Iowa mide su entrega a Donald Trump a 30 grados bajo cero. Aunque proporciona sólo el 1,6% de los delegados que se otorgarán en la Convención Nacional Republicana de julio, este estado se ha ganado una enorme reputación por separar a los contendientes de los pretendientes. La previsible gran beneficiada es Nikki Haley, que se mueve cómoda superando a Ron Desantis en la intención de voto y en los debates.

Los candidatos hacen un esfuerzo final por movilizar a sus votantes ante el temor a una baja participación en el pistoletazo de salida de las primarias que, desde el inicio, ha liderado un Trump que busca una victoria contundente en Iowa para consolidar el estatus de favorito.

El gobernador de Florida progresivamente ha ido perdiendo su posición de retador, pese haber invertido fuerte en Iowa e incluso haber logrado el respaldo de la gobernadora de este estado del medio oeste, Kim Reynolds. Reynolds le acaba de advertir a Trump que si no logra más del 50% de los votos en Iowa, el resto de los contendientes pueden unirse y superarlo.

Sin cisnes negros a la vista, Trump se prepara para iniciar su marcha triunfal en el caucus de Iowa

Quién podría liderar cualquier coalición contra Trump es la ex gobernadora de Carolina del Sur, que celebró un multitudinario evento previo a las votaciones de hoy en el que intentó tener un duro tono contra la inmigración ilegal. "Volveremos a la política de permanecer en México, para que nadie ponga un pie en nuestro suelo. En lugar de capturar y liberar, volveremos a capturar y deportar", dijo Haley en las afueras de Des Moines.

La ex embajadora ante la ONU tiene en Iowa menos que perder que DeSantis y ha criticado a su rival directo por no hacer campaña en la siguiente cita de primarias, New Hampshire. Mientras el gobernador de Florida ha perdido fuelle, Haley ha visto un aumento en el apoyo basado en gran medida en una serie de sólidas actuaciones en los debates. Eso también se ha traducido en una inyección de dinero en efectivo para su campaña, que la ha ayudado a cubrir Iowa con anuncios televisivos.

La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, le acaba de advertir a Trump que si no logra más del 50% de los votos ahora, el resto de los contendientes pueden unirse y superarlo.

Haley, que había subestimado inicialmente la importancia de Iowa, ahora percibe una oportunidad para sacar a DeSantis de la carrera y dejar en claro que ella es la única alternativa verdadera en el partido a Trump. A juzgar por la noche previa a la votación de Iowa, la atención estaba en Haley, con muchos medios que no pudieron acceder a su evento en la localidad de Adel.

Los votantes republicanos que se reúnen esta noche enfrentando el frío extremo con temperaturas de -30 °C confirman un apoyo mayoritario al ex presidente. Tal y como puede constatar LPO en Iowa, existe una confianza en que una vez Trump sea el nominado republicano, sus detractores lo acabarán apoyando. Así lo afirma Susan, una jubilada que asistió al evento de Trump en Indianola, a las afueras de Des Moines: "Una vez acaben las primarias, todos apoyaremos a Trump, por ejemplo a mi hijo no le gusta, apoya a De Santis, pero me ha dicho que votará a Trump si es el nominado", dijo a LPO.

AP

Michael, un joven de 27 años, es uno de los que remarca ante este medio que la ex gobernadora de Carolina del Sur puede ser la gran novedad del Cactus:" Nikki Haley es moderada y atrae a la gente en contraste con la división que trae Trump, por lo que no me sorprende que ella esté atrayendo a la gente", dice.

El dominio de Trump sobre California y Texas acorta los tiempos y lo perfila como el ganador de las primarias en marzo 

En Iowa se advierte una mayoría entregada al ex presidente, un creciente interés por Haley y sobre todo una curiosidad por saber quién podría convertirse en el elegido para acompañar a Trump en noviembre en las presidenciales. Trump dijo en septiembre que le gustaba la idea de elegir a una mujer como compañera de fórmula, pero añadió: "Vamos a elegir a la mejor persona". En los últimos días, tal como informó LPO, se mencionó a Vivek Ramaswamy como compañero de fórmula del ex presidente.

Haley, que había subestimado inicialmente la importancia de Iowa, ahora percibe una oportunidad para sacar a DeSantis de la carrera y dejar en claro que ella es la única alternativa a Trump. 

No sería extraño que la nominación viniera precisamente de un descarte en las primarias, como sucedió con Biden, quien eligió a Kamala Harris en agosto de 2020 como su vicepresidente. En el caso de Biden, el factor estratégico de los asesores jugó un papel crucial a la hora de analizar la conveniencia de capitalizar votos y formar una estrategia de tándem con Harris. Para Trump, en cambio, pesa mucho más su propia voluntad y sus decisiones personales.

En el caucus más frío de la historia, Iowa puede aclarar si la ventaja de Trump es lo suficientemente sólida para que el debate se concentre en el nombre de su eventual candidato a vicepresidente. Iowa proporcionará el factor decisivo para que Desantis continúe en la carrera y Haley luche por capitalizar la oposición a Trump. Luego vendrán especulaciones en quien va a ser su compañera o compañero para intentar derrotar nuevamente a Biden.