La crisis hídrica es el problema es uno de los problemas más graves desde que Luis Lacalle Pou llegó al gobierno de Uruguay. Como adelantó LPO en mayo, la sequía generó problemas con el agua potable en un problema que se remonta a finales de abril, cuando el agua corriente de Montevideo y de la zona metropolitana cambiaron su composición y sabor, como consecuencia del déficit hídrico que golpea a la región desde hace tres años, dándole un gusto salado.
Consciente del problema, el gobierno decretó la emergencia agropecuaria como primera medida el 9 de marzo del 2020, que se fue extendiendo en rubros y en territorio hasta que en octubre del 2022 se declaró en el todo el país.
Uruguay sufre una fuerte sequía que afecta el agua potable y complica al gobierno
Sin embargo, como ocurrió en otros casos que afectaron a la coalición, Lacalle Pou recién reconoció el problema en junio cuando terminó de reconocer la posibilidad concreta que los uruguayos no puedan tomar agua potable y tengan que abastecerse con agua embotellada, cuya logística aún no está definida.
En el debate público entre oficialismo y oposición, surgen reproches en torno a las obras que no se realizaron para evitar esta crisis inédita. El gobierno anunció el año pasado una mega-obra que se llama Proyecto Neptuno, que tomaría agua del Río de la Plata pero nunca se concretó por tener objeciones vinculados a la real utilidad por los periodos de salinización.
No obstante, el Secretario de Gobierno Alvaro Delgado dijo que "el futuro de la solución del problema está en Neptuno", insistiendo en la realización de este proyecto que recién podría concretarse durante el próximo gobierno. Cabe señalar que el año próximo habrá elecciones presidenciales en Uruguay y Delgado es uno de los posibles candidatos del partido de Lacalle Pou.
En la oposición agrupada en el Frente Amplio remarcan que el Presidente no continuó un proyecto con financiamiento de la CAF llamado Cazupá, que podría haber paliado esta situación. "Es insólito que la gente esté a pinto de quedarse sin consumo de agua en sus casas y los funcionarios ya piensan en las elecciones", dijo una fuente de la oposición a LPO.
El problema afecta la salud pública de los uruguayos. La hipertensión arterial es un trastorno muy prevalente, casi el 37% de los uruguayos tiene presión arterial elevada y de ellos la tercera parte no lo sabe.
Ante este cuadro, LPO conversó con la vicepresidenta del Frente Amplio y bióloga, Verónica Piñeiro, quien dijo que que "Uruguay se encuentra por tercer año consecutivo con deficit hídrico pronunciado en el sudoeste del país y por eso tenemos problemas con las reservas de agua bruta para su potabilzaición"
La dirigente opositora sostuvo: "Estamos planteando que el gobierno llegó tarde y mal a esta crisis, en la zona metropolitana viven la mitad de la población y no tenemos agua potable. Recién se hicieron cargo del problema hace dos semanas. Las intendencias de Montevideo y Canelones (ambas gobernadas por el Frente Amplio) arrancaron antes para apoyar a las poblaciones más vulnerables"
"Seguimos sin ver medidas claras, anunciaron una serie de medidas de apoyo pero no vemos nada que aborde la crisis de forma integral. Nos nos dieron información clara respecto al cloruro y el sodio en el agua cuando eso afectaba a las embarazadas y a personas con hipertensión. Recien hace dos semanas se declara la emergencia hídrica, antes hubo un desconocimiento de la crisis", agregó Piñeiro.
La vice frenteamplista planteó que "la situación es muy crítica. Uruguay cuenta con la represa de Paso Severino que puede almacenar 60 millones de metros cubito y actualmente tiene un millón 600 mil. El gobierno no avanzo con un proyecto avanzado, con financiamiento de la CAF pero como era una obra del Frente Amplio decidieron no continuarlo". "Sólo tenían que ejecutar la construcción de una represa para aumentar la cantidad de agua y priorizaron una iniciativa privada que es mucho más cara, endeuda a la empresa pública y amenaza con la privatización del recurso, cuando la Constitución dice con claridad que debe ser el estado el que abastezca el agua", reprochó.
Finalmente, Verónica Piñeiro pronostica que "la crisis será larga, no hay pronostico de lluvia sostenida, la gente siente el aumento de los costos porque comprar agua embotellada es un gasto más, a pesar de la quita del IVA reciente. El gobierno no está dispuesto a revisar al tarifa de agua para aliviar ese nuevo gasto y hay complicaciones con la llegada de agua embotellada en las periferias. Ante eso hay que hacer un seguimiento claro con control de precios".
"Necesitamos una articulación interinstitucional, hay que convocar al Sistema Nacional de Emergencia para que se sienten los gobiernos departamentales y el nacional. Si tenes iniciada una obra en curso es mas fácil dirigir recursos, ahora están haciendo un trasvase entre el río San José y el Santa Lucía para sumar agua dulce. Lacalle Pou dijo que iba a terminar en 30 días pero se necesitan caños de Argentina y Brasil y la obra está demorada. Por eso decimos que llega tarde y mal a una crisis de una magnitud muy grande que nos sabemos cuando va a terminar", concluyó.
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- 106/07/2316:06Rarísimo ese problema del agua en Uruguay. Si hay un pais que tiene ríos y arroyos a mansalva es ese.