Con Soher El Sukaria como candidata a vice intendenta de la ciudad de Córdoba, Mauricio Macri recupera una posición en el tablero mediterráneo: en 2015, puso a Felipe Lábaque como viceintendente de Ramón Mestre, cuando el radical ganó la elección con 32,7 puntos, nueve más que el segundo, Tomás Méndez. En aquella contienda, Luis Juez rompió Cambiemos y quedó cuarto.

"Mauricio siempre tiene una pata en Córdoba. Él siempre está agradecido del apoyo de los cordobeses porque fue fundamental para poder ganarle al kirchnerismo en 2015, dijo De Loredo tras una reunión con el ex presidente.

En Twitter, posando junto a Macri, agregó: "Aprender de la mejor experiencia en gestión para que Córdoba vuelva a brillar. Gracias Mauricio, vamos a llevar a nuestra ciudad a liderar en el país". Fue un guiño de De Loredo a Macri y su pedido para que El Sukaria se quede con la candidatura a vice en la ciudad.

Las jugadas de Macri en Córdoba tuvieron resultados disímiles: como ya se dijo, fue aliado a Ramón Mestre en el triunfo de éste en 2015, aunque en términos políticos, lo de Labaque fue intrascendente.

En 2019, Macri jugó decididamente a favor de Juan Schiaretti. Y en 2021 intentó inclinar la balanza de la interna a favor de Mario Negri y Gustavo Santos, a quien quiso proyectar como candidato a gobernador, pero esa fórmula fue derrotada por Luis Juez y Rodrigo de Loredo.

Ahora, vuelve a apostar por De Loredo, uno de los radicales más próximos a él y que fue su funcionario en Arsat hasta que debió renunciar por ser el yerno de Oscar Aguad, por entonces ministro de Defensa. Aguad ahora apoya la candidatura presidencial de Patricia Bullrich, mientras que De Loredo se encolumna con Rodríguez Larreta. Como contó LPO, los socios de De Loredo se reparten en ambos bandos, con Horacio y Patricia.

Pese a lo irregular que resultaron las estrategias de Macri en Córdoba, su alianza con De Loredo agita las aguas del peronismo: el radical intentará nacionalizar su campaña y proyectar el mensaje de cambio, por lo que la presencia del ex presidente y de los pesos pesados de Juntos por el Cambio es una de las apuestas. La elección en la ciudad de Córdoba será el 23 de julio, a tres semanas de las Paso.

El Sukaria es del núcleo duro del macrismo: integró el grupo fundador del PRO en Córdoba, cuando aún la base operativa era la UCeDé y tenía ascendencia Germán Kammerath, el armador de la primer célula amarilla.Luego, con Cambiemos, fue legisladora provincial y diputada nacional. Su desarrollo territorial está en la capital provincial: si algo se le reconoce internamente en el PRO, es su capacidad de trabajo en los barrios, donde siempre apostó.

Sin embargo, su candidatura no soluciona la interna del PRO: en la lista de concejales deberían ser contenidos el sector de Héctor Baldassi, herido en el cierre de la lista provincial; el espacio de Patricia Bullrich, que en Córdoba tiene como jefa a Laura Rodríguez Machado; y el larretismo, que corre porque el presidente del partido, Oscar Agost Carreño, se reporta en Uspallata.

La contabilidad no termina allí: durante la partida de Javier Pretto al peronismo, se prometieron bancas en la lista de concejales para mitigar la sangría. Hoy no alcanza para todos. En esa cuenta talla la candidatura a vice intendenta de El Sukaria, que debe ser descontada a alguna de las tribus amarillas, pero ninguna la quiere poner en su columna del haber.

Para arquear la caja, el radicalismo, también con deudas internas, pretende llevar a la mínima expresión al PRO en la lista de concejales. Ajustar al PRO en la ciudad también le cierra a Luis Juez, que se siente subrepresentado en la próxima Legislatura, por cómo quedó la lista sábana. "Si Soher es la vice, el PRO debe hacer el mismo gesto que tuvo el Frente Cívico en la lista provincial", es el razonamiento juecista. Tensiones propias del cierre de listas que tiene como plazo fatal el próximo sábado a las 23.59.