Ciudadanos nació con la idea de resucitar un centro polÃtico que de a poco se escoró hacia la derecha. Intentó disputarle al PP para luego convertirse en el socio preferencial de Génova. El partido se desplomó en las urnas con un cambio de liderazgo en el medio y, tras la fallida moción de censura en Murcia contra los populares, se convirtió en un espacio prácticamente irrelevante. Pero los naranjas podrÃan estar torciendo su suerte.
Patricia Guasp, la portavoz nacional de Ciudadanos, confirmó este martes que apoyará la reforma a la ley del "solo sà es sÃ" presentada por el PSOE. Se trata de una movida poco habitual para un partido que ha hecho oposición durante la actual legislatura, con duras declaraciones contra Pedro Sánchez incluidas. Ciudadanos habÃa votado a favor de la ley en mayo, pero los efectos de la norma terminarÃan haciendo mella en la formación.
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En las primarias de enero, la lista patrocinada por Inés Arrimadas se impuso a la de Edmundo Bal. La exlÃder de los naranjas acusó entonces a su ex mano derecha de querer pactar con el PSOE. El fuego cruzado terminó con los resultados, y los de Bal -casi la totalidad del grupo parlamentario- acataron y se sumieron en el silencio. Para desgracia de Arrimadas, la conducción que salió de esa interna, con Guasp y Adrián Vázquez a la cabeza, terminó imponiendo una lÃnea más pragmática.
En Ciudadanos confirman el giro, pero esgrimen distintas causas. Todos coinciden en que el PP está vaciando el partido. Un ejemplo reciente es la baja de los seis concejales en el Ayuntamiento de Zaragoza a manos del PP. El tema desespera a los naranjas. "El PP ficha a concejales tránsfugas que mantienen su acta y me parece tremendo, porque el transfuguismo es una forma de corrupción y el PP está muy cómodo en esos lares", dijo Guasp en febrero.
El coordinador de Ciudadanos Navarra, Carlos Pérez Nieva, aseguró que "a esto del transfuguismo tenemos que ponerle coto porque desde luego el PP ha hecho de esto una obscena ostentación, absolutamente criticable y absolutamente poco ética". El PP ha dejado de ser confiable: el mismo Alberto Núñez Feijóo dijo que querÃa a algunos cuadros naranjas en las listas populares.
Los naranjas recuerdan que la reforma laboral de Yolanda DÃaz salió gracias sus votos. El partido se juega su existencia este año y le urge despegarse de las demás formaciones, como hizo con la bandera de la gestación subrogada, aunque todavÃa le cuesta librarse del mote de muleta del PP. Ciudadanos cargará contra Unidas Podemos, sin demonizar a Sánchez y poniendo el eje en la gestión. Arrimadas acaba de mudarse a Jerez de la Frontera, un gesto que anticipa la nueva faz de Ciudadanos.
Arrimadas no aclara su futuro, es decir, si abandonará la polÃtica o si buscará espacio en el PP. Las versiones de una fuga han estado desde la debacle electoral de 2022 y se han acrecentado con el fallido fichaje de Begoña VillacÃs por parte de los populares. La vicealcaldesa de Madrid sufre ahora por la fuga de los seis de los once ediles de Ciudadanos y tiene dificultades para armas las listas.
Edmundo Bal tampoco ha dado pistas de su futuro. Algunas voces dentro y fuera del partido deslizan que se está acercando al PSOE, aunque en el socialismo niegan conversaciones con el exportavoz de Ciudadanos. Los naranjas van a las elecciones en el peor momento de su historia. Harán un esfuerzo por sobrevivir, pero la mayorÃa ya piensa en el dÃa después.
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