Panorama
La autodestrucción libertaria
Por Diego Genoud
Con su propensión a la derrota, el presidente boicotea el proyecto que excita al Círculo Rojo. Villarruel y la traición. Numerazos del ajuste: inflación, pobreza infantil, recesión y presión devaluatoria.

Antes de la sesión fatídica en la que el Senado rechazó en una sesión histórica el DNU del presidente, Victoria Villarruel ya le había dado argumentos a Javier Milei para sospechar de ella. Autorizada por un reparto de poder que la dejó afuera, inconmovible ante las provocaciones que la empujan a equivocarse y con tiempo de sobra para conspirar, la vicepresidenta comenzó a moverse como un poder paralelo a la Casa Rosada desde el Senado y tejió relaciones que le pueden resultar útiles en un futuro que es impredecible: no se sabe cómo ni cuándo llegará. Pero, con un presidente que festeja las derrotas, el ensayo de La Libertad Avanza es una máquina de quemar etapas.

Desde la debilidad de sus 7 senadores, Villarruel mantuvo a partir de diciembre una relación protocolar con todos los bloques y edificó un vínculo personal con los 39 senadores que no responden a ningún gobernador. Con ellos, comparte un chat donde no solo circula información oficial sino que se teje consenso, la palabra que puede infartar a Milei.

La vicepresidenta argumenta con razón que dos artículos del manual de procedimiento le impedían seguir dilatando la sesión. Sus aliados le habían marcado la cancha y el gobierno no había enviado ningún funcionario a explicar el DNU, la variante que hubiera postergado la votación. Atrincherarse no solo la ponía fuera del reglamento: además le dinamitaba la alianza política que está construyendo.

La decisión de incluir en el temario el megadecreto de la derrota y la resistencia de Villarruel a dar de baja el aumento para los senadores forman parte de un movimiento más amplio. La presidenta del Senado está atenta a las necesidades de los representantes de las provincias, les dice "no me dejen sola" cada vez que se reúne con un embajador en el salón Eva Perón y no oculta su mirada del gobierno de Javier y Karina Milei.

Lo que une a Cristina con Milei

Entre los senadores que tienen con ella un vínculo fluido, se repite una frase atribuida a Villarruel y en referencia al presidente: "Dejenlo que se equivoque". No sería extraño que haya asumido la consigna de Napoleón que Miguel Angel Pichetto popularizó en el Senado: "Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error". Que ubique a su ex compañero de fórmula entre sus enemigos, en cambio, sería letal para la salud de un gobierno que convive con una inflación récord, mientras destroza los ingresos y potencia la recesión.

Apologista de la última dictadura militar y coordinadora de visitas al genocida Jorge Rafael Videla, Villarruel exhibe una coherencia indudable como socia del proyecto que se propone refundar la relación capital-trabajo inspirado en el programa de Carlos Menem y Domingo Cavallo. Pero, frente a los ojos de los Milei, su traición resulta imperdonable. La presidenta del Senado hace política desde La Libertada Avanza: el presidente tiene derecho a considerarla una infiltrada.

Con esa herejía, no sólo se distingue del ex economista jefe de Eduardo Eurnekian y su círculo íntimo. Además, los deja expuestos en su impotencia ante los ojos del mundo que mira, entre la expectativa y el escepticismo, cada capítulo del show libertario. Bajo la lógica que ellos mismos intentan imponer, la baja productividad política de los partisanos del shock llevaría a que cualquier empresa los despida sin piedad.

Entre los senadores que tienen con ella un vínculo fluido, se repite una frase atribuida a Villarruel, en referencia al presidente: "Dejenlo que se equivoque". 

El ajuste histórico que Milei impuso en apenas tres meses montado sobre una licuación violenta de salarios y jubilaciones entra en zona de riesgo por la torpeza de un gobierno que siembra su camino de opositores. Si su capital político se mantiene, es producto del rechazo a los gobiernos anteriores y el descrédito general de la clase política, en especial en los centennials -16 a 28 años- que, según muestra un reciente estudio de la consultora Sentimientos Públicos, lo apoyan como nadie. El problema es que el combo de padecimientos pega directo en parte de los votantes de LLA y la tolerancia social es finita.

El gobierno vuelve a denunciar un sabotaje del sistema político en ruinas que le posibilitó a Milei pasar de panelista a presidente en dos años. Pero la atrofia de LLA genera preocupación en los actores del poder que, dentro y fuera del país, quieren creer en el evangelio de Milei. Pese a la expectativa que el líder de la ultraderecha argentina despierta en los círculos financieros, los miles de millones de dólares que Milei aseguró tener durante su campaña todavía no aparecieron. Su proyecto es considerado parte de la internacional de Donald Trump y Jair Bolsonaro, pero la inestabilidad obliga a ensayar otras comparaciones posibles.

