Ian Bremmer es uno de los analistas políticos más lúcidos del país. Desde su consultora, Eurasia Group, desplegó un filoso análisis de lo que deparará las elecciones de noviembre y las consecuencias sobre la sociedad estadounidense que está en niveles máximos de fragmentación. "Si bien el ejército y la economía de Estados Unidos siguen siendo excepcionalmente fuertes, su sistema político es más disfuncional que el de cualquier otra democracia industrial avanzada. Y en 2024 se enfrenta un mayor debilitamiento. Las elecciones presidenciales de Estados Unidos empeorarán la división política del país, poniendo a prueba la democracia estadounidense a un nivel que la nación no ha experimentado en 150 años y socavando su credibilidad en el escenario global", dice en su último reporte donde destaca a estos comicios como uno de los grandes riesgos del año.

Bremmer empieza diciendo que los probables candidatos presidenciales (Joe Biden y Donald Trump) son singularmente no aptos para el cargo. El ex presidente se enfrenta a docenas de cargos por delitos graves, muchos de ellos directamente relacionados con acciones tomadas durante su mandato, entre los que se incluyen de manera más crítica sus esfuerzos por anular los resultados de las elecciones pasadas. "En cualquier democracia estable y que funcione bien, la contienda de 2024 se trataría principalmente de esos. Pero Estados Unidos está actualmente lejos de eso", apunta el reconocido politólogo. Al otro lado del pasillo, dice, el presidente Biden tendría 86 años al finalizar su segundo mandato, algo que lo hace poco atractivo para la mayoría de los votantes.

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El fundador de Eurasia vaticina que esta división empeorará en el período previo a las elecciones. "Desde el momento en que consiga la nominación, Trump se apropiará de la política republicana y estadounidense, como incluso los republicanos más reacios en el Congreso -y la mayoría de los medios conservadores, grupos activistas e intereses adinerados- se alinearán con él", sostiene. 

Un encarcelamiento de Trump podría crear una crisis política sin precedentes, lo que llevaría a llamados para que Biden perdone a Trump de la misma manera Gerald Ford indultó a Richard Nixon para evitar la desunión nacional

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Y Bremmer dice sin tapujos lo que se juega el republicano este noviembre: "Sabiendo que se enfrenta a una pena de cárcel si pierde en noviembre, Trump utilizará su púlpito online, control del Partido Republicano y medios de comunicación amigos para deslegitimar tanto el sistema que lo está procesando como la integridad de la elección".

Recuerda que su narrativa de víctima y sus afirmaciones preventivas de fraude encontraron una audiencia receptiva que está de acuerdo, poniendo presión implícita sobre los gobiernos estatales republicanos y funcionarios electorales para gestionar las elecciones de manera que lo beneficiaría (por ejemplo, purgando más las listas de votantes o endureciendo las restricciones al voto).

Para Bremmer, si Trump gana las elecciones, Biden cederá. Y advierte que si bien es menos probable que los líderes demócratas reclamen las elecciones como "amañadas", todavía tratarán a Trump de ilegítimo. Creerán que debería estar en la cárcel y que no es apto para el cargo. Es probable, dice, que algunos demócratas del Congreso voten en contra de certificar su elección basándose en que no está calificado para servir bajo la 14ª Enmienda.

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También espera que haya reacciones en las calles ante un triunfo de Trump. "La respuesta en las principales ciudades sería una repetición de la masiva protestas callejeras durante la transición presidencial de 2016, pero en un país aún más amargamente dividido y con una oposición más convencida de que Trump 2.0 anuncia el fin de la democracia estadounidense", explicó.

"Ya sea impulsado por elementos extremistas, enfrentamientos contra manifestantes o actitudes oportunistas de malos actores, la violencia generalizada es un riesgo real (y de hecho casi inevitable). El peligro se intensificará a lo largo del curso de una administración Trump", afirma Eurasia al referirse a la posibilidad de que Trump indulte a los arrestados por el ataque al Capitolio del 6 de enero algo que le permitirá regresar a sus cuasi-milicias y organizarse contra lo que consideran instituciones de élite de izquierda.

"Si Trump pierde, no aceptará la derrota. En cambio, hará todo lo que esté en su poder, legal o ilegal, para impugnar el resultado e impugnar la legitimidad del proceso. Él tiene menos opciones para cuestionar los resultados que las que tenía como presidente en 2020", afirma Bremmer. "Pero eso no le impedirá intentarlo, especialmente cuando se enfrenta a la perspectiva de ir a prisión. Trump alegará fraude una vez más. Incitará a la intimidación generalizada contra trabajadores electorales", agrega. 

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Salvo una improbable victoria demócrata, Eurasia dice que los republicanos están dispuestos a considerar ilegítima una victoria de Biden, alegando que las elecciones fueron "robadas" o que las investigaciones "políticamente motivadas" hicieron más difícil Trump a hacer campaña. 

Si gana Trump, la respuesta en las principales ciudades sería una repetición de la masiva protestas callejeras durante la transición presidencial de 2016, pero en un país aún más dividido y con una oposición más convencida de que Trump 2.0 anuncia el fin de la democracia estadounidense

"Verán el encarcelamiento de Trump durante la administración Biden. Esto podría crear una crisis política sin precedentes que destruya la confianza en las instituciones federales que los republicanos todavía tienen y lo que lleva a llamados para que Biden perdone a Trump de la misma manera Gerald Ford indultó a Richard Nixon para evitar la desunión nacional", explicó.

"Estados Unidos ya es el país más dividido y disfuncional que una democracia industrial avanzada haya visto. Las elecciones exacerbarán este problema sin importar quién gane. Con el resultado de la votación esencialmente al aire (al menos por ahora), la única certeza es que el daño continuará al tejido social, las instituciones políticas y la posición internacional", concluyó Bremmer.