Norberto Spangaro es un embajador sin cargo en Miami. Si bien se jubiló como banquero y ya no ocupa un puesto en la Cámara de Comercio de Argentina y Miami, su agenda sigue atiborrada. Acumula actividades, encuentros y eventos que muchas veces él mismo imagina, como el primer campeonato de asado en Estados Unidos. Spangaro es consultor polÃtico y actual presidente de la agrupación Mi Argentina.
Además es el promotor más identificable de una cruzada: que los argentinos residentes en Florida vayan al consulado y se pronuncien en las elecciones de su paÃs de origen. Para la votación presidencial inminente, Spangaro pronostica una participación récord de unas 10.000 personas. Su corazoncito ideológico está con la candidata del PRO Patricia Bullrich. Incluso cuando la ex ministra de Seguridad argentina visitó Miami, Spangaro le organizó reuniones y un intento de fundraising. Pero asegura que, si Horacio RodrÃguez Larreta le ganara Bullrich la interna opositora, él se encolumnarÃa de inmediato con el alcalde de Buenos Aires.
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¿Cómo empezó su activismo en Miami?
Empezamos con cacerolazos frente a la churrerÃa Manolo, en North Beach. Era 2014. TodavÃa hay un sitio en Facebook que se llama Cacerolazo en Miami. Le encargué carteles a un imprentero argentino de la ciudad de Doral. DecÃan "Basta de corrupción" y "Queremos justicia". Ahà nace un grupo al que después le dimos consistencia y apoyo tecnológico. Hicimos un mapa para saber dónde están los argentinos porque acá hay pocos datos.
¿El motor fue el rechazo a la gestión de Cristina Kirchner?
Básicamente estaba muy descontento con lo que pasaba. Yo viajo mucho por el mundo y los argentinos nos sentÃamos muy orgullosos de serlo. Éramos reconocidos. A nivel profesional, de capacidad, talento. Y entonces no me pasaba. Y yo querÃa volver a caminar y sentirme orgulloso de ser argentino.
¿Por qué quiso juntar a la comunidad de argentinos en Miami?
El alcalde de entonces Tomás Regalado tenÃa la idea de internacionalizar Miami. Y él me decÃa: "Hay que juntar a la comunidad argentina". Con mucho apoyo de Regalado empezamos a trabajar con Buenos Aires en un convenio de ciudades gemelas. Mauricio Macri ya iba para la presidencia y llegaba RodrÃguez Larreta a la Capital. Con ayuda de Regalado armamos "La Semana Argentina" con todo tipo de actividades; después el torneo de Asado, al que vinieron 10.000 personas.
¿Existe una identidad argentina en Miami?
No sé si identidad. Creo que la comunidad argentina incluye a los miles de argentinos que tienen un departamento en la costa y vienen 3 meses al año. Eso te demuestra que tienen plata, pero no arma una identidad. No saben ni lo que pasa en el resto de la ciudad y el condado de Miami. Otros argentinos sà se integran más. Acá otro problema es la enorme extensión geográfica. Todo está muy atomizado. Hay tribus: los Key Biscayne, de West Side, Doral, Aventura. Y se arman grupos de afinidades: por el colegio, el fútbol, la iglesia, la polÃtica.
Una identidad latina entonces existe menos aún...
Poco, poco. El venezolano es venezolano, el colombiano es colombiano y el brasilero es brasilero. Y el cubano además maneja casi toda la polÃtica. Los venezolanos, que han aportado la gran inmigración en la última etapa por los problemas de su paÃs, están más divididos que los argentinos. Son una sociedad más racista y clasista que la nuestra, entonces hay una gran división entre los que tienen plata y el resto. En ese sentido la comunidad argentina siempre ha sido más integrada porque somos casi todos de clase media.
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¿Qué papel tuvo su grupo en la elección presidencial de 2015?
Fue la primera en la que convocamos. Eran tiempos en los que todavÃa no votaba nadie. Ahà participaron 670 personas, muy poco. Pero ahà aprendimos y empezamos a trabajar. Armamos extraoficialmente un grupo de argentinos voluntarios.
¿Eran voluntarios del PRO?
No, nosotros hicimos campaña para que la gente vote. Pero sÃ, hay una realidad, en Miami al final sacamos el 92% de los votos.
¿Macri sacó el 92%?
SÃ. Pero la cuestión es que la comunidad participe. Hicimos un trabajo muy grande de juntar datos. Le sacamos una foto al padrón que estaba en el consulado y buscábamos a la gente en Facebook. Y asà fuimos armando.
Después Macri simplificó el trámite para votar en el exterior.
Fue clave. El padrón, que era de cerca de 6.000 personas, pasó a 30.000. Entonces en 2019 votaron más de 7.000 personas, con más de 700 por mesa. Fue un caos el consulado. HabÃa gente que se desmayaba. Tuvimos peleas con la gente de los K porque decÃan que si la persona no estaba dentro del edificio antes de las 6 de la tarde no votaba.
¿Logró juntar fiscales para todas las mesas?
HabÃa 22 mesas y juntamos 22 fiscales. Pero en realidad acá no hay necesidad de fiscalización. El kirchnerismo también los juntó. Pero no tenÃan nada organizado: yo les di todos los datos.
¿Para las próximas presidenciales qué expectativa tiene?
Los argentinos en el exterior no votamos en las PASO. Asà que estamos esperando agosto ansiosamente. Cada uno tiene su corazón de un lado o del otro. Yo en particular lo tengo más con Patricia que con Horacio. Soy crÃtico de su polÃtica respecto a los cortes, aunque sin el manejo del gobierno nacional es difÃcil. Pero el dÃa posterior a las PASO del 13 de agosto estaremos detrás del que gane.
