La cumbre del Clima convocada por Joe Biden, intentó ser una oportunidad para Jair Bolsonaro a la hora de acercar posiciones con Estados Unidos en un momento de tensiones que, como adelantó LPO, llevó al presidente norteamericano a excluir a Brasil de la gira de funcionarios del Comando Sur y Departamento de Estado por Argentina, Uruguay y Colombia.
Los ojos de la comunidad internacional están puestos sobre Brasil por la falta de polÃticas para frenar la deforestación del Amazonas. En su momento, cuando se desataron los incendios en la región amazónica, el presidente de Francia Emmanuel Macron propuso un fondo común de emergencia del G7 (el grupo que componen los 7 paÃses más industrializados del mundo) para asistir a lo que considera un "patrimonio de la humanidad".
Esto fue rechazado de plano por Bolsonaro que consideró la iniciativa francesa como una injerencia extranjera que atenta contra la soberanÃa nacional de Brasil. Eso le valió varios cruces con Macron que condicionó el acuerdo entre Unión Europea y Mercosur al cambio de polÃticas ambientales de Bolsonaro y algunos exabruptos del presidente de brasileño contra la primera dama francesa.
Tras la caÃda de Trump, el Brasil de Bolsonaro enfrenta un inédito aislamiento internacional
La postura del gobierno de Bolsonaro en el Amazonas no es solo de tipo "soberanista", ya que esa mirada también es compartida por Lula, sino que se trata de una polÃtica permisiva para los empresarios del agro (la famosa bancada rural que forma parte de la coalición) que están avanzando sobre las tierras para negocios privados. Eso es lo que denuncian las organizaciones a las que Bolsonaro acusa de ser parte de una conspiración global.
En ese entonces, Bolsonaro podÃa asumir esa pelea porque contaba con el sostén de Donald Trump que desde el inicio se posicionó desde el negacionismo a los acuerdos globales y consideró que pacto de ParÃs contra el Cambio Climático era desfavorable para su paÃs.
Ahora la situación es diferente y, sin Trump en la Casa Blanca, el jefe de estado quedó en soledad y sin proyecto anti-globalista. Por eso, en esta cumbre, adoptó un discurso ambientalista que tiene como único objetivo limar asperezas con Biden con quien aún ni siquiera habló por teléfono.
Al respecto, LPO consultó a Diego Azzi, doctor en SociologÃa por la Universidad de San Pablo (USP) y coordinador de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC (UFABC) quien explicó que "el posicionamiento de Brasil seguirá con su énfasis defensivo en materia ambiental y climática, reafirmando que el paÃs protege más a su naturaleza de lo que hicieron las grandes potencias a lo largo de la história industrial. Además, como en otras áreas de negociación, el gobierno presenta su propia versión de los hechos respecto a la devastación ambiental, esforzándose por negar o minimizar los datos que apuntan a una desforestación sin precedentes en la Amazonia".
"Pasados dos años de administración Bolsonaro, la crisis de credibilidad de Brasil en el mundo resulta que que sin acciones concretas, transparencia en la gestión y caÃda relativa de los números de desforestación, no va haber plata adicional disponible", añadió.
Sobre el aislamiento de Bolsonaro, Azzi sostuvo que "la salida de Trump ha agudizado la percepción mala gestión de la polÃtica exterior brasileña en el tema de acceso a vacunas contra la covid-19, en la relación conflictiva con China y con la OMS. Pero aunque la sucesión de errores haya llevado a la salida del canciller (Ernesto) Araujo, un fuerte nombre en el sector americanista y conservador del gobierno, no se verifica un giro radical en la relación con Joe Biden".
Biden excluyó a Brasil de la gira por la región y profundiza el aislamiento de Bolsonaro
A su vez, el académico brasileño remarcó que "Bolsonaro sabe que a los EEUU le interesa tener Brasil como un aliado incondicional como lo venÃa siendo bajo Trump, asà que va tratar de negociar el ajuste necesario para la cooperación con la administración demócrata. Desafortunadamente para el gobierno de Brasil, la agenda ambiental y de desarrollo sustentable, que no era valorada por Trump, ha vuelto al centro de la polÃtica exterior y de los planes de recuperación económica impulsados por Biden".
"Joe Biden sabe que tiene en Bolsonaro un aliado automático y que puede sacar provecho de eso en favor de los intereses estadounidenses en Brasil, incluso en la lucha por contener la presencia china en la región. Asà que no me parece que se producirán sanciones de ninguna naturaleza contra Brasil. Creo más bien que habrá condiciones moderadas, pragmáticas, que no visarán impedir un relacionamiento que avance intereses mútuos", añadió.
Sin embargo, aclara Azzi, "Biden sufre crecientes presiones de su base de apoyo y de la opinión pública internacional, que viene denunciando las violaciones de derechos humanos y la devastación ambiental que promueve Brasil, para que no se negocie temas estratégicos con Bolsonaro. Algo similar se verifica en Europa, con la presiones para que no se siga adelante con el acuerdo Mercosur-UE".
Bolsonaro dijo que "todo aquel que vote a Lula merece sufrir"
Por último, Diego Azzi, aseguró que "Bolsonaro no está en una situación confortable ni en el plan doméstico, ni en el internacional. Asà que no va entrar en conflicto abierto con las potencias del Atlantico Norte y tampoco con China porque en el tema ambiental y climático se estarÃa aislando aún más de lo que ya es la difÃcil posición de Brasil. Lo que queda por verificar es hasta que punto la retórica brasilera será credible para los interlocutores de otras naciones y cual será el peso de las exigéncias que se van a poner sobre Bolsonaro durante esas negociaciones". "Lo que sà se puede afirmar con certeza es que Brasil no será protagonista de las soluciones ambientales y climáticas en discusión, sino que reaccionará defensivamente, según una lógica muy similar a la posición de su gobierno militar en los años 1970 y 1980", enfatizó.
En la previa del discurso de Bolsonaro, Joe Biden se levantó y se fue, dejando al brasileño solo durante su discurso. En algunos medios brasileños lo leyeron como un gesto de discrepancia de la Casa Blanca pero luego un portavoz del Departamento de Estado declaró que la exposición de Bolsonaro "fue sólida" pero esperan que se sustente sobre un "plan sólido".
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