El jueves próximo tendrán la última chance de asomarse a la campaña por la intendencia cordobesa de Rodrigo de Loredo tres ausentes por distintos motivos que tuvo la agenda proselitista del radical de Evolución: Luis Juez, Mario Negri y Ramón Mestre. Por celos, pelea de liderazgo o repercusiones del armado -nacional y local- ninguno de los tres caudillos que tiene la coalición en Córdoba se integró de lleno en la campaña que el próximo domingo definirá, entre De Loredo y el actual viceintendente Daniel Passerini, al sucesor de Martín Llaryora.

Con una campaña que, como lo viene contando LPO entró en el barro por la presencia de dos candidatos a concejales de Juntos que tienen familiares directos involucrados en causas por narcotráfico, en ningún momento alguno de los tres dirigentes entró de lleno en las recorridas de De Loredo.

Llaryora le pide a De Loredo que baje a los concejales con familiares en causas narco

Juez, entre el polémico final de la elección provincial y la confirmación del escrutinio definitivo con victoria para Llaryora, decidió por unas vacaciones en familia dentro del país. Después, juntó a la tropa propia, pidió por el voto a De Loredo en la ciudad, recordó a la militancia que entre los candidatos a concejales está Martín, el único hijo varón de Juez y volvió a la presencia en los medios nacionales. Donde, enfáticamente esta semana dejó un mensaje en LN+ que no cae del todo bien en el deloredismo puro.

En el entorno de Juez observan con atención los escraches que sufrió De Loredo en barrios populares del sur de la capital cordobesa.

"Me costó dos años y medio construir la unidad de Juntos por el Cambio en Córdoba. Vamos a tener 33 legisladores y controlar el Tribunal de Cuentas", dijo Juez esta semana en el canal porteño. Y lo que hace ruido entre los socios de la coalición cordobesa es precisamente la primera parte de esa declaración; la paternidad de la unidad de la alianza, casi como el propio ‘modelo Córdoba' del que trata de adueñarse Juez para consolidarse como líder de la oposición a Llaryora. 

Independientemente de cómo le vaya a De Loredo con Passerini el próximo domingo.

Es más, por lo bajo, los juecistas observan los movimientos del candidato radical a la intendencia en barrios populares, donde debe acelerar contra un peronismo que está poniendo todo. Y siembran dudas acerca de cómo le podría ir a De Loredo en sectores populares respecto de Juez.

Al punto que algunos repararon en los escraches que vivió el radical cuando se acercó a algunos barrios del sur de la capital cordobesa.

Telam

Lo dicho: la pelea por ese liderazgo de opositor provincial a un bastión que desde El Panal tendrá continuidad peronista, es el principal factor de desencuentro entre Juez y De Loredo.

De todas maneras, es con quien el joven radical tiene la mejor convivencia.

El caso de Mestre es diametralmente opuesto. Alejado de las listas, sin nombres de su entorno directo entre los armados provinciales o al Concejo Deliberante, el exintendente se corrió del todo de la campaña de De Loredo. A diferencia de lo sucedido en las recorridas de Juez donde se lo vio en varias ocasiones.

Mestre ocupa su agenda como referente territorial del jujeño Gerardo Morales en Córdoba, apuesta sus fichas al arribo de Horacio Rodríguez Larreta a Casa Rosada y se encarga de acompañar a ambos cuando pisan Córdoba. Tal sucedió esta semana con la escala de la fórmula en Río Cuarto.

La pelea por ese liderazgo de opositor provincial a un bastión que desde El Panal tendrá continuidad peronista, es el principal factor de desencuentro entre Juez y De Loredo.

Sin embargo, en el radicalismo cordobés las miradas de reojo surgen porque Diego Mestre, el exdiputado nacional, hermano del exintendente y titular del Comité Capital en Córdoba, decidió apoyar de manera expresa a Patricia Bullrich en la interna nacional de Juntos. Movimiento que causa comentarios entre los radicales cordobeses. "Están peleados o se pasan de pícaros. Es raro que uno apoye a Larreta y casualmente el otro a Bullrich", dijo a mediados de esta semana una persona del radicalismo que trabaja para la exministra de Seguridad y a quien molesta el intento de respaldo bifronte al que apuntan los Mestre.

Por último, Negri también luce incómodo. Con su hijo, el concejal Juan Hipólito convertido en jefe de campaña de De Loredo, no hubo una participación activa del viejo caudillo en la campaña del cordobés. "A Rodrigo no le hace falta, no le suma", dijo un radical hace unos días a este sitio.

Negri y De Loredo en la actividad que compartieron este sábado.

Igual, como para mostrar armonía, los tres -De Loredo y los Negri- se mostraron juntos en una pequeña recorrida por una feria en la capital cordobesa en la tarde del sábado.

Negri se queda afuera del Congreso por primera vez en 12 años

En cuestión de días, Negri quedó afuera del Congreso con los armados de Larreta y Bullrich, su espacio perdió la chance de quedarse con la vicegobernación porque la derrota de Juez la sufrió Marcos Carasso y su hijo, fuera de la fórmula con De Loredo, se juega un pleno a la victoria del radical para integrar el gabinete municipal.

Se apaga el Congreso, se apaga Negri. Lo bajaron de Buenos Aires cuando pidió ir con las dos boletas.

Encima, el rol protagónico que tendrá Juez en el Congreso -sea o no con Juntos en el Gobierno-, podría hacer decantar el peso de Negri en el Parlamento, cuyo mandato culmina el 10 de diciembre. Y en año electoral, hasta esa fecha la actividad será escasa. "Se apaga el Congreso, se apaga Negri", razonó una fuente del PRO que niega que Juez haya acordado con los líderes amarillos la exclusión del nombre del jefe del bloque en Diputados. "Lo bajaron de Buenos Aires cuando pidió la ‘Y'. Punto", cerraron.

Por último, está el individualismo que sus críticos internos atribuyen a De Loredo, aunque en realidad lo que ocurre es que no son pocos los dirigentes del radicalismo que creen que una victoria de De Loredo podría significarles la aceleración de su trámite jubilatorio.