La recurrente advertencia del presidente sobre su decisión de ir a fondo o dejar todo y volver a lo suyo encuentra con Villarruel un primer dique de contención. Antes que un regreso del peronismo al poder en una hipotética situación de crisis como la que experimentó Pedro Castillo en Perú, emerge la figura de una vicepresidenta que está lanzada a su propia y alternativa construcción de poder. ¿Cómo imagina Mauricio Macri la proyección política de la vice?

La autodestrucción libertaria

Según dicen en el Senado, el rol que ocupó a su lado el diputado Guillermo Montenegro hasta que "Lule" Menem presionó por orden de Karina para limpiarlo ahora lo ocupa otro ex menemista, el ex gobernador de Salta Juan Carlos Romero. Villarruel no nació de un repollo: es heredera directa del partido militar, la fuerza que más años gobernó durante el siglo XX. La diferencia es que llegó al poder gracias al voto popular que consagró a Milei y que no juega a dilapidar la oportunidad histórica que se le presenta.

En medio de un terremoto que deja ganadores y perdedores también en el poder económico, hay multinacionales que advierten que los activos argentinos están regalados y en Argentina existe una mano de obra capacitada con salarios ultradeprimidos. "Ustedes tienen agua, alimentos, energía y están lejos de la guerra", le dijo un representante de un fondo de inversión a un empresario argentino que viajó a Nueva York hace 10 días. Es la hinchada histórica de Toto Caputo. Pero también a ellos se le empaña la mirada ante un líder mesiánico que, según dicen, parece un autito chocador. O cuando los hermanos Milei confrontan con la vicepresidenta y el gobierno se entrega a la tentación autodestructiva.

La vocación del paleolibertario por autoinfligirse derrotas innecesarias tendrá un capítulo decisivo en Diputados, donde la disputa asoma ajustadisima. En privado, Martin Menem comparte con Villarruel la diplomacia y los buenos modales: se encarga de llamar personalmente a los diputados de los bloques minoritarios para tratar de conseguir apoyo y no maltrata a nadie que le diga que no. Pero su alineamiento público con Milei no tiene fisuras. En La Libertad Avanza se menciona a José Luis Espert -el encargado de publicitar las sospechas sobre Villarruel- como el nuevo jefe de bloque de diputados en lugar del ocurrente Oscar Zago.

El ajuste histórico que Milei impuso en apenas tres meses montado sobre una licuación violenta de salarios y jubilaciones entra en zona de riesgo por la torpeza de un gobierno que siembra su camino de opositores.

La Casa Rosada tiene el apoyo de los conversos del PRO, que compiten para acomodarse a la derecha de Milei. Además, el radicalismo de los gobernadores y Rodrigo De Loredo ya comenzó a militar por los votos: temen que el antecedente del Senado desate una ola de rechazo al megadecreto en Diputados.

Los paleolibertarios la tienen más difícil que el macrismo. Desprecian la política, maltratan a los dudosos y carecen de aliados de peso. Invitado a la Casa Rosada, Pichetto no perdió su esencia, pero está a la cabeza de un bloque de figurones que no le responde como lo hacían los senadores del PJ. El ala colaboracionista no encuentra lógica en la, con perdón de la palabra, política del gobierno. Los entusiastas como Ricardo Lopez Murphy ya recibieron el fuego de los cazatraidores. Nadie conduce nada.

El ajuste de Milei unificó en los últimos días a los gobernadores de la Patagonia. En rechazo a la privatización de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, el santacruceño Claudio Vidal recibió el apoyo de Ignacio Torres, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck. El sucesor de Alicia Kirchner ya no se ríe como cuando Milei lo visitó en el Sur, hace dos meses. Los primeros 1800 despidos en las represas hidroeléctricas profundizan la crisis en su provincia y su historia de sindicalista petrolero lo enfrenta al intento del gobierno por reinstaurar el impuesto a las Ganancias. El choque con la Patagonia, que ya le costó caro a LLA en el Senado -15 votos en contra del DNU-, puede tener su réplica en Diputados.

La ofensiva de Milei complica la publicidad del Pacto de Mayo que había entusiasmado a algunos actores del poder y lleva a que los gobernadores se abroquelen en defensa propia. La visita de Axel Kicillof a Expoagro no solo dejó imágenes como la de su saludo con José Antonio Aranda: además lo mostró en sintonía con otros gobernadores como Martin Llaryora y Maximiliano Pullaro. El santafesino que quiere combatir a las bandas narcos apalancado en una policía provincial en la que abundan socios y empleados del narcotráfico está en tensión con Patricia Bullrich.

A favor, Milei cuenta con la anuencia de los gobernadores radicales que, a contramano del supuesto jefe de la UCR Martin Lousteau, se arrastran entre la seducción que ejerce el presidente en sus provincias y el antiperonismo que circula por sus venas. Alfredo Cornejo se delata enamorado de Milei como no lo estuvo de Macri. Sin embargo, el problema para los inquilinos de la Casa Rosada es que el acuerdo con los gobernadores no siempre asegura el voto de los legisladores. La falta de liderazgo se siente en todos lados.

