Las denuncias de fraude con los votos por correo están empañando el cierre de la campaña. Ya no se habla de racismo, tema que eclipsó a la política y a los candidatos en los últimos días por el caso Vinícius. Todas las miradas apuntan ahora, a tres días de que se abran las urnas, a las graves denuncias de corrupción política que salpican tanto al PSOE como al PP.
Lo que parecía un caso puntual, el de Melilla, donde la policía detuvo el martes a 10 personas, entre ellas un consejero del Gobierno de la ciudad, del partido Coalición por Melilla (CpM), por una supuesta trama de compraventa de votos, se replicó este miércoles y jueves con denuncias similares en otros territorios.
En Mojácar, en la provincia de Almería, un escándalo salpica en lo político al candidato local, Manolo Zamora (PSOE); y en lo judicial, a dos hombres de su confianza: el número dos de la lista Francisco Bartolomé Flores, y el número cinco, Cristóbal Vizcaíno, dos empresarios enemistados con la gestión municipal que, por primera vez, se estrenaban en una lista política.
Los implicados ofrecían dinero (entre 100 y 200 euros) para comprar los apoyos. En algunos casos, se tentaba con la promesa de un cargo público en caso gobernar el ayuntamiento y con comisiones de 50 euros si los que aceptaban los sobornos conseguían ampliar la red.
Cerca de allí, en el Ayuntamiento de Villalba del Alcor (Huelva), los sospechados son dirigentes del PP. La Junta Electoral ha ordenado en las últimas horas al Ejecutivo local que "que se abstenga de efectuar peticiones de votos por correo".
Los socialistas denuncian "una maniobra oscura" al conocerse que desde el IP del Ayuntamiento, gobernado por el PP, se solicitaron 800 votos por correo de forma telemática.
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"Tenemos otro caso en Paterna del Campo, donde la lista del PP ha intentado comprarle el voto a personas con discapacidad del pueblo y personas que han denunciado que les estaban ofreciendo entre 50 y 120 euros para que hicieran el voto por correo a favor del Partido Popular", denunció el portavoz del PSOE de Huelva y parlamentario andaluz, Enrique Gaviño.
En Moraleja de Sayago (Zamora) los socialistas también fueron a los juzgados. Presentaron una denuncia contra el alcalde y candidato por la formación Zamora Sí, por solicitar el voto por correo para 50 personas de la residencia de mayores.
Y en Bigastro (Alicante), el PSOE denunció a una concejala y un asesor de la administración local (PP) por amenazas a los vecinos de de "perder las ayudas que estaban recibiendo" en caso de no votar por la continuidad del alcalde.
A última hora de la tarde de este jueves, la Guardia Civil llevó a cabo en Albudeite (Murcia) una nueva operación por presunta compra de votos en las elecciones del 28-M con 13 detenidos, entre ellos la candidata a la Alcaldía por el PSOE, Isabel Peñalver.
En la operación por presunta compra de votos por correo a cambio de dinero también fue detenido el número 19 en las listas de los socialistas, Héctor Antonio Martínez.
El PSOE de la Región de Murcia adelantó que de confirmarse el presunto delito por compra de votos por parte de su candidata a la Alcaldía la expulsarla de forma "inmediata" del partido y a cesarla de todos los cargos que ocupe.
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Asimismo, el partido indicó que espera que "estos hechos intolerables que están afectando a diferentes organizaciones de nuestro país no sean instrumentalizados por ninguna formación", porque de ser así, "la única perjudicada realmente sería la democracia".
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, reconoció que la ley electoral es "susceptible de mejora" y que, por tanto, "siempre se pueden observar elementos de mejora", al ser consultada por las denuncias vinculadas al voto por correo.
A última hora del día, tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo se hicieron eco de los escándalos. El presidente de Gobierno acusó a la derecha de "embarrar la campaña". "A pesar de eso a la izquierda y al PSOE no nos van a parar", lanzó en un acto en Madrid junto a Reyes Maroto y Juan Lobato.
El caudillo gallego, por su parte, cargó contra las personas del PSOE "sin principios", pero mandó "un mensaje de confianza" al sistema electoral. "Pido más que nunca que todo el mundo vaya a votar masivamente", aclaró desde Murcia con responsabilidad institucional.
La munición gruesa la disparó Esteban González Pons, peso pesado de Génova y ladero Feijóo."Estamos frente a una trama de compra de votos por correo desde Melilla a Mojácar que implica al PSOE o a sus socios", denunció.
Quien intentó capitalizar el escándalo fue la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, al reivindicado el voto para su formación política en este envite electoral, asegurando que se trata de la única papeleta "anticorrupción" para poder "romper con las corruptelas del bipartidismo" tras las polémicas a cuenta de los posibles fraudes en el voto por correo.
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