
Nueva York se convirtió en la primera gran ciudad en instituir un salario mÃnimo para los trabajadores de entrega de alimentos basados en aplicaciones, el pasado mes de diciembre. Seattle siguió en enero con una ley similar, que se extiende a casi todo el trabajo mediado por aplicaciones. Pese a los titulares generados con las medidas, los logros laborales no se han traducido en una mejora real para los trabajadores, tal y como denuncian muchos repartidores que acusan a las aplicaciones de impedir el logro de los ingresos deseados.
Antes del cambio, un estudio de la alcaldÃa de Nueva York mediante encuestas con aproximadamente 122.000 trabajadores de reparto, descubrió que ganaban 14 dólares la hora en promedio y la mitad del ingreso provenÃa de propinas.
El alcalde Eric Adams anunció un aumento que supone $19,96 por hora mediante una ley de salario mÃnimo para los repartidores de restaurantes, la primera de su tipo en el paÃs. Requiere que las plataformas de entrega de alimentos basadas en aplicaciones paguen el triple de la tarifa promedio.
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Tras anunciar la medida, Adams afirmó: "Nuestros repartidores han cumplido constantemente con nosotros; ahora, nosotros estamos cumpliendo con ellos. Esta nueva tasa de pago mÃnimo, que aumenta casi $13.00 por hora, garantizará que estos trabajadores y sus familias puedan ganarse la vida, acceder a una mayor estabilidad económica y ayudar a mantener próspera la legendaria industria de restaurantes de nuestra ciudad".
Si bien algunos trabajadores dicen que ganan menos con las nuevas reglas, los organizadores laborales y las empresas de aplicaciones afirman que los ingresos promedio han aumentado. Pero las aplicaciones siguen recortando costos y tienen la ventaja de ver los datos de sus trabajadores mientras descubren cómo hacerlo.
Asociaciones como "Workers for justice" o "Deliveristas unidos" trabajan para mejorar las condiciones laborales de los repartidores, y uno de sus representantes, Antonio Solis, explicó a LPO el porqué de las dificultades.
Solis llegó a Nueva York procedente de Colombia en 2019 y desde entonces se ha dedicado al reparto de comida. En 2021 empezó a implicarse en la organización para mejorar las condiciones de vida de trabajadores como él, que jugaron durante la pandemia un papel clave desde una situación vulnerable.
¿En qué consiste el trabajo de los Deliveristas unidos?
Parte del trabajo que hacemos cuando salimos a las calles es educar a los trabajadores en la importancia de la lucha. Es un reto. Este es un paÃs de oportunidades pero queremos que las personas entiendan que en este paÃs también se construyen los derechos. Y más nosotros, como inmigrantes, que venimos a este paÃs a luchar, encontramos un motivo fuerte para luchar y en el proceso nos dimos cuenta que habÃan sido violentados nuestros derechos laborales. Ahà comenzamos la lucha y empezamos a esparcir el mensaje resaltando la importancia por ejemplo del pago mÃnimo o el porqué un trabajador tiene derecho de usar el baño o el buen uso de la aplicación para trabajar.
Que el alcalde escuchara vuestras demandas y aprobara la ley del salario mÃnimo ha sido un gran logro.
Parte de nuestra lucha es hacer entender a la ciudad y entidades gubernamentales que este trabajo se ha vuelto esencial. De alguna manera hacemos un servicio a la comunidad, especialmente durante la pandemia que ayudamos a tanta gente llevando medicinas o comida. Ese mensaje que brindamos a la ciudad resaltando la importancia de nuestros derechos y que hacemos parte de una industria sea en el barrio que sea. La gente permanentemente pide un servicio y hacemos entender al gobierno que necesitamos cambiar muchas cosas en cómo estamos contratados y como las aplicaciones atacan constantemente al trabajador.
Pero parece que no está funcionando, los trabajadores no logran alcanzar sus metas financieras.
