Las tensiones entre la Casa Rosada y el PJ de Córdoba parecen no ceder, incluso después de algunos gestos de acercamiento. En rigor, ni la reunión entre la Presidenta y Juan Schiaretti -en la que Cristina se comprometió a buscar una solución para la deuda de la caja previsional-, ni la baja de la lista de Carlos Caserio terminaron de alinear al kirchnerismo y al "cordobesismo", que en la disputa por la capital de esa provincia vuelven a mostrarse los dientes.
La Casa Rosada volvió a interceder en los planes del eje Schiaretti-De la Sota, a través de un nuevo aliado en esas tierras, el empresario cordobés -devenido en K- Euclides Bugliotti, quien ayer se reunió con el ministro de Planificación Federal Julio De Vido.
Después del encuentro, el titular del Grupo Dinosaurio confirmó que el Gobierno nacional "no respalda a la fórmula de Campana, que es la de Schiaretti". Y aclaró: "Si algún dirigente kirchnerista dice que está con Campana, es a título personal. La Presidenta a la única que recibió fue a Riutort".
Un mensaje claro y contundente, que llega pocos días después que el gobernador Schiaretti afirmara que los kirchneristas "que tienen voto" en Córdoba acompañarán a Héctor "Pichi" Campana y a su mujer Alejandra Vigo, la fórmula de Unión por Córdoba.
Pero Bugliotti no dejó lugar para las dudas y adelantó que la dirigencia K cordobesa realizará un acto de apoyo a Olga Riutort que además contará con la presencia de "funcionarios nacionales de primer nivel". La cita sería en el Orfeo, un estadio que es de su propiedad.
"Jamás desperdiciamos el voto"
Las declaraciones de Bugliotti generaron una respuesta inmediata en las autoridades del PJ. Schiaretti intentó instalar la idea de que la pelea es entre Unión por Córdoba y la UCR. Al parecer, su estrategia será polarizar con Mestre los últimos días de la campaña e intentar invisibilizar a Ruitort.
"Los peronistas jamás desperdiciamos el voto. Por eso les pido que hablen con cada compañero y compañera para decirles que nuestro principal adversario es Mestre. La única opción el domingo 18 de septiembre es Campana o Mestre", dijo el mandatario provincial.
La respuesta más dura, sin embargo, estuvo en la boca de su esposa, Alejandra Vigo, quien aseguró no saber "cuál es el motivo de sus críticas", pero sospecha que podrían haber surgido porque "el Gobierno provincial se negó a apoyar algunos de sus emprendimientos".
Y arremetió: "Lo que diga este señor nos tiene sin cuidado. Él no es un dirigente político. Milita sólo para sus negocios. Fue menemista, después estuvo con el entonces gobernador Mestre y ahora con el kirchnerismo. Dice que está con Riutort porque seguramente tiene acordado algunos negocios si ella llega a ser intendenta. Pero no será así, porque el peronismo gobernará la ciudad".
José Manuel De la Sota volvió a optar por una postura más relajada y prefirió no entrar de lleno en el cruce con Bugliotti. En cambio, prefirió justificar la decisión de bajar la lista de diputados nacionales, encabezada por Caserio.
"El cordobesismo no significa ser opositor al Gobierno nacional, como algunos malinterpretaron. Significa defender los intereses de la provincia. Significa tolerancia, respeto y convivencia y por eso sigue vivo. Nuestra fórmula para la intendencia de Córdoba no dijo un solo agravio en la campaña. Eso significa convivencia democrática", explicó.
La posición de De la Sota
Ruitort, la ex mujer de De la Sota, se convirtió en una figura política clave para las próximas elecciones municipales, pues disputa el segundo puesto en todas las encuestas, paridad que le cede el triunfo en bandeja al radical Ramón Mestre.
Mucho se habló respecto a la posición que tomaría De la Sota tras las elecciones provinciales del 7 de agosto. Algunos especulaban con una posible alianza con Ruitort y hasta de un pacto silencioso con Mestre, pero finalmente -tres días después de ganar esos comicios- blanqueó su apoyo a la fórmula Campana-Vigo.
En algunos sectores del peronismo de Córdoba, sin embargo, creen que la "mesura" con la que trabaja para la campaña de los candidato de UPC se debe a que prefiere una capital gestionada por Mestre, a quien considera más dócil. Un dato pareció confirmar esa hipótesis: el senador radical aseguró que avalaría el ingreso de los bingos a la ciudad, empujado por Cristóbal López y frenado por Juez.