Hace una semana su nombre volvió a los primeros planos cuando, en un gesto sorprendente, Joe Biden lo postuló para ocupar un lugar en una comisión bipartidista clave del Congreso. Ahora, renacido como actor político, Elliott Abrams salió a cuestionar en términos muy duros la política de la administración Biden en Venezuela.

El halcón republicano que trabajó para Ronald Reagan, George W. Bush y Donald Trump apuntó contra el chavismo y salió en defensa de María Corina Machado, la candidata que se perfila como nueva líder opositora y enfrenta el intento del gobierno de Nicolas Maduro para inhabilitarla a competir. Abrams advirtió que la inhabilitación administrativa de Machado debería haber sido considerada como un "punto de inflexión" en la política de Washington hacia Venezuela.

Enviado especial de Trump a Venezuela e Irán durante el último período republicano, el ex funcionario impugnó la estrategia de Biden en el blog "Council on Foreign Relations" y consideró que el cambio de política de los demócratas con respecto a Venezuela no dió ningún resultado.

Biden impulsa como asesor en el Congreso a un halcón republicano que operó en América Latina y fue enviado por Trump a Venezuela

Abrams fue nominado la semana pasada por Biden para integrar en el Congreso la Comisión Comisión Asesora bipartidista sobre Diplomacia Pública. En su columna de opinión, repasó los cambios que Biden introdujo en la relación de Estados Unidos con Venezuela y afirmó que representaron un fuerte retroceso, que no trajo ningún beneficio. 

"Hemos visto concesiones estadounidenses y cero cambios políticos. De ninguna manera Venezuela es hoy más libre que hace dos años y medio. (...) Las tan cacareadas negociaciones entre el régimen y las fuerzas democráticas, realizadas en México, son imposibles de tomar en serio ahora, después de la jugada contra Machado. El régimen no está interesado en negociaciones o compromisos. Entonces, la política de Biden, que se ha construido en torno a la negociación con el régimen para las elecciones, está muerta", aseguró.

Elliott Abrams, el republicano que actuó en política exterior a las órdenes de tres gobiernos. 

AP

De acuerdo a la mayoría de las encuestas, Machado es hoy la principal candidata presidencial opositora y su intento de inhabilitación, afirma Abrams, demuestra que Maduro no está dispuesto a permitir elecciones libres en 2024. Para el veterano republicano línea dura, el sucesor de Hugo Chávez sigue el ejemplo de Daniel Ortega en Nicaragua y es capaz de prohibir las primarias de la oposición.

Las tan cacareadas negociaciones entre el régimen y las fuerzas democráticas, realizadas en México, son imposibles de tomar en serio ahora, después de la jugada contra Machado. La política de Biden se ha construido en torno a las elecciones y está muerta. 

De larga trayectoria, el republicano fue nombrado por el entonces titular del Departamento de Estado Mike Pompeo como representante especial para Venezuela entre 2019 y 2020. En su columna de opinión, asegura que Biden heredó una política "muy dura" contra Venezuela pero "totalmente bipartidista". Incluía sanciones integrales, dice, además de un amplio esfuerzo diplomático para aislar a Maduro y generar apoyo para las fuerzas que propiciaban a Juan Guaidó. Pero Biden atenuó el impacto de las sanciones. 

Abrams sugiere que lo hizo más por motivos económicos que políticos. "Lo que hizo primero fue permitir a Chevron y luego a las compañías petroleras europeas extraer petróleo en Venezuela. El aumento de las ventas de petróleo de Venezuela sugiere que los compradores, transportistas, aseguradoras y otros en la industria petrolera ahora ven un esfuerzo mucho menor de EE. UU. para dejar de aplicar las sanciones que están en los libros", afirma.

El ex funcionario que fue condenado por su participación como subsecretario de Estado en la operación Irán-Contras y luego recibió un indulto de Bush dice que hoy la oposición venezolana a Maduro se siente casi abandonada por Estados Unidos. Eso, sostiene, va de la mano de un acercamiento de Biden al chavismo. "Para tomar un ejemplo, el principal funcionario de la Casa Blanca sobre América Latina y el entonces embajador de Estados Unidos visitaron Caracas para ver a los líderes del régimen de Maduro. Más recientemente, el negociador de rehenes del gobierno de EE. UU. visitó Caracas nuevamente, lo cual es apropiado dadas sus responsabilidades". 

Su renovado protagonismo no deja de ser impactante. La derrota de Trump lo había dejado al margen del poder y, tal como reveló LPO en exclusiva, su postulación para la comisión bipartidista del Congreso provocó cortocircuitos internos incluso en el Partido Republicano.  

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Abrams no niega los errores de la oposición venezolana pero considera que en esas circunstancias el apoyo estadounidense al antichavismo es más necesario que nunca. En su criterio, mientras Maduro gobierne, "la naturaleza criminal y cleptocrática del régimen significa que la recuperación económica y el fin de la migración venezolana a Estados Unidos son imposibles".

Lo primero que hizo Biden fue permitir a Chevron y las compañías europeas extraer petróleo en Venezuela. El aumento de las ventas de petróleo de Venezuela sugiere que los compradores, transportistas y aseguradoras ven un esfuerzo mucho menor para aplicar sanciones. 

En su mensaje, el asesor republicano sugiere que los demócratas se entregan a la retórica en relación a las violaciones a los derechos humanos en Venezuela pero despliegan una "política basada en deseos que no refleja la realidad venezolana".

Por eso, llama a dos movimientos: endurecer las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro y renovar la alianza con los países de la Unión Europea y América Latina para apoyar a la oposición venezolana.

Tal como informó LPO, Abrams también fue denunciado en un informe de Human Rights Watch debido a sus intentos de minimizar ante el Senado la información sobre la masacre de 1,000 personas ejecutadas por militares entrenados y equipados por Estados Unidos en la ciudad salvadoreña de El Mozote, en diciembre de 1981. El hecho es considerado una de las matanzas en masa más grandes en la historia reciente de América Latina.