
Con un incremento de precios de vivienda del 12 por ciento en lo que va de este año, la pequeña ciudad de Bonita, al sur del condado de San Diego, tiende este año a convertirse en una de las zonas de California con mayor plusvalía. No es una tendencia reciente. La vivienda tuvo un aumento del 65 por ciento en los cinco años anteriores, una realidad que volvió común en el Estado Dorado.
En la ciudad de Bonita, de apenas cinco kilómetros cuadrados, todavía es posible encontrar casas con un precio de un $1.2 millones de dólares, pero tienen aproximadamente 200 metros cuadrados de construcción, en terrenos que no son mucho más grandes que las casas.
La mayoría de las viviendas de la comuna, al sureste de San Diego y junto a Chula Vista, tienen precios que superan los 2 millones de dólares y construcciones que tienen décadas en pie están incluso por encima de los $ 4 millones.
Una empleada de una agencia de bienes raíces explicó las razones por las que se dispara el precio de la vivienda. Bonita tiene calles amplias y muchas zonas verdes, atractivos que están presentes también en otras ciudades del sur de California. La diferencia está en la densidad demográfica: en la ciudad viven menos de 13,400 personas. San Diego, en cambio, tiene 1,3 millones de habitantes.
Con rentas de pequeños departamentos en más de $5,000 mensuales, Bonita es una de las más de 210 ciudades de California que, de acuerdo con expertos, han pasado a ser territorio de millonarios por la crisis de vivienda.
Casi la mitad de las 482 ciudades del estado de California tiene ahora casas con precios que oscilan en un millón de dólares, según la consultora Zillow, una de las más reconocidas en el país. En Bonita, donde los precios de vivienda aumentaron en un 65 por ciento entre 2019 y 2023, no ha sido excepción. En el resto del estado, la mayoría de las casas tiene precios que oscilan entre $800,000 y $1.3 millones de dólares.
"Son precios de locura. Se supone que cuando una persona compra o renta vivienda, el costo no debiera exceder el 30 por ciento de los ingresos regulares", exclamó una empleada de bienes raíces. "Esto significa que para rentar debieras tener un ingreso de unos $17,000 dólares al mes, más de $200,000 dólares al año", agregó alarmada.para comprar vivienda de más de un millón de dólares que es la tendencia, la persona interesada debiera tener ingresos todavía más altos, de alrededor de $300,000 mensuales.
Además, para comprar una vivienda de más de un millón de dólares, que es la tendencia, la persona interesada debiera tener ingresos todavía más altos, de alrededor de $300,000 mensuales.
En los últimos años, esos precios se han extendido por todas las zonas urbanizadas del sur de California, en los condados de Los Ángeles, Orange y San Diego. Ahora, como si fuera poco, se desbordan hacia el este a regiones menos urbanizadas e incluso al otro lado de la frontera, al estado mexicano de Baja California, donde las agencias de bienes raíces estadounidenses han abierto oficinas.
De acuerdo con la Oficina de Análisis Legislativo, una institución sin afiliación partidista que investiga para los legisladores, las casas en California son aproximadamente el doble de caras que las casas típicas de Estados Unidos.
"Los costos de vivienda en California han sido durante mucho tiempo más altos que el promedio nacional. En los últimos años, estos costos han aumentado sustancialmente; en algunos casos, a tasas históricamente rápidas", explicó esa oficina.
La oficina toma como ejemplo promedio una casa que en el año 2000 se pagaba con una mensualidad de alrededor de $1,500 dólares y ahora se paga con unos $5,500. Pero en las ciudades ya casi no hay casas que se paguen en esa cantidad.
Con el aumento en tasas de interés de la Reserva Federal en los últimos dos años, el promedio de tasas en préstamos para vivienda es ahora del 7 por ciento. Para muchos compradores sin contratos de interés fijo, ese aumento de tasas significa que tendrán que pagar a lo largo de décadas entre $600,000 y hasta 1 millón de dólares más por la misma vivienda que ya compraban durante la pandemia.
Por supuesto, cuando el precio de vivienda aumenta, también se incrementan los impuestos y costos adicionales como el de aseguradoras, que es requisito. Rentar también es mala opción, porque los precios aumentan constantemente en hasta 8 por ciento anual. En ese contexto, la Oficina de Análisis Legislativo advierte que comprar una casa de dos dormitorios cuesta casi el doble que alquilar un departamento pequeño con dos habitaciones.
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