El Ejército del Pueblo Paraguayo  es una organización guerrillera de izquierda que opera  en Paraguay de manera oficial desde el 1 de marzo de 2008, pero sus antecedentes se remonta a 1994 cuando actuaba como brazo armado clandestino de Patria Libre, un partido de guevarista fundado en 1990.

Tiene un modus operandi similar a las organizaciones armadas de la década del 70 en América Latina, reivindican las expropiaciones y secuestros contra empresarios, banqueros y estancieros que, además, es su principal fuente de financiamiento. 

Si bien no se trata de una fuerza militar de gran porte y despliegue, los diferentes gobiernos no han podido derrotarla y consideran que  los primeros integrantes fueron entrenados por miembros de grupos guerrilleros regionales, como las FARC de Colombia, o el Frente Patriótico Manuel Rodríguez  de Chile. Sin embargo, hay opiniones encontradas al respecto. 

El EPP tiene un modus operandi similar a las organizaciones armadas de la década del 70 en América Latina, reivindican las expropiaciones y secuestros contra empresarios, banqueros y estancieros que, además, es su principal fuente de financiamiento. 

Durante el 2020 fue noticia por el secuestro del ex vicepresidente Oscar Denis que aún se mantiene cautivo, la desaparición de un adolescente en el monte paraguayo y la muerte de dos niñas argentinas en un operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta que provocó un conflicto diplomático entre Argentina y Paraguay y generó el repudio de diversos organismos de nuestro país. 

El último gran episodio de esté pequeño ejercito había sido  el secuestro de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999), quien fue hallada muerta cinco meses después de haber sido retenida, en 2004.

Integrantes de la Fuerza de Tareas Conjunta.

AP

LPO conversó con Juan Martens, investigador de la Universidad Nacional de Pilar y criminólogo, quien explicó que "el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) es un grupo armado que desde el 2008 opera bajo esta denominación en el noreste de la Región Oriental de Paraguay principalmente en los departamentos de Concepción y San Pedro". 

A su vez, el especialista que suele realizar trabajos de campo en zonas rurales planteó que "su irrupción en el escenario político ocasionó profundas transformaciones normativas y administrativas, especialmente en lo concerniente a la formulación y configuración del poder penal del Estado, e impactó negativamente en las relaciones sociales de los pobladores de su zona de influencia, y en sus posibilidades de participación en organizaciones de carácter reivindicativas.

Su irrupción en el escenario político ocasionó profundas transformaciones normativas y administrativas, especialmente en lo concerniente a la formulación y configuración del poder penal del Estado.

 En cuanto a la dificultad de los gobiernos para lidiar con el EPP, Martens dijo que "son diversos los factores. En primer lugar, no debemos dejar de lado que la lucha contra el EPP es un gran negocio (compra de armas, combustibles, uniformes, balas,) y,  por otro lado, su presencia es funcional a varios grupos de poder como terratenientes, agroganaderos, ganaderos, quienes ejercen el poder fáctico". "Los militares se reinventaron con su aparición, es decir, ocuparon nuevamente un espacio en la agenda pública, y se re constituyeron como actores", detalló.

De todas formas, Martens, aclaró que "esto no significa que el EPP no exista o que sea un invento oligarca como algunos siguen sosteniendo". "Además, su discurso tiene sentido en un espacio (norte de san Pedro, sur de concepción, y oeste de Amambay) con presencia estatal solamente para la represión, con territorios manejados por la mafia, el narcotráfico y demás ilegalismos y desigualdades muy notorias", agregó.

Martens resaltó que "no se trata de un grupo al estilo FAR que marchan uniformados" y cuestionó la mirada estratégica en lo policial militar por "errores que parte de supuestos inexistentes como  enfrentamiento militar, tipo guerra cuando el grupo armado no pasa de 10 o 15 por grupo y falta de cooperación entre policías y militares, que están obligados a trabajar juntos".

Por otro lado, LPO  dialogó con el dirigente del Frente Guazú del ex presidente Fernando Lugo y diputado del Parlasur, Ricardo Canese, quien aseguró que "es difícil definir definir al EPP.  Tratando de ser lo más fiel posible a la verdad, que en verdad no sabemos cuál es, tiene un origen de extrema izquierda; sería un desprendimiento del partido guevarista como Patria Libre pero lo que podemos apuntar también es que es llamativo que luego de más de 20 años de actuación, los diversos gobiernos, principalmente del Partido Colorado, no han podido desarticularlo". 

Es llamativo que luego de más de 20 años de actuación, los diversos gobiernos, principalmente del Partido Colorado, no han podido desarticularlo.