La tiranía del déficit cero encuentra a los mandatarios provinciales en una posición ambigua. Es cierto que nadie quiere debutar en política como gobernador del ajuste pero también que muchos hicieron cirugía mayor con el argumento de que Milei los asfixia. "Aprovecharon para hacer su propio ajuste", dice un dirigente de la oposición dialoguista que recorre las provincias. Los efectos de la terapia de shock se vieron en el desamparo que se vivió en distintas localidades durante el temporal de los últimos días.

Los dirigentes de los movimientos sociales no recuerdan antecedentes de una crisis como la actual y tratan de alertar a la dirigencia política: el sálvese quien pueda lleva hoy a muchos jóvenes a vender el iris a cambio de la criptomoneda de Worldcoin en los boliches del conurbano bonaerense y a las familias a trocar en las redes sociales la ropa que tienen para comprar alimentos. Además, el bingo virtual altera el lazo social y multiplica los vendedores entre los vecinos de los barrios. Son las mil caras de una crisis profunda. Según el último informe de Unicef, la pobreza infantil ya roza el 70% y el presupuesto nacional destinado a niñez muestra una caída del 75% en términos reales. ¿Quién se hace responsable?

El mercado como religión

En las filas de LLA, sostienen que la orientación del gobierno se reduce a la discusión entre Javier y Karina, a quien su hermano llama "El jefe" y otros feligreses le atribuyen el rol estratégico. El presidente habló de un triángulo poder que incluye a Santiago Caputo, el aprendiz de Durán Barba que dialoga con Milei mucho más que su tío, el ministro de Economía.

El Messi de las finanzas se convirtió al mileismo furioso y recibe los elogios recurrentes de su jefe, pero quienes conocen el vínculo sostienen que la interacción entre ellos es baja. Especialistas en la lógica financiera, Caputo y su socio Santiago Bausili se despreocupan de la economía real y llevan adelante el núcleo de la acotada gestión de gobierno. Sin embargo, no siempre están seguros de si tendrán el aval de Milei.

Aunque el númerazo de inflación que el ex panelista festejó se explica sobre todo por la recesión y el derrumbe del consumo, en la última semana el ministro de Economía decidió suspender los aumentos de transporte y gas previstos para abril y le pidió a los supermercadistas que aflojen con la temporada de remarcaciones. Los economistas de Juntos que conocen a Caputo desde hace tiempo afirman que no está claro el puerto de llegada monetario y cambiario. "No sabés dónde quieren terminar, ¿quieren fortalecer o destruir el peso'", se preguntan.

Con la baja de tasas que reduce la emisión y liquida cualquier alternativa de ahorro en moneda nacional, Caputo se propone bajar la inflación cuanto antes. Sin embargo, el ajuste monumental que aplica sin necesidad de aval del Congreso se explica gracias a la misma inflación que pulveriza salarios y jubilaciones.

Quienes dialogan con los enviados del Fondo sostienen que ni siquiera empezaron a pensar en la posibilidad de prestarle a Milei. "Es alguien que propuso mucho pero hizo poco", dice un economista de Juntos que le transmitió su visión a Gita Gopinath en su visita reciente.

El Fondo Monetario y los enviados del Tesoro de Estados Unidos -el último fue Brent Neiman, subsecretario de Finanzas Internacionales de Janet Yellen y número 2 de Jay Shambaugh, el hombre clave de la negociación con Argentina- presionan por un cambio estructural y quieren saber dónde está el programa de estabilización. Consideran que el ajuste es brutal pero provisorio y el superávit es efímero, salvo que el gobierno logre lo que hoy parece imposible, una reforma previsional aprobada por el Congreso que convalide la confiscación sobre los jubilados.

El dilema que el gobierno enfrenta con una inflación que destroza su capital político pero garantiza el ajuste vía licuación se replica en el plano cambiario. El gobierno necesita un dólar alto para que los exportadores liquiden y el Banco Central acumule reservas, pero elige atrasar el dólar para contener la inflación. Por eso resurge la hipótesis de que Caputo emule a Sergio Massa y entregue algún tipo de dólar soja como reclaman los exportadores.

Quienes dialogan con los enviados del Fondo sostienen que ni siquiera empezaron a pensar en la posibilidad de prestarle a la Argentina de Milei. "Es alguien que propuso mucho pero hizo poco", dice un economista de Juntos que le transmitió su visión a Gita Gopinath en su visita reciente.

Entre los empresarios que acompaña a Milei apuestan a que siga la recomendación de Steve Forbes y dolarice cuanto antes. Piensan que tiene que ser en junio, antes del verano del hemisferio norte y el receso en Estados Unidos. El paleolibertario reza por el regreso de Trump a la Casa Blanca, pero diciembre queda lejos y en Argentina, el tiempo siempre juega en contra.

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  • 1
    20/03/24
    15:42
    Enorme futuro politico villarruel
    Responder
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