El Producto Interno Bruto (PIB) del 2023 creció en 3.1%, de acuerdo con la estimación de INEGI publicada este martes. El dato se alinea a los estimados del gobierno, aunque muestra señales de desaceleración.

Este es el tercer año de crecimiento durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, luego de haber arrancado el primer año con una caída de 0.3%, seguido del desplome de 8.6% en 2020 debido a la crisis por la pandemia de Covid-19. Y vale recordar que en 2021 la economía creció 5.7% y en 2022 en 3.9%.

Los resultados que se dieron a conocer esta mañana resultan un tanto decepcionantes para el mercado, que en el consenso mostraba expectativas de crecer hasta 3.4%. Aunque vale decir que es un pronóstico que fue modificándose a lo largo del año, pues a inicios de este se esperaba que el crecimiento fuera apenas de 1%.

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Bajo ese panorama, las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) resultaban muy optimistas, al considerar un rango de crecimiento entre 2.5 y 3.5% al cierre de este año, lo mismo que para Banco de México (Banxico).

Sin embargo, la resiliencia de la economía estadounidense (que esquivó la recesión) así como del consumo interno, sorprendieron a especialistas, por lo que fueron mejorando las expectativas. Otro motor primordial para la economía durante este año fue la construcción, impulsada principalmente por las obras emblema del gobierno, pero también se vio un avance por parte de la inversión privada, lo que impulsó fuertemente el desempeño económico de los primeros trimestres del año.

Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público.

Cuartoscuro

No obstante, para el cuarto trimestre del 2023 se observaron señales de desaceleración, pues los datos a tasa trimestral se estancaron: de octubre a diciembre la economía avanzó solo 0.1% frente al trimestre anterior. 

A detalle, la industria tuvo una variación de 0%, los servicios o actividades terciarias mostraron una variación positiva de 0.1%, en tanto que se observó una caída de 1.1% por parte de las actividades agropecuarias, por lo que la economía perdió dinamismo luego del fuerte avance de los trimestres previos.

En opinión de analistas de Citibanamex, los resultados del último trimestre se explican por un debilitamiento en la demanda externa, así como la desaceleración de la demanda interna, pero también asumen impactos del huracán Otis, el cual impactó al estado de Guerrero el 25 de octubre.

Para el último año de gobierno de AMLO el mercado prevé que la economía sigua creciendo, pero a una tasa menor a la de este año. De acuerdo con el consenso, el crecimiento rondará el 2.5%, tras algunos ajustes al alza en los últimos meses.

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La desaceleración viene de la mano con la expectativa de que la economía de Estados Unidos se enfirará ante las altas tasas de interés, así como un menor dinamismo en la parte de construcción en México para la segunda mitad del año -por parte de las obras del gobierno-, así como una menor inversión gubernamental y una pausa en la privada ante el cambio en la presidencia tanto en México como de EU.

Aunque en anterior diálogo con LPO, el director de análisis de Banorte, Alejandro Padilla, reconoció que también puede venir un motor extra si se siguen consolidando las inversiones por nearshoring, que puedan lograr un mayor crecimiento, acaso cercano al 3% que el gobierno vuelve a estimar.