Para los socios políticos del PSOE, los que con sus votos van a reeditar la legislatura de Pedro Sánchez, las elecciones generales del 23 de julio "ratificaron la diversidad y pluralidad en el Estado", por lo que el ciclo político que se abre tiene la "oportunidad y el deber" de trabajar en un "nuevo acuerdo territorial".

Quien ha quitado este velo ha sido el lehendakari, Iñigo Urkullu, al proponer a través de una columna en El País celebrar, en el plazo de un año, una convención constitucional que permita "pactar una interpretación de la Constitución" sobre la cuestión territorial.

¿El objetivo? "Avanzar en el carácter plurinacional del Estado" y el desarrollo del autogobierno de Euskadi así como "del resto de comunidades históricas", aunque sin necesidad de reformar la Carta Magna.

Para Urkullu, esta propuesta -que en un acuerdo preliminar a la convocatoria, incluiría también "la bilateralidad o la capacidad de decidir pactada"- podría constituir "una forma flexible y creativa de plantear una salida a la actual encrucijada política" sin necesidad de modificación previa de la Constitución.

Su texto gira en torno a dos grandes preguntas: ¿Por qué en un Estado sólo puede haber una nación? y ¿por qué el Estado español no puede ser plurinacional?

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Un estado plurinacional, a grandes rasgos, es la organización política y jurídica de una sociedad con varias naciones unidas en un solo estado. Una nación de naciones, en otros términos.

La Constitución, en su artículo 2, no contempla este modelo. Sentencia que España es una "única nación con nacionalidades y regiones", y que la única titular de la soberanía es "la nación española".

 El pedido de Urkullu ha obligado al PSOE y a Sumar a posicionarse sobre el tema. El ministro en funciones de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, consideró este jueves "legítima" la propuesta. Aunque dejó en claro que no es una reforma que esté en la mente del Gobierno. 

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A juicio del PSOE, la propuesta busca "puntos de equilibrio" y de "acuerdo entre diferentes, dentro del marco constitucional".

"Aún no siendo nuestra propuesta, todo lo que suponga aportaciones al debate creo que siempre es positivo, no deja de ser un debate constructivo", puntualizó.

El Lehendakari, Iñigo Urkullu. 

Más receptiva se mostró la líder de Sumar, Yolanda Díaz, quien saludó la propuesta del gobierno de Euskadi y del PNV. Defendió la creación de un nuevo acuerdo territorial "que tenga que ver con la España plurinacional, con un país diverso".

La ministra de Trabajo subrayó que la nueva legislatura tiene que trabajar en un nuevo acuerdo territorial. A su juicio, España tiene que avanzar en "dos carreteras": "la agenda social y la agenda territorial".

Es ingenuo pensar que la cuestión territorial podría abrirse en clave constituyente solo porque Sánchez necesite de aliados independentistas para ser presidente en unas semanas

Unidas Podemos, socio de coalición en la pasada legislatura, hoy integrado en Sumar, lleva la "plurinacionalidad del Estado" en su programa político desde su fundación.  

Su exlíder, Pablo Iglesias, publicó este viernes una respuesta a esta propuesta. Sostiene que  "es ingenuo pensar que la cuestión territorial podría abrirse en clave constituyente solo porque Sánchez necesite de aliados independentistas para ser presidente en unas semanas".

"El PNV no quiere asustar a nadie y, lejos de proponer un proceso constituyente o un referéndum de autodeterminación, propone armar una Convención constitucional inspirada en la cultura anglosajona. ¿Qué es tal cosa? Básicamente algo que, sin asustar a los grandes poderes económicos, mediáticos, judiciales y policiales del Estado español, sirva para echar por tierra de una vez el agotado modelo autonómico y organizar un nuevo Estado de tipo confederal que asuma, por lo tanto, un sistema de soberanías compartidas", reflexiona.

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Y agrega: "El lehendakari es un político sensato y plantea algo sensato calculando que si el PSOE de Pedro Sánchez ha aceptado el uso del catalán, el euskera y el gallego en el Congreso y en Europa y está dispuesto a aceptar la amnistía que exige Carles Puigdemont, se abren grandes oportunidades a un PNV que, a diferencia de los independentistas catalanes y vascos, no debería asustar a nadie".  

Para Iglesias, de avanzar este debate, "la derecha uninacional (que es mucho más que el PP y Vox)", que entiende la unidad de España como "caso o motivo de guerra" no escatimará en medios para defenderla "sin reparar en molestias democráticas" si la ve cuestionada y amenazada.

Como era de esperar, los populares ya han salido al cruce de la propuesta vasca. El vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper, consideró que ahora mismo es prioritario "recuperar los principios constitucionales que reinterpretar la Constitución".

"Los temas son otros, no hay un problema de Euskadi con España", aclaró. Mientras, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, también recordó que hay "límites" que su partido nunca va a rebasar.

Vale recordad que el año pasado Bendodo generó un escándalo interno al defender la plurinacionalidad del Estado español en una entrevista. "He oído a Aznar afirmar públicamente que España era un Estado plurinacional, pluricultural y plurilingüístico. Eso es una realidad", dijo en aquel momento. Alberto Núñez Feijóo tuvo que salir de inmediato a aclarar que el PP no comulga en nada con el "plurinacionalismo".

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Vox cuestionó con dureza a Génova por esa afirmación. Santiago Abascal pidió aclarar que "España es una única nación" ,dentro de la que hay regiones históricas que han formado parte de España "desde hace milenios", pero "nada tiene que ver con nacionalidad", que es la española.

"No existe una España plurinacional, lo que existe es una única nación diversa", resumió el ya exportavoz del partido, Iván Espinosa de los Monteros.

Este jueves, la presidenta de la Comunidad de Madrid y figura de mucho peso en el PP, Isabel Díaz Ayuso, se hizo eco del debate y advirtió que "cada vez estamos más cerca de una república federal laica y plurinacional".