Luego de haber votado a favor de la ratificación de la ahora exfiscal de la CDMX Ernestina Godoy y de sufrir la expulsión por parte del PRI, la diputada Mónica Fernández rompió el silencio con una conferencia de prensa, donde calificó al líder tricolor, Alito Moreno, como un "dictador". "Yo no renuncio, me expulsa el partido", aseguró.

El pasado 8 de enero el Congreso de la CDMX rechazó la ratificación de la fiscal, pero dos votos de la coalición opositora llamaron la atención, los de Mónica Fernández y Wesly Chantal Jiménez, quienes apoyaron a la titular del Ministerio Público. Automáticamente, abandonaron el recinto legislativo y fueron expulsadas por el líder del partido, Alito Moreno, quien calificó su accionar como una traición.

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Finalmente, este jueves Mónica Fernández rompió el silencio. En conferencia de prensa apuntó contra Alito Moreno, a quien criticó por haber "convertido al instituto en la burla y la decadencia social". "Me expulsa Alejandro Moreno, quien no conoce el respeto a la libertad de expresión", denunció y agregó: "Yo no traicioné a nadie. Traidor es aquel que está en el partido y trabaja para otro partido en la misma demarcación".

"El verdadero priismo no está a voluntad de Alito Moreno. Lealtad no es obediencia ciega y militancia no es servilismo", sostuvo la legisladora oriunda de Venustiano Carranza, quien remarcó que se negó a "seguir líneas, órdenes y condiciones" que, consideró, buscaban favorecer al propio Alito Moreno. "No permitiré que desde lugares cómodos de poder se mancille el trabajo que he realizado a lo largo de mi carrera", profundizó.

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Sus declaraciones tuvieron un tono similar al que empleó el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, cuando abandonó el PRI para crear la Alianza Progresista, que trabajará en favor de la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. A raíz de esto, fuentes de la alcaldía reconocieron que ya existen conversaciones para sumar a la diputada a sus filas. "Ya están en pláticas", le aseguraron a esta redacción.

A pesar de esto, Fernández sostuvo que, por ahora, trabajará como "diputada sin partido" a pesar de haber recibido llamados e invitaciones de diferentes partidos para sumarla a sus filas. "Todos me mandan saludos, pero soy diputada sin partido", remarcó a la espera de que en febrero el Palacio de Donceles vuelva a sesionar de manera ordinaria, lo que la obligará a volver a ver a sus ahora antiguos aliados.