El problema ahora es la facilidad con la que la compañÃa permite ingresar para hacer trabajo de manera informal. El problema no es que la inmigracion llegue en altos números, sino que la compañÃa ha querido siempre tomar ventaja pues nos catalogan como independientes y basado en ese contrato hacen lo que quieren por medio de una aplicación. Se está intentando regularizar el salario mÃnimo.
Es importante resaltar que estamos representando una lucha de más de 65 mil trabajadores en la ciudad de Nueva York. Representamos a todos los deliveristas y luchamos dÃa a dÃa para que aplicaciones como Doordash o Uber Eats no se aprovechen de nuestro trabajo sin dar garantÃas. Cada vez que hacemos una lucha como la del salario mÃnimo, arremeten contra el trabajador, negando más la posibilidad de ingresar en la plataforma o desactivando las cuentas. Siempre buscan que el trabajador no tenga un pago justo.
"Every day Uber and Lyft keep a million dollars that belong to the drivers"
¿Y cómo ha afectado al colectivo la llegada masiva de personas provenientes de la frontera sur?
Definitivamente la demanda en esta clase de trabajo es siempre alta y las compañÃas dan facilidades para ingresar y hacer el trabajo. Las compañÃas dejan entrar a todos los que llegan y el mercado se expande, pero no cuentan con que tienen que asumir un pago mÃnimo para todos los trabajadores en la ciudad de Nueva York. La aplicación no restringe el acceso a cuentas que pueden abrir personas de una manera fraudulenta. Los que llegan de la frontera utilizan herramientas para abrir cuentas falsas y eso se produce porque la compañÃa no quiere regularizar, porque ellos comercializan con esa realidad. La compañÃa necesita buscar más maneras de mejorar la aplicación para que los que trabajan lo puedan hacer de mejor manera.
Hace unos meses, ninguno de los trabajadores como Antonio Solis ganaba un salario por hora. Como la mayorÃa de los conductores de entrega de alimentos en los EE. UU., iniciaban sesión en las aplicaciones cuando querÃan y ganaban dinero aceptando trabajos de entrega individuales. Algunos trabajos tenÃan sentido financiero. Es posible que otros ni siquiera cubrieran el costo de la gasolina, pero muchos trabajadores dijeron "sÃ" con la mayor frecuencia para obtener acceso prioritario a pedidos premium u otros beneficios en las aplicaciones.
Si bien algunos trabajadores dicen que ganan menos con las nuevas reglas, los organizadores laborales y las empresas de aplicaciones aseguran que los ingresos promedio han aumentado. Pero las aplicaciones siguen recortando costos y tienen la ventaja de ver los datos de sus trabajadores mientras descubren cómo hacerlo.
El portavoz de DoorDash, Eli Scheinholtz, en un comunicado calificó las nuevas leyes de Nueva York y Seattle como "extremas" y agregó: "El resultado final ha sido el mismo: tarifas más altas para los consumidores, menos pedidos para los comerciantes y menos trabajo para los Dashers".
Cuando la ley entró en vigor en Nueva York, ambas aplicaciones anunciaron que los clientes de la ciudad ya no podÃan agregar una propina durante el proceso de pago, sino que la hacÃan disponible solo después de que se hubiera designado un conductor en el caso de DoorDash, o después de que se entregara la comida para Uber Eats. Las aplicaciones también agregaron tarifas adicionales para los clientes de la ciudad de Nueva York, a partir de alrededor de $2. Las tarifas a los restaurantes tienen un lÃmite del 23% del precio de compra.
Para los repartidores, el proceso no es nada sencillo. Y se ha vuelto más complejo desde que la ciudad instituyó una nueva fórmula salarial diseñada para garantizar que ganen al menos 18 dólares la hora. Algunas de las plataformas de aplicaciones más importantes, que se opusieron al cambio, respondieron limitando las horas de los trabajadores, haciendo más difÃcil que los clientes dejen propinas y cambiando la forma en que se calcula el salario de una semana a otra.
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