La Sala Segunda del Supremo Tribunal Federal de Brasil retomó el debate sobre la parcialidad de Sergio Moro que había suspendido por pedido de uno de los jueces en la sesión del 8 de marzo. 

La votación había quedado con dos votos en favor de anular las condenas contra Lula de parte de Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski y uno en contra de Edson Fachin quien además es relator de la causa Lava Jato. Luego del pedido de vista (recurso que se utiliza tener más tiempo en el análisis de determinada causa) del juez Kassio Nunes Marques, la sesión se reanudó con su voto negativo. 

Esto significó una sorpresa debido a que este magistrado tiene un perfil anti-lavajato y cuenta con el apoyo de Jair Bolsonaro y los partidos del Centrao, aliados del presidente. Sin embargo, tal vez con un cálculo político de por medio, el juez eligió salvar a Moro. 

Brasil: la Corte Suprema pide más tiempo y deja en suspenso la votación contra Moro 

De esta forma, la votación quedaba 3-2 en favor de Moro pero la magistrada Carmen Lucía decidió tomar la palabra y cambiar su posición, que en 2018 fue contra la parcialidad, para votar contra Sergio Moro y los fiscales de Curitiba.  

Esta discusión comenzó en 2018 luego de un habeas corpus presentado por el equipo de abogados de Lula liderado por Cristiano Martins que apuntaba a la falta de parcialidad de Moro en el proceso de investigación de la causa del Triplex de Guarujá que terminó con el ex presidente detenido por más de 500 días.

Esta discusión comenzó en 2018 luego de un habeas corpus presentado por el equipo de abogados de Lula liderado por Cristiano Martins que apuntaba a la falta de parcialidad de Moro en el proceso de investigación de la causa del Triplex de Guarujá que terminó con el ex presidente detenido por más de 500 días. 

Carmen Lucía, jueza de la Corte Suprema de Justicia de Brasil.

Tiempo después, Moro quedó expuesto tras la investigación del sitio The Intercept que reveló los chats de Telegram en donde el entonces juez y los fiscales diseñaban estrategia para evitar que Lula sea candidato en las elecciones de 2018. 

Esas conversaciones fueron entregadas por un hacker que presuntamente había trabajado en la Policía Federal y fue motivo de discrepancia entre los supremos respecto a si este tipo de datos aportados a la justicia pueden ser utilizados como prueba, en este caso, contra la investigación en curso. Finalmente, la mayoría entendió que sí. 

La Corte Suprema de Brasil anuló los procesos contra Lula y queda habilitado para ser candidato 

Las irregularidades llevadas a cabo por el ex ministro de Justicia de Bolsonaro y su equipo fueron contempladas en el fallo de Edson Fachin que entendió que Curitiba no era la jurisprudencia donde debían cursas cuatro causas contra Lula. 

Con el fallo de Fachin y esta votación, el líder del Partido de los Trabajadores recupera sus plenos derechos políticos y puede ser candidato para las próximas presidenciales de 2022. Las encuesta ubican a Lula como uno de los candidatos que derrotarían a Bolsonaro en una segunda vuelta y achica la posibilidad de alternativa de centro en un escenario que avanzará hacia una polarización mucho mayor en un contexto de crisis social y sanitaria producto del coronavirus.

Sin embargo, para garantizar su elegibilidad en 2022,  Lula todavía depende del juicio del plenario de la Corte que discutirá la decisión de Fachin. Si la mayoría de la corte respalda la decisión, recuperará los derechos políticos y podrá disputar las elecciones de 2022. 

Si el resultado en el plenario es en la dirección opuesta, algo que muchos creen poco probable, la sentencia se mantendrá en dos instancias en el caso del sitio de Atibaia y seguirá inhabilitado. 

Por su parte, el temor más grande en el sector pro-Lava Jato es que esta decisión allane el camino para la anulación de varios otros procesos debido que los abogados de los investigados por Moro ya se están preparando para presentar solicitudes similares a la solicitud del PT para que también se declare la parcialidad de Moro en otros casos.