
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, echó al titular de Petrobras, el General Joaquin Silva e Luna, en medio de una fuerte suba del precio de los combustibles empujados por el incremento de los commodities en el plano internacional.
El militar retirado no quiso presentar la renuncia y cuestionó la intención del Gobierno de intervenir en los precios e interferir en la polÃtica de la empresa. "Las empresas públicas no pueden ni deben hacer polÃtica partidaria", criticó el saliente presidente en una exposición hace unos dÃas. Silva e Luna defendió el aumento del diesel en casi el 2% y la nafta en casi el 19%, en razón del alza del barril del petróleo debido a la guerra en Ucrania.
El designado para conducir la empresa petrolera insignia de Brasil es Adriano Pires, director del Centro Brasileño de Infraestructura, quien se desempeñaba como asesor informal del Ministerio de Minas y EnergÃa.
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Pires comparte la polÃtica de precios actual pero defiende la aplicación de fondos del gobierno para que el alza no llegue de forma directa a los consumidores. Se trata de una posición alineada al Gobierno que ha decidido como prioridad intervenir para evitar los aumentos de los precios, que en febrero superó el 10% acumulado en los últimos 12 meses, en medio de una compleja campaña electoral.
A su vez, el arribo de Pires no es del gusto del ministro de EconomÃa, Paulo Guedes, porque afectará la polÃtica de austeridad fiscal que defiende la cada vez más vilipendiada ala liberal del bolsonarismo que, como adelantó LPO, decidieron esconder durante todo el proceso electoral.
El especialista en petróleo y gas de Brasil, Bruno Epiro, dijo a LPO que "la razón del cambio es la falta de alineamiento del presidente Silva e Luna con Jair Bolsonaro que está tratando de ser reelegido, y el combustible caro es malo para la población y todavÃa se refleja en la inflación en su conjunto". "Silva e Luna estaba adoptando una posición de que el precio de Petrobras tiene que ser el precio de paridad internacional, y cuando hubo un aumento del petróleo en el mundo, el aumento del precio se transmitió aquà en Brasil y de forma abrupta, lo que disgustó a Bolsonaro", agregó.
Epiro planteó que "el reemplazo del presidente de Petrobras es una forma de Bolsonaro de decir que está tratando de bajar los precios, ya que Petrobras tiene prácticamente el monopolio".
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Sobre el nuevo presidente, el especialista dijo que "Adriano Pires ahora responderá a Bolsonaro. En teorÃa, tendrÃa que responder ante los accionistas porque, en primer lugar, Petrobras es una empresa de capital abierto y mixta. Pero Bolsonaro quiere demostrar que manda y, por tanto, es correcto decir que Pires le responderá. A mi modo de ver, los militares más alineados con Bolsonaro y su proyecto de reelección, ahora piensan que el camino es ser más populistas. Justo como le gusta a Centrão". "Yo creo que en cuanto a los militares, deben estar bastante divididos", añadió.
En ese punto, una fuente cercana al ala miliar dijo a LPO que "hubo una conversación entre Bolsonaro y el ministro de Defensa y casi seguro candidato a vice, Walter Souza Braga Netto, en la que se habló del consenso de los militares con la decisión, básicamente porque lo que quieren es que exista un alineamiento polÃtico de todos los generales en el Gobierno".
Sobre los rumores de privatización de Petrobras, Epiro sostuvo: "No lo creo. Antes de las elecciones dirÃa que es imposible. Además de no tener tiempo debido a los trámites para privatizar Petrobras antes de las elecciones, tendrÃa que pasar por una votación en el pleno. Además, esto va en contra de lo que le gustarÃa al Centrão, que es posición y mando dentro de las empresas estatales". "Privatizar Petrobras es quitar por completo a la empresa de las manos de los polÃticos. Bolsonaro solo dice que le gustarÃa privatizar la empresa porque es una forma de "sacar su cuerpo" de la impopularidad que genera el problema que es el aumento de los precios de los combustibles", aclaró.
Por último, Bruno Epiro, realizó una evaluación sobre la gestión de Bolsonaro en estos cuatro en lo que respecta a la principal petrolera y aseguró: "Creo que el hecho de que la empresa se haya centrado solo en lo que es fuerte, en el negocio principal, y por lo tanto rebajó costos y redujo sus deudas fue totalmente correcto. La empresa estaba en quiebra y se convirtió en la empresa más apalancada del mundo, lo cual es terrible. Pero esta estrategia no era de Bolsonaro, sino del gobierno de Temer".
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"Lo que acertó Bolsonaro fue poner gerentes que entendieron la situación de la empresa y continuaron con lo que ya habÃa iniciado el gobierno de Temer. Ese fue el gran éxito de Bolsonaro, al haber cumplido con el plan del gobierno de Temer. Incluso, el presidente elegido en ese momento fue Roberto Castelo Branco, amigo personal de Paulo Guedes, quien manejó bien la empresa después de mucho tiempo", culminó.
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