El triunfo de Javier Milei en las primarias abiertas generó preocupación en los círculos de poder de Washington y penetró incluso las paredes del Departamento de Estado. Aunque la capital de Estados Unidos atraviesa un receso estival en el que gran parte de la burocracia está de vacaciones, el triunfo del candidato libertario en Argentina despertó los peores fantasmas en los funcionarios de Washington que miran con especial interés la región. Milei es considerado un político "antisistema" que muestra grandes similitudes con Jair Bolsonaro en Brasil y, peor aún, con el proyecto de Donald Trump en Estados Unidos, otra vez en carrera para volver a la Casa Blanca.

Los funcionarios del Departamento de Estado que se ocupan de América Latina venían siguiendo con inquietud el crecimiento de Javier Milei, la cara local de una ultraderecha que utiliza un repertorio común a nivel global. Desde los primeros meses del año electoral, enviados del secretario de Estado Antony Blinken llegaron a Buenos Aires para reunirse con políticos y empresarios en busca de información sobre las chances reales del economista que impulsa la dolarización como salida a la prolongada crisis argentina. 

El poder de EEUU mira el triunfo de Milei con desconcierto e incomodidad

Fuentes que conocen de primera mano esa preocupación le aseguraron a LPO que el triunfo de Milei es para la administración Biden el peor resultado posible en las elecciones argentinas. A los demócratas les preocupan mucho las expresiones políticas que se presentan como "antisistema", sea cual sea su orientación ideológica. Si la irrupción de Gabriel Boric en Chile había generado nerviosismo en Washington antes de llegar a la presidencia, lo mismo ocurre ahora con la extrema derecha de los llamados libertarios en Argentina.

Fuentes que conocen de primera mano la preocupación le aseguraron a LPO que el triunfo de Milei es para la administración Biden el peor resultado posible en las elecciones argentinas. 

Como antecedentes, se destaca la intensidad con la que el propagandista del trumpismo Steve Bannon alentó el ataque a los poderes en Brasilia en enero de este año, cuando definió como "luchadores por la libertad" a los golpistas de Bolsonaro. También el mensaje del presidente argentino Alberto Fernández a su regreso de Washington a fines de marzo pasado. 

Biden y Fernández, el presidente argentino, en marzo pasado en la Casa Blanca. 

Apenas aterrizado en Buenos Aires después de reunirse con Joe Biden en la Casa Blanca, Fernández dijo que Milei era una amenaza para la democracia y hasta lo comparó con Hitler. "Milei es una amenaza a la democracia, claramente, porque también los totalitarios se valen de la democracia para poder acceder al poder", dijo el presidente en diálogo con Radio Perfil. "Hitler no llegó por un golpe de estado, llegó votado por los alemanes. Muchas veces los autoritarios se valen de la democracia para poder acceder al poder". 

Las palabras del presidente argentino no eran casuales: los funcionarios de Biden le habían expresado en más de una oportunidad la preocupación por la situación en el país y una fuerte inquietud por un escenario en el cual el enojo de la sociedad con la dirigencia política derivara en un apoyo a un outsider impredecible, como ya sucedió en otros países. 

Desde los primeros meses del año, enviados del secretario de Estado Antony Blinken llegaron a Buenos Aires para reunirse con políticos y empresarios en busca de información sobre las chances reales del economista que impulsa la dolarización como salida.  

Sergio Massa y Horacio Rodriguez Larreta eran los dos candidatos predilectos de Washington. El ministro de Economía es considerado por sectores del gobierno como la posibilidad de ofrecer previsibilidad para lo que viene. Dejó una muy buena impresión en su primer viaje como ministro y tuvo un excelente recibimiento en su presentación en la Cámara de Comercio. Lo mismo ocurría con el jefe de gobierno porteño, ahora definitivamente fuera de carrera. 

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Los dos son políticos que ingresan en la categoría de pragmáticos y que garantizaban, a ojos del empresariado estadounidense, un horizonte de negocios a 20 o 30 años. En el caso de Massa, por tratarse del principal funcionario del actual gobierno, la relación inmejorable con el principal asesor de Biden para el Hemisferio Occidental, Juan Sebastián González, lo convierte en un candidato amigable para Washington. 

Tras la victoria de Milei en las primarias y la devaluación del peso que ordenó el ministro de Economía argentino este lunes, el Fondo Monetario Internacional -donde el peso de Estados Unidos es decisivo- saludó el rumbo elegido por el gobierno peronista y se reactivó la posibilidad de un auxilio adicional por parte del organismo del Fondo para la Argentina.  

Tal como contó LPO, un tuit reciente del economista potenció la sensación de inquietud que genera en Estados Unidos. El 28 de julio pasado, Milei tituló su mensaje como "AVISO AL FMI". La advertencia era durísima: "Si continúan con esta conducta de regalarle plata al gobierno para que la rifen intentando controlar el precio del dólar, los argentinos tendremos que revisar nuestros compromisos con el Fondo". El mensaje concluía: "No podemos seguir sosteniendo este modelo a costa de las generaciones futuras". Al día siguiente de su triunfo en las primarias, sin embargo, Milei aclaró que no tendrá ningún problema al negociar con el FMI.