John Kerry tuvo un rol central en el negocio entre CFE e Iberdrola dado a conocer hoy martes y por el cual la compañÃa española se desprende de 13 plantas de su operación en México que ahora serán operadas por la empresa estatal de electricidad.
El acuerdo se mantuvo en sigilo absoluto en el mercado financiero mexicano y fue operado directamente con las autoridades españolas de Iberdrola. En todo el proceso fue crucial el enviado especial de la Casa Blanca para el Cambio Climático.
Kerry que maneja la agenda ambiental del gobierno de Joe Biden, y sus consecuentes relaciones con el sector privado, es muy cercano a Ignacio Sánchez Galán, CEO de Iberdrola. Un nexo determinante porque Kerry es un hombre bien visto por Wall Street (antes de volver a la polÃtica en el gabinete de Biden era un alto ejecutivo de Bank of America) en un momento en el cual diversos fondos de inversión de EU forman parte del paquete accionarial de Iberdrola.
En paralelo, Kerry siempre estuvo en el bando conciliador del staff de Biden respecto a la 4T. En sintonÃa con el embajador Ken Salazar, el ex secretario de Estado ha buscado acuerdos para evitar el panel de controversia energética que promueven otros funcionarios de EU como Katherine Tai o Jennifer Granholm.
Dato: en su última visista a México, el enviado especial para el Cambio Climático se mostró muy amigable con Manuel Bartlett.
Si bien este negocio entre Iberdrola y CFE no resuelve ese frente, la realidad es que la empresa española se desprende de instalaciones que ya no transitan con su polÃtica de sustentabilidad (el tema de Kerry) mientras que CFE vigoriza su capacidad de suministro para consumo propio asà como también para rpivados.
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