La acusación inminente que, según se anuncia, pondrá en la mira a Donald Trump por el ataque al Capitolio traerá de regreso las imágenes de 2021 y reactivará la confrontación interna dentro del Partido Republicano.

Cuando el ex presidente amplía de manera contundente su ventaja sobre Ron DeSantis en las encuestas, la investigación que lleva adelante el fiscal Jack Smith pondrá la atención en dos gobernadores republicanos que se opusieron al negacionismo trumpista desde el inicio y se enfrentaron a Trump en el poder.

Tal como contó LPO, el anuncio de que Trump será acusado por tercera vez en la campaña despertó una nueva ola de solidaridad republicana. Sin embargo, el gobernador republicano reelecto en Georgia Brian Kemp y el ahora ex gobernador de Arizona Doug Ducey son dos voces capaces de lastimar a Trump en la campaña y desde su propio partido.

A punto de ser acusado por tercera vez, Trump genera una nueva avalancha de solidaridad entre los republicanos

Enfrentado a él desde 2020, Ducey confrontó con la candidata de Trump en las midterms del año pasado, la popular presentadora de Fox, Kari Lake. El entonces gobernador nunca la respaldó y su distancia se notó cuando le entregó el poder a la demócrata Katie Hobbs en forma coordinada. Era exactamente el momento en que Lake practicaba el más crudo negacionismo y se declaraba víctima de una estafa como la que Trump todavía dice haber padecido.

En las últimas horas, el nombre de Ducey volvió al centro de la escena. El ex gobernador de Arizona le dijo a CNN a través de un portavoz que el fiscal especial Smith lo había contactado y que "haría lo correcto". "Sí, ha sido contactado. Ha respondido, y tal como lo ha hecho desde las elecciones, hará lo correcto", dijo a CNN el portavoz de Ducey, Daniel Scarpinato.

Trump saluda al ex gobernador Ducey en Arizona. Los dos perdieron el poder.

AP

"Esto no es nuevo ni lo es para nadie que haya seguido este tema en los últimos dos años. El gobernador Ducey defendió los resultados de las elecciones de Arizona de 2020, certificó las elecciones y dejó en claro que la certificación proporcionó un desencadenante para presentar quejas creíbles respaldadas por evidencia. Nunca se presentó ninguna. El gobernador se mantiene firme en su acción de certificar la elección y considera que el tema está en el espejo retrovisor",agregó Scarpinato en un comunicado.

Ha sido contactado, ha respondido y hará lo correcto. Esto no es nuevo. El gobernador Ducey defendió los resultados de las elecciones de Arizona de 2020. 

De acuerdo a la información que circula dentro del Partido Republicano, fue hace unos 20 días cuando el equipo del fiscal especial Jack Smith se puso en contacto con el exgobernador de Arizona para tener su testimonio en el expediente. Ducey no se sorprendió en lo más mínimo. Al contrario, siempre declaró haber rechazado las presiones de Trump para anular las elecciones de 2020. Más aún, a principios de este año Ducey se ofreció como testigo y dejó trascender a través de voces de su entorno que estaba sorprendido de que el fiscal no lo hubiera contactado para tomarle testimonio.

Poco después, se iniciaron los acercamientos entre el ex gobernador y la fiscalía que investiga a Trump. Ya en mayo pasado, los medios de Arizona anunciaron que el fiscal especial Smith citó a la oficina del secretario de estado de Arizona en su investigación sobre el 6 de enero.

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Trump perdió los comicios presidenciales en Arizona por menos de 11.000 votos. Tras conocerse los resultados y la certificación de las autoridades del Estado republicano, Trump atacó públicamente a Ducey, que había sido un antiguo aliado suyo. Más tarde, ex gobernador declaró haber tenido una conversación con Trump que no debe haber sido de lo más amable. Fue el 30 de noviembre de 2020, cuando Ducey estaba en medio de la firma de documentos que certificaban la victoria del presidente Biden en el estado durante una ceremonia de video transmitida en vivo.

Según publicó The Washington Post hace 20 días, Ducey reconoció a puertas cerradas que el expresidente lo estaba presionando para denunciar un fraude en las elecciones de Arizona, aunque no hay registros de esa llamada. Trump también le exigió a su entonces vicepresidente Mike Pence que llamara a Ducey para presionarlo. Pence habló con Ducey en esas horas cruciales pero las diferencias que desde entonces mantuvo con Trump indican que no lo hizo en los términos en los que se lo reclamaba el todavía presidente.

El otro testigo clave que puede complicar a Trump tiene con él un enfrentamiento público desde hace tiempo y es todavía más poderoso que Ducey. Se trata del gobernador reelecto de Georgia, Brian Kemp, cuyo estado también es el foco de la investigación. Georgia es el eje de otra investigación paralela que lleva adelante la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis. Sin embargo, la fiscal de Georgia declaró en las últimas horas que no se había comunicado hasta el momento con el equipo de Smith.

Georgia es el lugar de las peores derrotas electorales de Trump y el eje de otra investigación paralela que lleva adelante la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis. 

El enfrentamiento de Trump con el gobernador Kemp lo llevó a la peor derrota en las elecciones de 2022, cuando su candidato David Perdue perdió las primarias ante el gobernador por más de 50 puntos. Después de eso, el ex presidente decidió incluso tomar distancia de su candidato a senador. 

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De acuerdo a la declaración de distintos testigos en el Comité del Congreso que investigó el ataque al Capitolio, el 2 de enero de 2021, Trump y su abogado Rudolf Giuliani llamaron al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger y le dijo que quería deshacer su derrota allí encontrando votos adicionales. La noche siguiente, la centralita de la Casa Blanca le dejó a Hickman otro mensaje de voz que buscaba conectarlo con Trump. Hickman no devolvió la llamada. 

El 5 de diciembre de 2020, Trump fue explícito a más no poder. Escribió en sus redes sociales que Ducey y Kemp "luchan más contra nosotros que los demócratas radicales de izquierda". Los investigadores de la oficina de Smith entrevistaron a Raffensperger esta semana y a Giuliani la semana pasada.