Vladimir Putin recibirá este viernes a su par turco Recep Tayyip Erdogan en Sochi. Los dos presidentes se encontrarán en la ciudad a orillas del Mar Negro para hablar de Ucrania y Siria, pero seguramente tengan que reservarse un momento para abordar el choque entre Armenia y Azerbaiyán, que ayer miércoles dejó tres muertos en la disputada zona de Nagorno Karabaj. Se trata de un tema incómodo, sobre todo para Putin, que desde que terminó la guerra en noviembre de 2020 se transformó en garante de paz.

Por su parte, Turquía respalda a Azerbaiyán, no solo por la enemistad histórica con Armenia, sino porque proyecta una alianza con los pueblos túrquicos y busca expandir su influencia en el Cáucaso, donde se emplazan varias repúblicas exsoviéticas. Este jueves Dmitri Peskov, vocero de Putin, reconoció que la situación está empeorando en Nagorno Karabaj y que hay preocupación en el Kremlin. De hecho, el presidente ruso, enfocado en la invasión a Ucrania, llamó al primer ministro armenio Nikol Pashinian para saber cómo resurgió el enfrentamiento.

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"Los rusos están centrando ahora toda la atención en Ucrania. Rusia tenían desplegados en el terreno 2000 hombres, y desde la guerra en Ucrania han quedado 600 hombres, según gente en el terreno. Hay menos rusos y ninguna de las dos partes está avanzando en los acuerdos que se firmaron tras el alto el fuego. Es casi lógico que esté sucediendo esto", dice a LPO Paulo Botta, doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Armenios y azeríes intentaron normalizar la relación bilateral y pacificar la zona, pero a Ereván le cuesta asimilar la pérdida de territorios.

El presidente iraní Ebrahim Raisi recibe en Teherán a Putin y Erdgan, el pasado 19 de julio. 

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El especialista el Cáucaso y Asia Central asegura que "los acuerdos no se han terminado de implementar". "En noviembre de 2020 se acordó favorecer proyectos de infraestructura para el corredor de Zangezur, en el sur de Armenia, porque Azerbaiyán tiene una discontinuidad territorial, una zona separada del resto de su territorio. Se ha avanzado, en reuniones mediadas por la UE, en la delimitación territorial. El problema es que hay discusión sobre qué mapas utilizar: si los de la conferencia de paz de 1919 en París o los mapas soviéticos, y si se usan los políticos o los de defensa", apunta. 

Erdogan llegará a Sochi con la intención de conseguir el permiso ruso para atacar a las milicias kurdas en el norte de Siria. Sin embargo, tanto Putin como el presidente iraní Ebrahim Raisi se oponen a cualquier jugada que pudiera desestabilizar al régimen de Bashar Al Assad

Erdogan llegará a Sochi con la intención de conseguir el permiso ruso para atacar a las milicias kurdas en el norte de Siria. Sin embargo, tanto Putin como el presidente iraní Ebrahim Raisi se oponen a cualquier jugada que pudiera desestabilizar al régimen de Bashar Al Assad. El mandatario turco hará que su país cobre un rol central en el conflicto armenio-azerí para ganarse el favor ruso. Después de todo, Turquía demostró ser un mediador confiable a la hora de destrabar la exportación de granos ucranianos y no renuncia a un acuerdo entre Putin y Volodimir Zelenski que ponga fin a la guerra.

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Putin es un garante de paz bastante improbable, más allá de haber desencadenado una guerra en un país vecino, porque su gobierno ha responsabilizado a Azerbaiyán por los enfrentamientos del miércoles. Hace menos de dos años, unas 6500 personas murieron en la zona de Nagorno Karabaj, y desde la tregua el intercambio de fuego es esporádico pero mutuo. Para Rusia, un enfrentamiento en el Cáucaso que no pueda sofocar es una amenaza a su pretendido liderazgo regional. Y "Turquía está haciendo su juego allí", según Botta.

 Un joven visita la tumba de una víctima de la guerra de Nagorno Karabaj, semanas después del alto el fuego. 

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"Los que se oponen a cualquier acuerdo son los rusos, porque si hay paz no hay justificación para su presencia en la región. Les conviene que estos conflictos se mantengan en el tiempo: es el gran juego ruso. Vende armas a Armenia y Azerbaiyán, tiene tropas en Georgia. Cuanta más inestabilidad, Rusia más se beneficia. Por otro lado, ha habido varias reuniones entre Turquía y Armenia. Lo que sucede es que los turcos vinculan este acuerdo a que Armenia avance en un acuerdo con Azerbaiyán. Turquía está más presente ahora en el Cáucaso de lo que estuvo en los últimos 30 años", señala el académico.

De acuerdo a Peskov, Putin y Erdogan discutirán desde asuntos regionales hasta "las perspectivas de una mayor ampliación de los lazos comerciales y económicos y la implementación de proyectos estratégicos conjuntos en el sector energético". Botta considera que ambos países "tienen agendas muy complejas". 

La política exterior de Turquía enfatiza la idea de llegar a los pueblos túrquicos de Asia Central y allí Azerbaiyán es fundamental, porque une a todos. Turquía lo ve como un eslabón más en esta proyección global como líder de los pueblos túrquicos

"Discuten sobre Ucrania y el Cáucaso, pero en términos energéticos Turquía depende mucho de Rusia. Hay ámbitos de cooperación, competencia y conflicto que se superponen. La política exterior de Turquía enfatiza la idea de llegar a los pueblos túrquicos de Asia Central y allí Azerbaiyán es fundamental, porque une a todos. Turquía lo ve como un eslabón más en esta proyección global como líder de los pueblos túrquicos. Rusia está en una situación de franca retirada", resalta.

El primer ministro armenio Nikol Pashinian.

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La alianza con Moscú también es cuestionada cada vez más en Ereván. Su primer ministro no era un entusiasta de Putin antes de llegar al cargo en mayo de 2018, y entrega de tierras a Azerbaiyán luego de la tregua reforzó el rencor local hacia Rusia. Es un problema para Pashinian, que firmó las concesiones territoriales y tampoco cuenta con aliados de peso alternativos a Moscú. "Los aliados de Armenia hoy son Rusia e Irán, dos parias internacionales", dice el experto a este medio. En términos personales, Pashinian es resistido por la población, aunque las otras opciones políticas ya fueron probadas por los armenios. 

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"Armenia está en una posición muy incómoda porque Azerbaiyán se ha involucrado mucho con Turquía e Israel. Los grandes juegan su juego y los pequeños tratan de aprovechar las olas del sistema internacional. La prensa armenia asegura que no importa cuál será el resultado de la guerra en Ucrania, sí o sí será una mala noticia para Armenia. Si los ucranianos pierden, los rusos van a intentar ejercer mucha más influencia en Armenia y el país podría transformarse en otra Bielorrusia. Pero si ganan los ucranianos, demostraría a los armenios que Ucrania pudo recibir apoyos de otros países mientras Armenia no la pudo obtener. La política exterior armenia fue muy prorrusa y luego antirrusa, pero tampoco se aseguró el apoyo de otros países", concluye.