El intendente de Tigre, Sergio Massa, quiere tener una primera impresión de cuáles de sus colegas están dispuestos a apoyarlo en la carrera para competir en 2011 por la gobernación, un pergamino que el peronismo bonaerense hasta ahora sólo le reserva a Daniel Scioli, a quien al ex jefe de Gabinete le gustaría enfrentar en una interna.

Massa espera una postal de apoyo el 24 de noviembre, durante el cuarto foro de la Fundación Metropolitana que organiza su ladero Di Pietro, que lo tendrá como uno de los invitados estelares. Las expectativas, como ocurre con cada aspirante a la Gobernación, están puestas en los intendentes, y cerca suyo hay varios que ya se descuenta que estarán.

En esa lista se anotan Juan Pablo de Jesús del Partido de la Costa, e hijo de su antecesor y ahora diputado provincial Juan de Jesus; y José Eseverri de Olavarría, el primer radical K que hubo, y uno de los pocos mandatarios de la fuerza centenaria que no se animó a romper del todo con el santacruceño. Sería Eseverri la llave para la transversalidad massista, una variante obligada por estas épocas.

Del Conurbano, algunos confían en ver a Jesús Cariglino, jefe comunal de Malvinas Argentinas, quien mantiene tan buenas migas con el ex jefe de Gabinete. Cómo informó LPO, por obra y gracia de Massa y de la buena relación que tuviera con Graciela Ocaña, el hospital municipal de Malvinas aún monopoliza las prestaciones médicas de la Unidad de Gestión Local 8 del Pami.

Algunos aventureros confían en verlo al intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, no porque haya dado señales en ese sentido, sino por la anarquía política crónica que viene exhibiendo este intendente, un atributo no siempre común por el conurbano.

Los dirigentes que quieren a Massa compitiendo por la Gobernación, pero por el peronismo, especulan con una jugada: conseguir que la provincia tenga sus internas partidarias antes que las nacionales. Con eso, sostienen algunos que recuerdan los comicios generales de 2003, creen que podrán competir mano a mano con Scioli sin mayores interferencias.

No justamente pensando en Massa, el PJ bonaerense estudia desdoblar las internas provinciales de las nacionales. La jugada la promueven los dirigentes del PJ orgánico que sólo ven su subsistencia con la reelección de Scioli, y quieren a toda costa despegarlo de Kirchner.