El desempeño de la Inversión Fija Bruta durante el segundo trimestre del año sorprendió positivamente al mercado, principalmente por la fuerte reactivación de la construcción, con lo que mostró un crecimiento de 8.1% durante todo ese periodo, superando el avance trimestral del PIB, que fue de 0.8%.

El avance se consolidó en junio, como se puede observar en los datos publicados por INEGI este lunes. Durante ese mes, la inversión avanzó a tasa anual 28.6%, que resulta en su tasa más alta en poco más de dos años y se vio impulsada por la construcción, que avanzó 37% frente a junio de 2022. El impulso provino principalmente de la construcción, que avanzó 37%.

A su interior, las variaciones anuales de los rubros de construcción no residencial y de inversión en maquinaria y equipo importado ascienden a 70.25% y 28.01%, respectivamente, que son de las más altas en el registro histórico.

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Analistas de Banorte y Monex consultados coinciden en que el impulso de la inversión durante este periodo proviene principalmente del gasto de construcción en los proyectos prioritarios de esta administración, principalmente del Tren Maya y el corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Este último en particular se prevé siga sumando en el mediano y largo plazo, pues se prevén hasta 52 proyectos en torno a éste, de ahí el avance tan fuerte en la construcción no residencial.

Por otro lado, también se ven efectos favorables por el nearshoring, sobre los espacios industriales, del gasto gubernamental en proyectos de infraestructura y por las facilidades que la apreciación del tipo de cambio brinda a las empresas que adquieren equipo del extranjero-

En contraparte, el rubro residencial mostró afectaciones. A tasa anual mostró una variación de 0.8% y comparado con mayo cayó 2.6%. De acuerdo con analistas de Banorte esto se relaciona con volatilidad ante las altas tasas de interés.

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Con la lectura de estos datos, en el mercado se refuerza una proyección más positiva sobre el crecimiento económico de este año, que inicios de 2023 resultaba más pesimista ante la perspectiva de un enfriamiento de la economía estadounidense, que por ahora no se ha materializado.

En su más reciente revisión Banco de México hizo un fuerte ajuste al alza en sus proyecciones económicas, anticipando ahora un crecimiento de 3% para el cierre de este año y una desaceleración de 2.1% para 2024, menor a la estimada a inicios de año.