Inés Arrimadas, la mujer que ha piloteado Ciudadanos en su peor etapa, anunció este jueves que deja la polÃtica. "Es una decisión que comparto, difÃcil, pero la más responsable para España y la más inteligente para el espacio de centro liberal", dijo la dirigente jerezana en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. La pregunta que surge ahora es si la formación naranja sobrevivirá a este anuncio.
Fuentes de la formación aseguran a LPO que la decisión de Arrimadas no repercute en los planes electorales -presentarse a las europeas de 2024 o a una hipotética repetición de las generales-, y que la expresidenta de Ciudadanos ya habÃa anunciado la vuelta a Jerez de la Frontera en abril, pero la desaparición del partido en prácticamente todos los territorios de España precipitó la salida.
Arrimadas se habÃa puesto al frente del partido de centro luego de que Albert Rivera abandonará la actividad polÃtica por el fracaso de su estrategia -pasó de 47 a 10 escaños al no pactar con Pedro Sánchez en 2019-, y los naranjas comenzaron a perder votos y cargos. La gota que colmó el vaso fue la pérdida de la representación en el Parlamento de AndalucÃa en junio pasado. A partir de entonces, la presidenta de la formación vio resentirse la relación con su mano derecha, Edmundo Bal.
Bal acusa a Arrimadas de querer dar los votos de Ciudadanos al PP y quedarse con la caja del partido
Cuando el divorcio fue más que claro, Arrimadas y Bal, quien actualmente busca reincorporase a la abogacÃa del Estado, se presentaron a primarias con listas y proyectos diferentes para Ciudadanos. La lista auspiciada por la número uno del partido, con Patricia Guasp y Adrián Vázquez a la cabeza, ganó y Bal tuvo que bajar el perfil, hasta que la nueva dirección comenzó a marginarle.
La expresidenta de Ciudadanos nunca dejó de intervenir en las cuestiones del partido y, de alguna forma, ató su destino a los resultados del domingo. Sin embargo, la decisión de la cúpula naranja de no presentarse a las generales fue una decepción para los militantes y dirigentes. Arrimadas promovió y sacó adelante esa resolución, que la alejó definitivamente de las urgencias de la formación liberal.
Begoña VillacÃs, su protegida y su apuesta electoral, quedó fuera de Madrid. Esa derrota golpeó la moral de los cuadros del partido, que la noche del domingo y durante todo el lunes discutieron si ya era demasiado tarde para intentar una remontada. Acordaron guardarse este año y arriesgarse a las europeas, por el tamaño y la recepción del Grupo Popular en la Eurocámara, y rearmarse desde ese espacio.
Bal acusa a Arrimadas de secuestrar la caja de dinero del partido para financiar las europeas. Y Arrimadas, artÃfice del auge de Ciudadanos con su éxito en Cataluña, deja a partir de hoy esos reproches y controversias que minaron su liderazgo y hasta su credibilidad. Ciudadanos, un partido herido cuando aceptó su conducción, se va acercado un paso más al abismo polÃtico.
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