Un nuevo dÃa convulsionado se vivió en la corte de Manhattan con la presencia de Donald Trump. El ex presidente volvió a mostrarse agitado tras testificar durante aproximadamente tres horas y media.
El republicano llegaba a la corte consciente de las nuevas encuestas que le dan ventaja sobre Biden en la hipotética contienda presidencial para el próximo año. Sin embargo, los que entraban a la sala con sonrisas no fueron ni él ni sus abogados, sino la fiscal general Letitia James. Con un semblante optimista, la fiscal que tiene una larga historia de enfrentamientos con Trump le dijo a LPO al ingresar: "Creo que va a ser un dÃa interesante. Los números y los hechos importan".
El decoro de Trump en la sala del tribunal comenzó a romperse cuando comenzó a gritar y atacar al juez Arthur Engoron y a la fiscal James desde el estrado de los testigos. El ex presidente habÃa estado testificando durante las dos horas anteriores con tranquilidad hasta que se puso visiblemente agitado, alzó la voz y acusó a la fiscal demócrata utilizar "este caso para intentar convertirse en gobernadora".
Tras señalar a James, Trump persiguió con el juez Engoron, señalando al jurista y proclamando: "Todos están mirando este caso. Me acusó de fraude, pero ni sabÃa nada sobre mÃ. El fraude está en la corte y no en mÃ", continuó en tono desafiante.
Si bien no hay cargos penales involucrados, hay mucho en juego en este proceso y por eso Trump califica este y sus otros juicios abiertos como una caza de brujas. Ahora el juez está considerando cuánto tendrá que pagar la familia Trump en concepto de daños y perjuicios por las ganancias que supuestamente obtuvo a través de prácticas comerciales fraudulentas.
Su defensa ha girado principalmente en torno a las declaraciones anuales de situación financiera en las que la fiscal James afirma que ha mentido desde 2011 hasta 2021, inflando sus activos con fines de préstamos y seguros.
Antes de iniciarse el juicio contra Trump, los medios destacaban el hecho histórico que se sentará en el banquillo de los acusados un ex presidente, pero ya nos hemos acostumbrado a ver a Trump enfurecerse en la corte, salir abruptamente, buscar el púlpito para lanzar consignas polÃticas y como siempre, capitalizar el espectáculo. Las consecuencias prácticas para Trump del veredicto del juez Engoron son, no solo multas millonarias o inhabilitación para hacer negocios en Nueva York, sinó las implicaciones legales para poder ser presidente, y esa es su última carta. Trump ya no juega a hacer negocios, lo está apostando todo a regresar a la casa blanca.
El caso concluirá después del testimonio de la hija de Trump, Ivanka y posteriormente los abogados del ex presidente presentarán su caso de defensa. El lado de Trump ha enumerado 128 posibles testigos, aunque no está claro exactamente a cuántos de ellos llamarán realmente.
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