En julio el déficit primario alcanzó los $334.366 millones, pero los números se agravan al  considerar los servicios de deuda que llevan el saldo negativo a $754.243 millones, según la información oficial difundid este martes.

Los ingresos totales del Estado ascendieron en julio a $2.701.716 millones, lo que marca un crecimiento del 95,1% interanual,  equivalente a una merma de 200 puntos básicos al deflactar la inflación del período. Un dato central es que la recaudación se desplomó un 20% por la caída de ingresos de retenciones por la sequía.

Desde el Palacio de Hacienda afirmaron que "en el marco de un escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía continúa morigerando entre enero y julio el impacto negativo en el resultado primario del período provocado por la observada caída de la recaudación".

Un dato central es que la recaudación se desplomó un 20% por la caída de ingresos de retenciones por la sequía.

El gasto total primario del Estado sumó $3.036.082 millones en julio lo que equivale a una suba del 119% interanual. Se destaca el crecimiento de la inversión asociada a la política educativa y la inclusión social. Al mismo tiempo, el gasto de capital creció 201,4% en los últimos 12 meses motorizado por la inversión pública en infraestructura energética y educativa.

"Estos números muestran una vez más que el déficit cero son los años pares", ironizó un ex funcionario del Ministerio de Economía en referencia a los años sin elecciones.

"El déficit cero es una meta coyuntural tan legítima como calentar el gasto de manera transitoria para impulsar la dinámica económica como hicieron la mayoría de los Estados durante la pandemia. El déficit y el superavit fiscal son herramientas de política económica, pero de ningún modo funciona como política de estado perdurable en el tiempo", agregó la fuente consultada.