 Sobre los objetivos que persigue, Canese señaló que "tiene sus objetivos clásicos, de lucha contra el capitalismo y demás. Es muy llamativo, sin embargo, que nunca haya realizado acciones contra la "narco-ganadería" (o "narco-ganaderos"), es decir, los ganaderos o terratenientes que colaboran, o son parte del narcotráfico". "El reciente secuestrado, Denis, es un ganadero honesto. Llama la atención que lo hayan secuestrado a él, y no a otros que sí tienen mucha peor reputación, como explotadores y conectados al narco tráfico", planteó.

Ricardo Canese, parlamentario del Mercosur.

El vínculo del EPP con el narcotráfico es un interrogante que no tiene una sola respuesta. Para Canese hay un nexo dao que "operan en una zona donde impera el narcotráfico que es absolutamente imposible de desarticular por una fuerte demanda en el Brasil  y tiene más de medio siglo en esa región, siempre ha estado muy bien relacionado con la dictadura stronista, primero, con Rodríguez (1989-1993), el primer presidente en época de libertades públicas, objetivamente muy conectado con el narcotráfico". 

"Como el narcotráfico es cada vez más fuerte en esa zona con demanda creciente y conexiones al más alto nivel, ese es el grupo armado (el narcotráfico) que es absolutamente indestructible. Por eso, el hecho de que el EPP no haya sido desarticulado es probable que tenga conexión con el grupo armado indestructible, el narcotráfico, siquiera por una cuestión táctica", opinó.

Como el narcotráfico es cada vez más fuerte en la zona y conexiones al más alto nivel, ese es el grupo armado (el narcotráfico) que es absolutamente indestructible. Por eso, el hecho de que el EPP no haya sido desarticulado es porque probablemente tenga conexión con el narcotráfico.

Martens tiene una opinión diferente y manifestó: "en mis investigaciones, vengo laburando en la región desde el 2003 no encontré vínculos. Se mueven en la misma zona, respetan ciertas reglas, no se meten uno con otro, tal vez porque no necesitan dinero del narcotráfico y les deslegitimará frente a su gente". "Tienen dinero los impuestos revolucionarios que cobran y secuestros", detalle en relación al financiamiento.

Otro elemento que aparece en el marco de este grupo armado es al concentración de tierra, un tema de conflicto en Paraguay y que fue el fondo de la conocida como masacre de Curuguaty en la que fueron asesinados 11 campesinos y terminó con el entonces presidente Lugo destituido. La estancia donde se produjo el fatal enfrentamiento era propiedad del fallecido senador del Partido Colorado, Blas Riquelme, un ejemplo de la conexión entre el poder económico y el político. 

Ejército Popular del Pueblo.

"La concentración de la tierra es un problema en Paraguay, pero por sobre todo, la falta de asistencia técnica/crediticia al pequeño poseedor, de aquellos que cuentan con 10 o 20 hectáreas. Pero existe una campaña u oleada de urbanización, fomentada no solamente desde los medios de comunicación y el sistema capitalista, sino fortalecida por las faltas de políticas estatales de apoyo a ese sector", respondió Martens ante la consulta de este medio.

¿Hay posibilidad de expansión regional? Martens lo definió como un "fenómeno local, no creo que las condiciones socio políticas permitan una expansión más allá de su actual zona de influencia".

Según investigaciones de las Fuerzas de Tarea Conjunta (unidad especial conformado por policías y militares creada en 2013 por el gobierno de Horacio Cartes), el EPP cuenta con millones de dólares recolectados en secuestros, extorsiones, expropiaciones e inclusive aportes de vecinos y simpatizantes. 

Canese reiteró que el "el problema es el narcotráfico. Los mismos sectores populares y de izquierda no están interesados en una acción armada, habiendo libertades públicas, aún con todas las limitaciones que hay. No existe ningún partido político que especule con tal tipo de acciones, ni en el Paraguay ni en la región". 

Según investigaciones de las Fuerzas de Tarea Conjunta (unidad especial conformado por policías y militares  creada en 2013 por el gobierno de Horacio Cartes), el EPP cuenta con millones de dólares recolectados en secuestros, extorsiones, expropiaciones e inclusive aportes de vecinos y simpatizantes. 

El poder de fuego de un ejército tan pequeño (se estima que lo integran entre 50 y 100 hombres y mujeres) es uno de las grandes preguntas que circulan en Paraguay. Hay quienes sostienen que existe un acuerdo tácito con el narcotrafico. Ese pacto incluye acciones y amenazas del EPP para lograr la compra de estancias o latifundios de interés para los grupos narcos. 

Lo cierto es que mas allá de las especulaciones desde la creación de las FTC, las autoridades le asignaron un perfil de confrontación militar y paramilitar al conflicto. Mientras el tema no se resuelve y el año que se fue dejó muertes de niñas y secuestros de políticos, el tridente del nacotráfico, ausencia del Estado en sectores sensibles y la concentración de tierras parece ser el combustible del EPP para seguir activo.