España sufrirá en los próximos días una inédita ola de calor. En algunas zonas del país los termómetros rozarán los 40 gradados, por lo que la última semana de abril tendrá temperaturas propias de julio. El histórico fenómeno se explica, según coinciden científicos y expertos, por los efectos del cambio climático.
El calor no solo alterará los hábitos de los españoles. También -por ejemplo- afectará a los cultivos y a una campaña agrícola que, en muchas comunidades autónomas, se da por perdida por la sequía y las altas temperaturas.
El aquí y ahora de la crisis climática multiplicará en España las acciones de "desobediencia civil" que, desde el 2021, se están llevando a cabo en distintos países de Europa para protestar por la "inacción" de los gobiernos ante una problemática que, nada menos, pone en juego el futuro de la humanidad.
En mayo, según pudo averiguar LPO, colectivos como Extinction Rebellion, Rebelión Científica o Futuro Vegetal incrementarán sus intervenciones. Este último grupo lanzó el lunes pintura negra (biodegradable) en las fachadas de las sedes del PSOE y del PP para visibilizar la falta de respuestas y de medidas estructurales de los dos principales partidos del arco político español.
Cinco activistas fueron detenidos por esta acción de desobediencia civil. Y si bien en las próximas horas recuperarán la libertad, se enfrentarán a una causa judicial por los delitos de desordenes público y daño patrimonial, proceso similar por el que atraviesa hoy un grupo de científicos por la protesta del año pasado en el Congreso de los Diputados.
Como era de esperar, la acción climática fue repudiada tanto por el PSOE como por el PP. "Condenamos cualquier acto de violencia e intimidación contra las formaciones políticas que representamos de forma legítima a los ciudadanos", expresaron los socialistas a través de un comunicado.
Los populares asociaron el "vandalismo" con la campaña electoral sin mención alguna al motivo de la protesta. "La izquierda radical pretende amedrentar a quienes vienen a los actos del PP y también en nuestra sede. Quedan 34 días. La mejor respuesta en democracia es el 28 de mayo. Frente a su intolerancia y radicalidad, urnas llenas de votos por la libertad", tuiteó el secretario general de Madrid, Alfonso Serrano.
Sin embargo, esta vez, el activismo climático fue respaldado por dos líderes de la izquierda: Iñigo Errejón y Pablo Iglesias. Por primera vez, Más País y Podemos se posicionaron públicamente ante este modalidad de protesta.
"Me parece que son acciones simbólicas y que la pintura se limpia, pero la crisis climática va camino a ser irreversible. Es verdad que se ha puesto de moda que todos digamos que hay otras formas de protestar. ¿Estaríamos hablando de esta protesta si no se hubiera hecho de forma tan llamativa? Es posible que no. Esto no significa que no tiene que haber límites a la protesta. Pero tenemos que ser honestos. Todo el mundo dice que hay formas de protestar que pueden ser más tranquilas y civilizadas, y cuando la gente protesta de esas maneras no sale en ningún sitio", explicó Errejón al ser consultado por el tema en el Congreso.
Y agregó: "La pintura se limpia. Lo que no vamos a poder recuperar si se seca es Doñana, no hay vuelta atrás. Y Doñana se puede secar con formas exquisitas. Puede haber gente que esté atentando contra el principal parque natural de nuestro país hablando muy tranquila, con chaqueta y corbata y diciendo que cumple todas las normas. Eso sí: acabando con uno de los principales patrimonios naturales de todos los españoles sin levantar la voz ni llamar la atención".
El líder de Más País dijo que es necesario "llamar la atención" porque el emergencia climática es "muy grave" y aclaró que prefiere quedarse "con la luna que con el dedo que apunta".
"Y la luna, el verdadero problema, es la crisis climática. Que haya activistas que utilizan la desobediencia civil para llamar la atención... pues lo hacen y a cara descubierta y asumiendo las consecuencias. A veces nos gusta mucho las cosas que hacía Martin Luther King que eran ilegales y cuando se hacen aquí nos gustan menos. Lo graves es el problema que señalan, no la manera de protestar", concluyó.
Iglesias, por su parte, subrayó que los activistas están "demostrando una generosidad enorme" defendiendo algo tan justo y trascendente como la salud del planeta. "Mi máxima admiración. Son activistas que se están jugando su libertad porque se enfrentan a multas muy serias y a que la Ley Mordaza actué sobre ellos", afirmó.
El exvicepresidente reconoció que mucha gente "dirá que lo pueden de hacer de otra forma". "Seguramente, pero no estaríamos hablando de ello. Las acciones de desobediencia civil buscan un tipo de impacto mediático que es necesario porque si no estás en los medios, no existes. Hay activistas que se están jugando su libertad. Están haciendo mucho más de lo que hemos hecho quienes hemos tenidos cargos públicos y cobrando por hacer política. Muchísima admiración por esos jóvenes que no han hecho daño a nadie. Que lo pintado lo van a cubrir todos los seguros y mañana va a estar todo perfectamente limpio. Habría que aplaudirles y homenajearles", puntualizó.
100 mil personas protestaron en Londres por la emergencia climática
La desobediencia civil como protesta por la crisis climática gana cada vez más adhesión en Europa. Más de cien mil manifestantes llenaron este fin de semana las calles de Londres en una concentración de cuatro días denominada "The Big One", convocada por 200 asociaciones de justicia ambiental y social.
Extinction Rebellion, colectivo promotor de la protesta, se propuso atraer a "multitudes" para reclamar al Gobierno más medidas contra los combustibles fósiles y para limitar el calentamiento del planeta.
El slogan de la protesta fue "unidos para sobrevivir", mensaje que interpeló a muchos ciudadanos preocupados por la crisis climática, pero con sus reparos a los "disruptivo sabotajes" (cortes de calles, irrupciones en museos) de quienes lideran esta lucha.
La convocatoria contó con el apoyo de la actriz Juliet Stevenson, la escritora Zadie Smith, el productor y compositor Brian Eno, la defensora de los derechos humanos Bianca Jagger y el grupo "She Drew The Gun", entre otras personalidades, según un comunicado difundido por los organizadores.
Uno de los ejes de debate de la actividad giró sobre cómo llamar la atención pública sin "espantar" a los ciudadanos que están sensibilizados con la lucha.
"Siempre ha sido muy difícil alcanzar el equilibrio necesario entre ser lo suficiente disruptivo como para llamar la atención y lograr cambiar las cosas y acabar enajenado o alejando a todos aquellos que, simplemente, no entienden lo que ocurre y se sienten personalmente afectados por nuestros sabotajes. Creo que lo de ahora es un intento real de extender la mano a otras organizaciones que, como nosotros, se preocupan de un modo apasionado por el cambio climático, por el planeta, para poder crear un movimiento unificado que haga sentir a muchas más personas que forman parte de algo muy grande e importante", resumió Cordelia Prescott, una profesora inglesa de música clásica de 55 años en diálogo con el corresponsal de El País en Londres.
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