Opinión
Improvisación o pacto de reconstrucción
Por Edmundo Bal
La sociedad española necesita respuestas urgente y los políticos no podemos ser el obstáculo que se interpone entre sus demandas y las soluciones. Dotemos a los Pactos de la Reconstrucción, en definitiva, de contenido y de máxima agilidad

 El Gobierno de España, ante el mayor reto que ha enfrentado nuestra generación como sociedad democrática, en un momento histórico que el futuro juzgará, ha demostrado falta de racionalidad e improvisación a la hora de tomar decisiones orientadas a solucionar y paliar los efectos de esta devastadora crisis.

Llegó tarde en la respuesta sanitaria. Seguro que el Gobierno encuentra muchas excusas para intentar tapar su ineficacia: mostrando términos de comparación con otros países, dando cifras salpicadas de fechas, recomendaciones de la OMS, estudios de universidades extranjeras citados de manera parcial, opiniones de expertos cuyos nombres no conocemos, achacando al cruel mercado internacional las dificultades para conseguir medios de protección o de diagnóstico... Pero lo cierto es que se podía haber aprendido de la epidemia que venía de otros países y la eficacia de las medidas que estos habían adoptado. Y no se hizo. Y no me extiendo más porque no toca.

Los ciudadanos no esperan de nosotros los políticos el reproche y la batalla partidista, sino las muestras de consenso que refleje el espíritu solidario en nuestros balcones. Manos, pues, a la obra.

Porque estamos donde estamos. Miremos hacia delante. Los ciudadanos no esperan de nosotros los políticos el reproche y la batalla partidista, sino las muestras de consenso que refleje el espíritu solidario en nuestros balcones. Manos, pues, a la obra. Para salvar el máximo número de vidas, para que cuando esto acabe exista un futuro, para que quienes están en sus casas ahora, en la incertidumbre de si podrán volver a sus trabajos, tengan esperanza.

Y en el ahora, no vale la improvisación sino el acuerdo. No vale la ideología, sino la gestión eficaz. No vale el populismo, sino el pragmatismo. No valen los extremos. En Ciudadanos hemos sido incansables recordando esto al Gobierno.

Muchas cosas han pasado que todos tenemos la certeza que han sido fruto de la improvisación, sin estudios previos, con presuntos expertos que le decían al Gobierno siempre lo que querían oír, sin hablar antes con los agentes sociales, ni los grupos parlamentarios de oposición que tienden la mano al Gobierno, que ofrecen echar una mano en la solución.

Unos Reales Decretos Leyes que van rectificando otros anteriores y que obligan a empresarios y trabajadores a tener que volver a hacer previsiones y cuentas sobre su futuro. Autónomos que tienen que tienen que presentar papeles, sin poder salir de casa, para acceder a ayudas y moratorias. Normas que se publican en el BOE el domingo por la noche a las 23:30h y que condicionan el trabajo y la vida del día siguiente. Prestaciones asistenciales que olvidan a profesionales esenciales, como los mutualistas o los que prestan la medicina privadamente. Falta de medios de protección de quienes en primera línea combaten la epidemia desde la sanidad o en el mantenimiento del confinamiento manteniendo el orden público, o los transportistas, o quienes trabajan en los supermercados. Falta de información sobre los contratistas de estos productos esenciales ahora mismo y que se pudieron haber comprado antes. Ruedas de prensa sin preguntas libres. Test que no son fiables, comprados a empresas no homologadas. En fin, inseguridad jurídica y personal. Alarma dentro del estado de alarma.

Ciudadanos tiene el antídoto: no para tapar ni justificar los errores del Gobierno, que han sido muchos, sino precisamente para corregirlos, para evitar más ideología, más improvisación y asegurar que el Estado de Alarma no se utiliza como subterfugio para abundar en el lamentable uso partidista de las instituciones.

Frente a ello, Ciudadanos tiene el antídoto: no para tapar ni justificar los errores del Gobierno, que han sido muchos, sino precisamente para corregirlos, para evitar más ideología, más improvisación y asegurar que el Estado de Alarma no se utiliza como subterfugio para abundar en el lamentable uso partidista de las instituciones. De ahí nuestra propuesta de mano tendida con lealtad y con exigencias, para salir de la crisis. Para sentarse a hablar y no levantarse de la silla hasta que todos tengamos claro que: 1) hay que superar la crisis sanitaria; 2) hay que crear las condiciones para que las empresas se recuperen cuanto antes cuando el estado de alarma se levante y los trabajadores tengan un lugar donde volver a trabajar, ganar dinero y sustentar a sus familias; 3) sin dejar a nadie atrás, todos juntos, solidarios, como somos los españoles, ayudando a quien lo necesite, como siempre hemos hecho en los momentos difíciles; y 4) Consensuar una posición común en las negociaciones en Europa, con una sola voz.

En Ciudadanos no estamos preocupados por el foro. Celebramos que puedan ponerse en marcha cuanto antes. Pero necesitamos no perder ni un minuto más. La sociedad española necesita respuestas urgente y los políticos no podemos ser el obstáculo que se interpone entre sus demandas y las soluciones. Dotemos a los Pactos de la Reconstrucción, en definitiva, de contenido y de máxima agilidad. Pactos contra la Improvisación. Pactos de Reconstrucción. Unidos, solidarios, no solo venceremos al virus, ganaremos el futuro. Eso es el progreso. Eso es mirar a un gran país en el que queremos imaginar la vida de nuestros hijos. Ya lo hicieron nuestros padres. Ahora nos toca a nosotros.

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