Joe Biden considera que Rusia no abandonará el hostigamiento hacia Ucrania y podría concretar una invasión en febrero. Así lo informó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Emily Horne, un día después de que el presidente estadounidense se comunicara con su par ucraniano Volodimir Zelenski. 

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El canciller ruso Sergei Lavrov, desmintió esa hipótesis y dijo que "no habrá guerra, por lo que depende de Rusia". "No queremos pelear, aunque tampoco permitiremos que nuestros intereses sean ignorados, pisoteados burdamente", apuntó Lavrov, en sintonía con la conversación telefónica que mantuvieron Emmanuel Macron y Vladimir Putin.

El líder ruso le transmitió a su homólogo francés que ni Estados Unidos ni la OTAN atendieron las exigencias de Moscú en torno a la expansión de la alianza atlántica por el este de Europa. Macron busca despegarse de Biden y probar una vía de diálogo permanente con el Kremlin para frenar la escalada, empleando un tono que contrasta con el de la Casa Blanca y otros países como Reino Unido o Polonia. 

Le corresponde a Vladimir Putin decir si quiere una confrontación o una reunión. Estamos dispuestos a una reunión. Pero hacen falta dos para hacerlo

Macron apuesta por el Formato de Normandía, que reúne a Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, para solucionar el conflicto en la zona del Donbás, controladas por separatistas financiado por el Kremlin. En París se encendieron las alarmas cuando Lavrov sugirió que Rusia podría reconocer a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

El presidente Biden con sus asesores del Consejo de Seguridad discute la crisis en Ucrania.

AP

"Le corresponde a Vladimir Putin decir si quiere una confrontación o una reunión. Estamos dispuestos a una reunión. Pero hacen falta dos para hacerlo", sostuvo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, tras la conversación de una hora entre ambos mandatarios.

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Por otro lado, Estados Unidos están intentando arrastrar a China al conflicto entre Rusia y Ucrania. La subsecretaria de Estado Victoria Nuland pidió a Beijing que "use su influencia con Moscú para instar a la diplomacia porque si hay un conflicto en Ucrania, tampoco será bueno para China". "Habrá un impacto significativo en la economía global. Habrá un impacto significativo en el sector energético", advirtió tras la conversación que mantuvieron ayer jueves Antony Blinken y su par chino Wang Yi.