El pasado jueves, mientras Diputados aprobaba la ley del acuerdo con el FMI con el texto consensuado entre oficialismo y oposición, el jefe del Frente de Todos José Mayans se reunió por más de dos horas con Alberto Fernández.
Alcanzó para hacer las paces, después de varios encontronazos por los llamados del presidente a los senadores para forzarlos a hablar a favor del acuerdo, molesto porque el bloque no se habÃa expresado. Aquel cruce obligó al gobierno a iniciar el debate en Diputados.
El formoseño le confirmó a Alberto que vota a favor, al igual que sus coterráneos de la Cámara baja y de la mayorÃa de los senadores que son referentes de gobernadores peronistas. Suficiente para que la sanción de la ley no corra riesgo, con el respaldo garantizado de Juntos por el Cambio.
Este lunes, al cierre del plenario de comisiones en el que expuso MartÃn Guzmán, el jefe del oficialismo confirmó que el acuerdo será ley porque los gobernadores lo necesitan como al agua. "Va tener una respuesta favorable, por lo que estoy viendo. Vamos a trabajar para llegar a buen término con esto", afirmó.
Luego contó que muchas provincias "tienen endeudamientos que son fuertes y tÃtulos externos. Hay gobernadores que me expresaron su preocupación por esto".
Mayans llegó a este lunes con la certeza de que Cristina Kirchner no pondrÃa piedras en el camino. Después de verlo a Alberto, la visitó para informarle de su encuentro en la Rosada y supo que seguirÃa en silencio hasta la votación, tal como hicieron los diputados de La Cámpora.
Y que tampoco pasarÃa el fin de semana chequeando los votos para complicar la ley. "Para mÃ, hay libertad de acción", le confirmó la vicepresidenta esa tarde, todavÃa conmovida por la ruptura de los vidrios de su oficina que habÃa sucedido unas horas antes. El ataque también habÃa destrozado las ventanas de Mayans, un piso más arriba.
Con ese panorama, este lunes a primera hora Mayans realizó la reunión de bloque que creÃa decisiva antes del pronunciamiento a favor de Juntos por el Cambio. No lo fue asÃ, pero sirvió para asegurar la ley, pese a la resistencia de un sector del kirchnerismo que no la votará.
El senador quiere sancionarla esta semana, para lo que necesita respaldo opositor. En un diálogo informal, durante la comisión, consultó al radical MartÃn Lousteau si era posible sesionar el jueves, pero no obtuvo certeza. Juntos recién lo definirá en una reunión del miércoles. Algunos querÃan demorarlo, molestos por la suba de retenciones, pero prevalecÃa la idea de acelerar los tiempos.
El dictamen será el martes, por lo que si se espera los 7 dÃas necesarios, la sanción será justo con el próximo vencimiento del FMI por 2800 millones de dólares. Miguel Pesce confirmó que no están los dólares en el Banco Central. Lousteau preguntó qué pasaba si se excedÃan de ese dÃa. "Entramos en mora", ratificó Guzmán.
Juntos por el Cambio es clave para que el acuerdo con el FMI sea ley porque el oficialismo estará dividido, aunque con menos deserciones que las esperadas. De los 35 senadores del Frente de Todos, estiman que no más de 10 o 12 pulsen el botón rojo. Hasta la semana pasada, los conteos llegaban a 16, aunque en Diputados el número de rechazos fue mayor al esperado, con la certeza de que no corrÃa peligro la aprobación.
El jefe de Gabinete Juan Manzur los criticó durante su exposición en la comisión. "Una mirada crÃtica sobre el rol del Fondo no es razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura. Estamos en una situación que nos llama a pensar por fuera de las divisiones polÃticas, con el mayor grado de responsabilidad y vocación de futuro".
En la reunión de bloque sólo hablaron algunos kirchneristas, como la vicejefa Anabel Fernández Sagasti, quien repitió lo que dijo en la vendimia: que no tiene decidido su voto.
Sin embargo, la mendocina renunció a la Comisión de Presupuesto para no votar en contra, al igual que que el también camporista Mariano Recalde, una actitud similar a sus pares camporistas de Diputados. Los reemplazaron la santacruceña Ana MarÃa Ianni y el misionero Maurice Closs.
Otro cambio que sorprendió fue el del santafesino Marcelo Lewandowski, cercano a su gobernador Omar Perotti, por el Carlos "Camau" EspÃnola, albertista declarado. Tal vez fue para disimular la crisis.
La kirchnerista Juliana Di Tullio se quedó. En la reunión de bloque garantizó de su apoyo "al presidente", pero no anticipó la votación. Cuando terminó la discusión se la vio en una álgida discusión con Fernando Navarro, el enlace de Alberto con el Congreso.
El gran ausente de la reunión de bloque fue Oscar Parrilli, el kirchnerista más duro en contra del acuerdo, quien prefirió quedarse en Neuquén. Cómo Máximo Kirchner, tampoco habÃa estado en la apertura de sesiones.
La voz cantante albertista la tuvo el entrerriano Edgardo Kueider, a quien Mayans y Sagasti evitan enfrentar, porque lo necesitan para otras leyes. A Alberto tampoco le sirve una ruptura de bloque y por eso llamó a los más cercanos para que bajen un cambio y dejen pasar la sesión sin heridas.
En el kirchnerismo aseguran que Cristina presidirá la sesión y no tienen confirmado si, como ocurrió en Diputados, emitirán un comunicado en contra del acuerdo una vez sancionado, con nombre y apellido de los que no acompañaron.
En el Senado la mayorÃa oficialista (que se alcanza con dos aliados fijos) tiene dividendos que no son para desperdiciar, como la posibilidad de nombrar jueces a gusto. Por eso nadie quiere que la sangre llegue al rÃo. Ni Alberto ni Cristina.
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Ahora eso sí, con este esquema neuronal, vas por una reelección???...mejor conseguite fueros que te van a hacer muuucha falta...JAJAJAJAJA
Y los deformes tiempito, el cornudito; oyito el retardadito; y cabecita quemada el lgtb que ama a su vergugo putete, salen a vociferar como si esto fuese real
Por eso Beto:
No ganaste nada,
Te ganaron ellos porque después se te paran de.manos y " te bajan el pulgar ".
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