La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, tildó al diputado opositor Fernando Iglesias de ser un "macho de vitrina", luego de acusarlo de haberla insultado. "¿Qué pasa, Iglesias? ¿Qué pasa? ¿Por qué no me decís de frente ‘pelotuda', como me estás diciendo por lo bajo?", inquirió la legisladora.

Visiblemente enojada, adelantó que instrumentaría una "cuestión de privilegio" en su contra. "Sos un maleducado, sos un misógino y te voy a meter una cuestión de privilegio", anunció, y agregó: "Machista, vení, decímelo de frente. Cobarde".

Mientras la diputada profería su acusación, Iglesias reclamaba que le diera la palabra y negaba que la hubiera insultado pero el bullicio colmaba el recinto y los ánimos se caldeaban.

La discusión se desató cuando la legisladora Graciela Camaño, mientras se mocionaban pedidos de apartamiento del reglamento para incorporar proyectos al orden del día, reclamó se tuviera en cuenta una iniciativa suya en defensa de los animales. Durante su exposición, repasó una serie de ideas antropológicas y filosóficas y mencionó proyectos vinculados a la cuestión ambiental y la concepción de los perros como "seres sintientes".

La idea derivó en burlas contra Camaño y Moreau reivindicó a su colega. "Muchos se ríen, pero yo les quiero decir que viene mucha más gente cuando se tratan estos temas que cuando se tratan temas constitucionales o del presupuesto", fundamentó.

En ese instante, según Moreau, Iglesias la insultó. Y luego de retrucarle desde el estrado, le dio la palabra al presidente de la bancada oficialista, Germán Martínez, quien manifestó inmediatamente su solidaridad, pero la titular del cuerpo mantenía su micrófono abierto. "¡Cobarde y maleducado! ¡Macho de vitrina sos vos!", exclamó la diputada.

Así, clausuró el griterío de sus adversarios emplazando a Iglesias a callarse y pedir la palabra. "¿Qué ‘sinvergüenza'? Terminala, Iglesias. Yo también tengo derecho a hablar y estoy presidiendo la sesión. A mí no me faltés el respeto", le señaló Moreau.

Cuando fue su turno en el uso de la palabra, Iglesias desmintió la acusación. "Desmiento terminantemente haber dicho eso", sostuvo.

Al respecto, propuso que se revise el registro de las cámaras dispuestas en el recinto para que se lean sus labios. "Si es cierto, muéstrelo y, si no, pídame disculpas", remató.

Antes de esto, Camaño también se solidarizó con Moreau y lamentó que su intervención derivara en esa confrontación. "Les pido disculpas", concluyó. 

A continuación, el macrista Héctor Stefani quiso arreglarla. Alegó que Iglesias hablaba con él y no se dirigía a Moreau para la diputada contestó: "Sí, ya sé: dijo 'quién se cree que es esta pelotuda'".

La sesión, luego, siguió su curso.