El desembarco del ex ministro de Ambiente y Espacio Público, Juan Pablo Piccardo en la empresa Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) generó entre los 200 trabajadores de la compañía, pero instaló un fuerte recelo con el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain. La disputa por quien detenta el poder de decisión y manejo de fondos no se limitó a peleas y portazos por despachos, autos oficiales y salarios, sino que se trasladó a las obras concretas y hoy la concreción de la línea H está trabada por diferencias en la metodología del llamado a licitación.

Ayer Chain llegó a Sbase para apurar los trámites de aprobación de los pliegos del llamado a licitación internacional para las obras que unirán las estaciones de Caseros con Pompeya (extremo Sur) y la de Corrientes (estación que el Gobierno de Mauricio Macri espera inaugurar antes de fin de año) con Plaza Francia (extremo Norte). En el ministerio de Desarrollo Urbano insisten en aprobar los pliegos esta semana y tener la obra adjudicada para antes de 2011.

En diálogo con LPO, el vicepresidente de Sbasa y hombre de Chain, Germán Jahn afirmó que esperan sacar los pliegos lo antes posible y negó que existan diferencias respecto de la modalidad del llamado a licitación: “La idea es hacerlo llave en mano”, insistió. Explicó, además, que los atrasos en el llamado a licitación se debieron a problemas técnicos. “Aunque al principio se pensaba adjudicar la obra en diciembre del año pasado, apareció una interferencia de caños de agua en el trazado de la línea y hubo que repensar la ingeniería de obra”.

Chain trasladaría a Sbase las presiones que recibe de la cámara de empresarios y de la oposición que lo acusa de sub ejecución del presupuesto que tiene para Subtes. Sine embargo, en Sbase se chocaría con parte del directorio que sospecha del motivo por el que se busca entregar toda la obra a una única unidad empresaria.

Piccardo sería el más radicalizado en su posición, mientras que el vicepresidente Luis Germán Jahn, ex presidente de Sbasa, apoyaría la idea del ministro. La misma posición tendría el ingeniero Daniel Dubinsky, socio de Chain en negocios inmobiliarios. Alberto Gowland (quien responde al ministro de Educación, Esteban Bullrrich), Carlos Araujo (ex legislador macrista) y Darío Ruiz (cercano al diputado peronista Diego Kravetz) estarían más cerca de la posición de Piccardo.

La obra

La concreción de la línea H del Subte implica una inversión total de 2.100 millones de pesos, de los cuales 1.400 millones se destinarían a obra civil e instalaciones fijas y 700 millones a material rodante. Las dificultades para sacar los pliegos estarían en la forma en que se quiere hacer la licitación. Mientras que Chain propone hacerla “llave en mano”, es decir entregar obra civil y material rodante a una misma unidad empresaria; Piccardo insiste en seguir los modelos aplicado en el mundo y licitar por partes.

Según los pliegos que están hoy en discusión, las empresas interesadas en la obra deberían financiar un 40 por ciento del total de obra, un 15 por ciento lo aportaría Sbase en forma de adelanto (dinero que tomaría de parte de los 380 millones de dólares que la Ciudad obtuvo en forma de préstamo para la estación Corrientes y dos estaciones de las Líneas A y dos de la B) y el 45 por ciento restante se iría financiando de acuerdo al desarrollo de las obras.

Desde la oposición, el diputado Martín Hourest, miembro de la comisión de Obras y Servicios Públicos, dijo a LPO que estas diferencias en la modalidad del llamado a licitación deberían haberse resuelto antes de definir el endeudamiento de la Ciudad porque “ellos son los responsables de tener el dinero del crédito inmovilizado en el Banco Ciudad”, afirmó. El diputado del monobloque Igualdad Social, apuntó al macrismo por sus “históricos niveles de sub ejecución del presupuesto destinado a Subtes. El años pasado ejecutaron apenas el 31 por ciento y al 31 de marzo de este año sólo habían ejecutado el 2 por ciento”.