
A sus 53 años, Tucker Carlson se ha consagrado como una de las figuras más influyentes en el voto conservador en Estados Unidos, especialmente durante las elecciones presidenciales de 2016 y 2020. Su programa de televisión y sus opiniones han influido en la visión de muchos votantes republicanos en relación a temas clave y han sido citados por polÃticos y lÃderes conservadores en todo el paÃs. La influencia de
Carlson fue tal que muchos especularon que él mismo serÃa un candidato presidencial formidable. Más aún, el que podrÃa heredar el movimiento populista MAGA creado por el expresidente Donald Trump.
Pero una vez más, la grandeza del periodista no pudo con el poder del magnate de la comunicación Rupert Murdoch. El dueño de Fox expulsó al californiano de su programa "Tucker Carlson Tonight" apenas unos dÃas después de que la cadena de noticias gastara 787,5 millones de dólares en resolver una demanda por difamación presentada por Dominion, la firma detrás de los sistemas que los votantes habÃan usado en las últimas elecciones presidenciales.
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Precisamente en el juicio que tuvo lugar en la corte de Wilmington en Delaware, los manifestantes que se acercaron para protestar dirigÃan sus mensajes contra Carlson. Es precisamente esta personalización alrededor del periodista lo que le supuso ser adorado por la derecha y aclamado como un narrador de verdades, a la vez que ser demonizado por la izquierda. Los medios liberales calificaron el programa de Carlson, un declarado defensor de la teorÃa del gran reemplazo, como "el programa más racista del cable" y los anunciantes lo boicotearon a medida que se volvÃa más controvertido.
Si bien los expertos dicen que la demanda de Dominion fue fundamental para su despido, se entiende que Murdoch estaba preocupado por la aceptación pública de Carlson de la idea de que el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Congreso fue instigado por el gobierno. DESTACADO
Lo más probable es que no estemos delante de ningún motivo único, sino de una suma de factores que se estaba forjando y que ha culminado casualmente en el mismo dÃa en que otra estrella de la televisión americana también era desplazada de la cadena rival, Don Lemon en la CNN. Pese a que su programa era visto por más de 3 millones de fanaticos cada noche, Carlson fue despedido en parte por otro motivo, menos conocido. Según The Wall Street Journal, que también es propiedad de Murdoch, los ejecutivos de Fox estaban enojados por sus amargas crÃticas hacia ellos tras las presidenciales de 2020.
Carlson se enfrenta a una instancia crucial. Está por verse si el poder del presentador se puede mantener fuera del paraguas de Murdoch o si, como ha sucedido en el pasado con otros periodistas, su importancia se diluye. Fue lo que le pasó al predecesor de Carlson en Fox, Bill O'Reilly, quien abandono la cadena en medio de acusaciones de acoso sexual.
Murdoch ha sido uno de los hombres más poderosos e influyentes en el mundo de los medios de comunicación durante décadas. Su impacto en la polÃtica y la cultura ha sido significativo, y su propiedad de importantes periódicos y cadenas de televisión han influido en la opinión pública sobre temas clave. La plataforma de Fox en Estados Unidos permitió que Carlson, que ganaba más de 20 millones de dólares al año, se convirtiera el año pasado en el presentador más visto de la red, con un promedio de 3,32 millones de espectadores totales.
El despido del presentador más popular de la cadena, se hizo notar en los Ãndices de audiencia inmediatamente e insufló vida a su competidor más pequeño, Newsmax, un canal que se especula podrÃa recibir a la ex estrella de Fox. Este es precisamente el tema más jugoso en este momento: el futuro de Carlson. Si bien su irrupción en la polÃtica podrÃa animar todavÃa más la contienda republicana para definir las primarias de cara a las presidenciales, lo más probable es que siga como comunicador.
Su repentina salida está siendo recibida como una buena noticia por los republicanos que apoyan la intervención de Estados Unidos en la guerra de Ucrania. Carlson fue uno de los crÃticos más destacados de la participación norteamericana en la defensa de Kiev contra la invasión de Moscú. Era una cuestión en la que el presentador quedaba alineado con la posición del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien declaró que la guerra en Ucrania era una "disputa territorial" y no un interés nacional vital, una declaración que muchos republicanos criticaron más tarde. DeSantis rápidamente se retractó de su comentario después de recibir un fuerte rechazo en el Capitolio por parte de destacados legisladores.
No hay duda de que Carlson es una voz de las más potentes en la ultraderecha. Sus puntos de vista influyeron tanto en el tono como en la dirección de los debates de la derecha y continúan resonando en las primarias de 2024, asà como fue clave en las elecciones presidenciales de 2020, donde ejerció de defensor clave de Trump y sus polÃticas. Su programa de televisión probablemente influyó en su decisión de apoyar a Trump en las urnas. Aunque Trump finalmente perdió las elecciones, el predicamento de Carlson en las filas conservadoras se mantuvo fuerte.
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Carlson ha dado pie en su programa a las principales voces republicanas y ha permitido, tanto a Trump como a DeSantis disponer en algún momento de su plataforma. Quien no tuvo esa oportunidad fue la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, quien fue presentada a la audiencia de Carlson como "fundamentalmente indistinguible de la base de donantes neoliberales del Partido Demócrata".
Otra cuestión interesante a analizar es quien sale beneficiado de la salida de Carlson en la contienda Trump versus Desantis. Tras la derrota del trumpismo en noviembre, los asistentes del expresidente estaban preocupados de que Carlson pudiera declarar su apoyo al gobernador. Veian con recelo la cobertura favorable de Carlson con más minutos de en pantalla y elogios a las polÃticas de DeSantis en Florida.
Pero la actualidad rápidamente cambia el tablero de juego y, tras el repunte de popularidad de Trump tras sus citaciones judiciales, Carlson volvió a dar atención al ex presidente. En un acuerdo de beneficio mutuo, Trump eligió a Carlson para su primera entrevista posterior a la lectura de cargos y el presentador le dedicó todo su programa, a pesar del desprecio personal con el que aparentemente lo ve.
El reemplazo definitivo de Carlson puede encontrar con el tiempo una audiencia que sea igual de leal y un megáfono igual de ruidoso. Sin embargo, en el futuro inmediato, nadie podrá dar forma a la carrera de 2024, como lo hizo Carlson todas las noches en Fox, un hecho que incluso los influyentes conservadores de los medios están admitiendo fácilmente hoy.
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