El pacto político firmado entre el PSOE y Sumar ha terminado de romper el fino hilo que ataba a los de Yolanda Díaz con Unidas Podemos, formación que integra una coalición a la que, literalmente, desprecia.
La rispidez ha llegado a tal extremo que dos dirigentes que siempre han tenido una buena relación, como la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, mantienen desde hace dos días un feroz cruce dialéctico por las decisiones que está tomando el espacio ubicado a la izquierda del PSOE.
La cronología de broncas y reproches comenzó cuando Colau, en una entrevista televisiva, donde advirtió sobre la posibilidad de que los diputados de Podemos voten diferente a lo que plantee la coalición en el Congreso.
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La ex alcaldesa recordó que Podemos firmó un acuerdo y "debe cumplirlo", "porque si no lo cumple tampoco tendrá todo el retorno que tiene en materia económica", dijo.
La "amenaza" de dejar sin fondos a los morados molestó de sobre manera al quien fuera líder de esta formación, Pablo Iglesias, hoy convertido en director de un medio alternativo de comunicación.
En sitio un digital en el que escribe, acusó a la líder de BComú de reflejar "frustración autoritaria" con Podemos y pidió respetar su autonomía dentro de Sumar.
"No le voy a recomendar a Colau que haga como yo y se monte un podcast para decir lo que le dé la gana y ayudar, desde ahí, a su partido. Quizá le iría mejor", lanzó. Y agregó: "Colau debiera saber que ni ella ni Yolanda Díaz pueden cumplir esa amenaza", en referencia a quitar o reducir los fondos que recibe UP por integrar la coalición.
Este jueves, Colau acusó a Iglesias de "sobreactuar" para "tapar" el acuerdo alcanzado esta semana entre PSOE y Sumar y cuestione "permanentemente" el liderazgo de la vicepresidenta Yolanda Díaz dentro del espacio político al que todos ellos pertenecen.
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Le ha reprochado que "cada día" salga en medios de comunicación discutiendo el papel de Díaz dentro de Sumar y "insinuando" que los diputados de Podemos "pueden ir por libre".
También lamentó que siga erigiéndose como la voz de Podemos a pesar de haber dejado sus cargos en el partido hace años: "Todo el mundo ve que no ha renunciado a ejercer como líder de Podemos", afirmó.
Sobre sus palabras, que Iglesias interpretó como una amenaza, la exalcaldesa las definió como una "simple descripción". "Existe un acuerdo firmado por Podemos, del que ellos se benefician", recordó.
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