre de 2023. "Estamos muy lejos de alcanzar el dinamismo necesario para poner fin a la pobreza, contrarrestar el cambio climático y reponer el capital humano", señaló Ayhan Kose, economista en jefe adjunto del Grupo Banco Mundial.

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Entre las preocupaciones del banco se encuentra que se presenten nuevas tensiones financieras en las economías avanzadas que generen efectos secundarios más generalizados. "Los responsables de la formulación de políticas de estas economías deben actuar con prontitud para evitar el contagio financiero y reducir las vulnerabilidades internas a corto plazo", dijo el ejecutivo.

Vale destacar que para Estados Unidos también esperan una desaceleración importante: este año prevén que su PIB crezca 1.1%, pero para el año que viene caiga hasta el 0.8%, "debido, principalmente, al impacto persistente del marcado aumento de las tasas de interés que se registró durante el último año y medio", señala.