¿Dentro del grupo que usted lidera hay algunos más alineados con RodrÃguez Larreta?
Por supuesto.
¿Y con Javier Milei?
No faltaba, aunque yo creo que ahora no está más, el que decÃa que si no ganaba Patricia votaba a Milei. Creo que desapareció. Ha cambiado la cosa. La situación de la Argentina ha llegado a un momento en que los argentinos en el exterior tenemos mucho para contribuir intelectualmente, dejar de ser pasivos y con nuestra experiencia mostrar caminos alternativos viables.
¿Qué aportes cree que pueden hacer desde Estados Unidos?
Nosotros queremos cambiar la rueda mientras el auto sigue andando y eso es imposible. Por cuestiones polÃticas no quieren devaluar. Entonces ponen impuestos. La Argentina tiene que resolver el problema de la pobreza, pero sin destruir la riqueza y el poder de crecimiento.
¿Cómo ve el fenómeno de argentinos jóvenes que vienen a trabajar unos meses a Estados Unidos para ahorrar en dólares?
Acá muchas empresas contratan argentinos. Pero tienen un drama para mandar los dólares de acá para allá. Hay que darles la libertad de operar. No podés actuar como si cada vez que alguien va a depositar en un banco fuera un asesino. Eso es destruir la riqueza. Con los impuestos, lo mismo: hay que bajarlos de a poco. En el camino los nuevos obtendrán ventajas respecto a los anteriores. Y con el dólar también, te voy a sacar del cepo, pero dejá que estos chicos entren al dólar libre.
¿Tienen alguna otra propuesta polÃtica?
Los juicios tardan más de 5 años. Armemos un Poder Judicial nuevo y que lo viejo se vaya limpiando. En resumen, hay que dejar a la Argentina libre. No somos Venezuela, no, pero tenemos mucho de Venezuela.
¿Macri no lo decepcionó al no lograr lo que su grupo propone?
¡Nada! En un perÃodo de 4 años, sin tener ningún apoyo, en un partido chiquitito, yo creo que hicieron un gran trabajo. La Argentina vieja no quiere saber de nada, porque todos vienen del proteccionismo.
¿Le hizo estas propuestas a RodrÃguez Larreta o Bullrich?
He estado hablando con ellos. Pero ahora están en campaña y en medio de una interna. Igual es una primaria que, comparada con las de Estados Unidos, somos nenes de pecho. Acá son encarnizadas.
Patricia Bullrich visitó dos veces Miami en los últimos meses y usted la ayudó en ambas giras ¿Por qué ella eligió esta ciudad?
La ayudamos sÃ. Patricia es una persona muy conocida en Argentina y estaba en una actividad muy local. Quiso escuchar a los argentinos de afuera y hacerse conocer por la comunidad internacional. También estuvo en Nueva York y Washington.
¿Vino a buscar fondos para la campaña también?
Quisimos ayudarla económicamente. Pero fue muy poco. Horacio maneja la Ciudad y Patricia es una solista, ella no tiene caja.
¿Lograron recaudar para Bullrich?
Siempre que vino la ayudamos con los pasajes. Hicimos una fiesta y un fundraising que para la campaña no significa nada. Ahora estamos esperando que haya un sistema que permita que se le pueda aportar 20 o 30 dólares desde acá. Hoy es un lÃo bárbaro. Estamos trabajando en eso.
¿Encuentra paralelos entre la polarización ideológica de la Argentina con la de Estados Unidos?
Acá es fuertÃsima. Este paÃs siempre se caracterizó, y fue una de sus virtudes, porque la diferencia entre los dos partidos era de matices. Pero la polarización se exacerbó en los últimos 10 años. Desde la presidencia de Barack Obama, pero sobre todo con Donald Trump por su estilo confrontativo. Y también como reacción social al advertir la incapacidad de la polÃtica para resolver los problemas. La pandemia exacerbó aún más los ánimos. Se acusan de comunistas o dictadores. No hay diálogo posible.
¿Cómo ve la agenda ultra-conservadora que está desplegando Ron DeSantis en Florida?
DeSantis representa una invasión a la propiedad privada y la libertad de los americanos. Se ha inmiscuido en los colegios, en la educación sexual, el género, cosa que no corresponde porque tenemos distritos escolares. Les quitó autonomÃa a las ciudades. Está centralizando el poder, exactamente lo opuesto de lo que hace falta en un paÃs con esta cantidad de personas y la necesidad de estar cerca de la gente. Pero la sociedad americana se está dando cuenta. Vos podés tener ideologÃa pero tenés que ser pragmático. Él desconoce la realidad al sur de La Florida.
¿En qué sentido desconoce esa realidad?
Puede ser que el americano tradicional esté dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias la enmienda constitucional que permite el uso de las armas. Pero eso no es el condado de Miami-Dade, donde tenemos un 70% de población latina. ¿Qué necesidad de promulgar una ley autorizando a que cualquiera pueda usar y portar un arma sin permiso? Amenaza a Disney con ponerles una cárcel al lado. Eso lo escucharÃa en Chávez, en Maduro. Ni Cristina lo harÃa. Parece que no cree en la libertad.
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¿De tan liberal y conservador pasa a ser intervencionista?
La extrema derecha acá tiene un conflicto: cuando se pone muy extrema es igual a la extrema izquierda. Empieza a ser intervencionista.
¿Florida se hizo republicana definitivamente o puede volver a ser demócrata?
De la mitad de La Florida para arriba, siempre fue republicana. De la mitad de Florida para abajo, muchas veces fue demócrata. Ahora de la mitad para abajo pasó a ser roja. Pero tampoco los azules tuvieron candidatos extraordinarios.
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