El intendente de Tigre, Sergio Massa, abandonó la jefatura de Gabinete de la Nación en no muy buenos términos con el matrimonio presidencial. Pero sin embargo, algunos de los circuitos amigos que dejó sembrados en distintas áreas del Ejecutivo continúan funcionando a la perfección, sobre todo cuando entre los beneficiarios se encuentran poderosos intendentes del Conurbano.

Un caso donde dejó su marca es la Unidad de Gestión Local (UGL) 8 del Pami, que cubre la actividad de la obra social de los jubilados en la zona norte del Gran Buenos Aires, que incluye a Tigre y a otros distritos igual de populosos como San Martín, San Fernando, José C. Paz, Tres de Febrero y Malvinas Argentinas.

A sabiendas del poderío que concentra este organismo, cuando era director ejecutivo de Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), Massa logró que quede a cargo de Julio Zamora, uno de sus dirigentes de mayor confianza, a tal punto que fue quien quedó como intendente interino de Tigre cuando él emigró a la Jefatura de Gabinete.

Para colocarlo en ese lugar, Massa aprovechó su buena relación con Graciela Ocaña, por entonces la titular del Pami, y hoy también distanciada del Gobierno. Y luego, cuando volvió al Ejecutivo como jefe de Gabinete, retomó sus vínculos con Ocaña -entonces ministra de Salud, a quien respladó en su pelea con Moyano, Capaccioli y el círculo más cerrado de Néstor Kirchner. Incluso, en las horas más críticas de la Gripe A, Massa le dio todo su apoyo a la ministra. La lealtad fue correspondida y Massa mantuvo la influencia sobre la estaratégica UGL 8.

Según contaron a LPO dirigentes de la región, la particularidad de la UGL 8 es que si bien tiene su sede central en San Martín, sus pacientes se atienden en el hospital municipal Ramón Carrillo de Malvinas Argentinas, territorio gobernado por el peronista Jesús Cariglino desde su creación en 1995, cuando junto a San Miguel y José C. Paz se fragmentó del hasta entonces distrito de General Sarmiento.

La monopolización de la atención le posibilitaría a Cariglino absorber la totalidad del desembolso de dinero que el Pami hace por las prestaciones de los afiliados de la zona norte, lo que en la jerga se conoce como pago de "cápitas”. O sea, tendría el privilegio de ser el principal acreedor de la obra social en la región, ya que por algún motivo que ellos conoce en la UGL de San Martín parecen tener predilección por derivar sus pacientes al municipio de Cariglino, quien ha hechod e "la salud" una bandera de su gestión. Mismo interés que demuestran en el Tigre que gobierna Massa, que también deriva numerosos pacientes a Malvinas Argentinas.

Como informó La Política Online en su momento, Cariglino coquetea con el neo duhaldismo que ensaya Massa en su proyecto a la gobernación, de manera que via el Pami se daría para estos dirigentes una atractiva articulación de política y manejo de contratos millonarios.Ya que lo que paga desde una punta un hombre de Massa, lo cobra desde la otra, otro intendente vinculado al ex jefe de Gabinete.

De hecho, Malvinas Argentinas arrastra una historia de escándalos y denuncias judiciales por maniobras oscuras en el manejo de los fondos de las obras sociales, que en 1998 llegó a la tapa de los diarios.

Las UGL del Pami, desconocidas para la opinión pública, son formidables indtrumentos políticos, que permiten concentrar manejos multimillionarios y brindar prestaciones sociales claves. En la UGL de San Martín se manejarán presupuestos superiores a los 36 millones de pesos, aunque es notable la ausencia de información pública sobre estas reparticiones en el organismo que dirige el pingüino Luciano di Césare.

Con la UGL en la mira

Cuando Massa asumió como intendente en 2007, y Zamora tomó las riendas del Concejo Deliberante, la UGL 8 quedó a cargo de Eduardo Chessini, ex secretario de Salud de Campana.

Ese distrito tiene como jefe político al ex intendente Jorge Varela, del PJ, ministro de Desarrollo Humano en los dos últimos años de gestión de Felipe Solá, y esposo de la actual jefa comunal del distrito, Stella Maris Giroldi.

Varela integra el bloque de diputados provinciales del Frente para la Victoria-PJ, del que desistió irse en febrero cuando sí lo hicieron otros ex funcionarios y aliados a Solá. Ahora, sería uno de los integrantes de esa bancada que ve con simpatía la avanzada de Massa para ser candidato a Gobernador en 2011.

Por ahora, Chessini permanece indemne en su cargo, aunque dirigentes de la región contaron a LPO que funcionarios de segunda línea del Pami ya sondean nombres para reemplazarlo.