Emiliano García-Page ha decidido ser la contracara del liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE. Crítico del acuerdo con Carles Puigdemont y la amnistía, ausente en la Convención Política del fin de semana pasada donde el partido formalizó el poder absoluto del sanchismo y ahora, nuevamente en contra de las decisión de la conducción socialista tras ceder en el alcance de la ley pactada con Junts que modifica los delitos de terrorismo.
En ese contexto, el presidente de Castilla-La Mancha ha considerado que el PSOE se encuentra ahora mismo "en el extrarradio de la Constitución, a punto de pisar la frontera constitucional". "No hay terrorismo bueno y terrorismo malo", ha enfatizado.
"Terrorismo significa tener intención de generar terror y, obviamente, hubo mucha gente organizadamente en aquellos días en Barcelona, en Cataluña, que quiso generar terror social. Eso es evidente", ha añadido, aunque ha reconocido que "eso no lo tienen que decir los políticos, lo tienen que decir los jueces", agregó.
García Page, el barón del PSOE que amenaza con disputar el liderazgo de Sánchez
García-Page ha hablando con la prensa durante la inauguración del estand de su comunidad en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) donde, eso sí, ha asegurado que el PSOE "no es un partido del que se pueda dudar constitucionalmente" ya que "tiene muy claro lo que es" la Carta Magna. No obstante, ha expresado que esa "frontera constitucional" no se pase nunca porque el PSOE es "esencial" como partido en España "y en la estructura constitucional del país".
Con respecto al contenido de la enmienda, García-Page ha ironizado asegurando que se siente "aliviado" al conocer su contenido, porque a los independentistas "todavía no se les ha ocurrido exigir, no ya que se les perdonen todos los atropellos y tropelías que hicieron, sino que les mantengan la inmunidad para los próximos atropellos que quieran hacer".
El barón socialista cree que el independentismo catalán "no busca solo la amnistía, busca la impunidad" y ha considerado que es "más prudente" esperar a ver "el texto final o la última exigencia que tenga Puigdemont". "No quiero ser un comentarista del día a día", ha aclarado.
García-Page ha afirmado que "es hora de que se respete a los jueces en su función de aplicar las leyes", ya que "el Parlamento puede hacer las leyes que quiera pero finalmente quienes las tienen que interpretar son los jueces".
Finalmente, preguntado por si le duele que los diputados elegidos por las circunscripciones de Castilla-La Mancha validen estos acuerdos, ha respondido que los diputados "se deben a sus votantes, no a los virreyes ni a los barones provinciales ni regionales".
"Esto no funciona así, sería muy malo para España. Lo que se decide en los grupos parlamentarios es lo que se decide por democracia, en votaciones internas, y ese es el voto que tienen que defender. Yo supongo que muchos están sufriendo, pero no soy quién para dar órdenes. A mí ya, hace mucho tiempo, que no me hace caso ni el Siri del teléfono", ha ironizado.
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