El corazón de la reforma energética de Peña Nieto era quitarle el monopolio energético a Pemex, por lo que impuso regulaciones asimétricas en distintos ámbitos. Ahora, en tiempos de la 4T, el regulador energético dio marcha atrás en cuestiones de almacenamiento de hidrocarburos, lo que desató un nuevo reclamo en el que se une el sector empresarial.

Se trata de un proyecto que aprobó por unanimidad la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que hoy encabeza Leopoldo Melchi García -cercano a Octavio Romero-. Este deja sin efectos el acuerdo A/057/2018 que establece a Pemex Transformación Industrial la metodología para determinar los precios de venta de primera mano y en las terminales de almacenamiento.

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Con esta decisión hace caso a una demanda que Pemex tiene desde 2014, es decir, cuando se impuso la reforma, sin embargo, deja inconformes al mundo empresarial que ya advierten una afectación grave a la libre competencia en el mercado de petrolíferos en México.

Es un reclamo en el que se unen el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) usualmente más cercano a la 4T y la Coparmex, recurrente crítico a las políticas Lopezobradoristas, pero esta vez ambos coinciden: "Esta medida genera incertidumbre y se vulnera la confianza de los inversionistas y los consumidores finales"

El riesgo que advierten es que ahora Petróleos Mexicanos ejercerá su posición dominante en la venta de hidrocarburos sin restricción alguna. "La eliminación de la regulación asimétrica permite a Petróleos Mexicanos establecer, con discrecionalidad y sin mecanismos de rendición de cuentas, precios discriminatorios de manera unilateral, sin intervención de las autoridades", explican.

El organismo que preside Carlos Salazar subraya que para ellos es una sorpresa esta medida, pues recuerdan que el gobierno ya se había comprometido a no modificar ninguna regulación en el ámbito energético.

Sin embargo, esta es la segunda vez en que se cambian las reglas del juego. La primera fue respecto a las modificaciones en las reglas para los Certificados de Energía Limpia (CELS), el cual fue realizado por la Secretaría de Energía (Sener).

"Estas decisiones no abonan a mejorar el clima de negocios, y tampoco representan una ventaja importante para Pemex o para la Comisión Federal de Electricidad", señaló el CCE.

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Por su parte, la Coparmex explicó que esta medida desestabiliza a los mercados regulatorios existentes, además de que "destruye la certeza jurídica y perjudica el clima de inversión en el sector".

Con más dureza que CCE, afirmó: "La falta de transparencia no abona al combate a la corrupción, atenta contra el control presupuestario de Pemex e inhibe la inversión en el sector. Pretender justificar pérdidas basado en la regulación asimétrica, es tratar de justificar la falta de eficiencia en la cadena logística de Pemex".